TULANCINGO DE BRAVO. - La historia de la Estación Terrena de Tulancingo a lo largo de 56 años ha sido ejemplo de innovación tecnológica al marcar hitos históricos y evolucionar con el tiempo. Ubicada en el valle de Tulancingo, esta instalación fue concebida a finales de la década de los 60 con el ambicioso objetivo de ser el primer nodo satelital de México hacia el mundo, y ahora vive una reconversión para ser un radiotelescopio para la observación del espacio.
Todo inicia con la necesidad de formar parte de la conectividad satelital en los años 60, cuando México fue el país que hospedó los Juegos Olímpicos de 1968, y para prepararse y ser el primer país en transmitir uno de los eventos más importantes del mundo por vía satelital, en octubre del 1967 se inició la construcción del telepuerto o Estación Terrena en Hidalgo.
De acuerdo con el director de la Red de Telecomunicaciones y Mexsat, David Guerrero Rubio, se visitaron varios sitos susceptibles en el país para instalar el Telepuerto, viéndose favorecido el Valle de Tulancingo al ser un municipio no susceptible a sismos, con clima seco, ubicación intermedia entre el Golfo de México y el Océano Pacífico y cercanía con la Ciudad de México.
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“Tulancingo se define como el sitio ideal por muchos factores, es un terreno firme de sismos o terremotos de 48 hectáreas que tiene una altura que impide inundaciones, aunado a que la mancha urbana era inexistente, todo esto llevó a su instalación que posteriormente sería fundamental para que Tulancingo tomara el distintivo de Ciudad de los Satélites”.
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Antenas satelitales
Toda la infraestructura, de manufactura japonesa fabricada por la compañía Mitsubishi Electronics y equipos de comunicación de Nippon Electric Corporation, llegó al puerto de Manzanillo en Colima y fue transportada vía ferrocarril hasta el sitio por 30 vagones, su ensamble comenzó el 3 de marzo del 68 y el proceso continuó durante 12 meses.
La antena parabólica denominada Tulancingo 1 (TUL-1) se conforma por 360 paneles y tiene un diámetro de 32 metros, pesa 330 toneladas, la base que es de concreto bentónico pesa mil 600 toneladas y para su instalación se perforaron cimientos a 85 metros de profundidad. Tiene motores para elevarla y orientarla de 30 caballos de fuerza, por lo que alcanza una velocidad para moverse 1 grado por segundo, su costo total aproximadamente fue de 80 millones de pesos. En la actualidad la Estación Terrena depende de Telecomunicaciones de México (TELECOMM), organismo descentralizado de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
Su funcionamiento comenzó el 12 de octubre con el arranque de los Olímpicos, su inauguración y eventos posteriores fueron transmitidos en vivo y a color a todo el mundo al recibir microondas de la Torre Central de Comunicaciones que permitía reenviar la señal de televisión al continente europeo a los Estados Unidos. Para el 24 de junio de 1980 se inauguró la antena Tulancingo 2 (TUL-2) por el presidente José López Portillo.
Momentos trascendentales
Otros hechos históricos que se vivieron en la Estación Terrena, además de la transmisión de los XIX Juegos Olímpicos, fue la llegada del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969; la elección del Papa Juan Pablo Segundo y sus visitas subsecuentes a México en 79, 90, 93, 99 y 2002; además, el sismo del 19 de septiembre del 85, la caída del muro de Berlín en el 89 y los Mundiales en México.
La Estación Terrena de Tulancingo fue la primera en Latinosmérica y por más de 40 años fue un punto neurálgico en las telecomunicaciones de México, ya que las comunicaciones telefónicas internacionales vía satelital de Europa y Sudamérica llegaban ahí y se distribuían, además de la difusión de Televisión.
“Por aquí paso mucha información de televisión nacional e internacional: cambios de gobierno, guerras y visitas al país por personajes de la política. Tengo presente el atentado a Luis Donaldo Colosio, cuando se dio a conocer el suceso permanecí en la estación durante dos días para estar en caso de transmisión, y como ese hay muchos momentos de los que fuimos de la mano con la historia”, compartió Arturo Paredes, coordinador de mantenimiento de la Estación.
En su momento de mayor auge, se tuvo una plantilla de hasta 90 trabajadores para atender diversos servicios, actualmente laboran 20 personas en el Centro de Datos que aloja infraestructura de instancias de Seguridad Nacional.
Pasa su conservación y uso recibía mantenimiento semanales, mensuales y semestrales en sus elementos mecánicos, radiofrecuencia y monitoreo, en la actualidad los mantenimientos son preventivos, de limpieza y engrasando los motores de movimiento, ya que no se cuenta más con el equipo de radiofrecuencia por la reconversión a radiotelescopio.
Reconversión: Sala de exhibición y radiotelescopio
Guerrero Rubio detalló que en la Estación Terrena se tiene un total de 7 antenas hermanas que se dedicaban a proporcionar servicios de televisión, telefonía y datos, a partir del 2005 se deja de prestar esos servicios y quedan en descanso, ahora se prepara para un proceso de reconversión a fin de ser utilizada como un radiotelescopio para la observación del espacio, a través de una colaboración con la Agencia Espacial Mexicana, el gobierno estatal de Hidalgo y la Financiera para el Bienestar.
“El servicio de televisión por medio satelital ya va a la baja y se está migrando a lo digital por otros medios de comunicaciones como lo es la fibra óptica, esto no lo vemos como un reto sino más bien el enfoque es la reconversión para que el telepuerto ahora se vea como un centro científico donde tengamos personal de diversas universidades llevando a cabo investigaciones y la observación del espacio”.
El director de la Red de Telecomunicaciones detalló que pese al retraso de trabajos por pandemia, además del presupuesto y la adquisición de elementos tecnológicos, se siguen las labores por parte de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para concretar la primera etapa de reconversión que estima en un 80 por ciento.
“En corto plazo estamos buscando hacer una sala de exhibición en el que se pueda visualizar lo que se hizo a través del tiempo desde la construcción de la antena TUL-1 hasta la reconversión, será una línea del tiempo para explorar los servicios, instrumentos e infraestructura que se utilizaron; en una segunda etapa se vislumbra que el telepuerto sea un punto turístico en el estado”.
Este cambio de enfoque permitirá no solo observar el espacio y sus fenómenos, sino también contribuir al conocimiento global, haciendo de Tulancingo un referente no solo en la historia de las telecomunicaciones, sino también en la exploración del universo.
Noche de Estrellas
Como parte de la difusión y apertura como centro de investigación del espacio, el próximo sábado 9 de noviembre se llevará a cabo el evento astronómico “Noche de estrellas” dirigido por organizaciones, universitarios y aficionados para realizar talleres, conversatorios y la observación de estrellas, abierto instituciones educativas de nivel básico, medio superior y superior y al público en general sin costo.
“La Estación Terrena está abierta para que nos visiten, será una celebración a la renovación y apertura a nuevos procesos de investigación. Estamos planeando que las actividades sean para toda la familia que se realicen durante el día y la noche. La meta es hospedar más eventos similares para dar otro contexto al telepuerto de un sitio en el que permanece la tecnología, innovación, investigación y ciencia”.
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