Pachuca.- “No me acuerdo ni cómo es la luz. Si me preguntan ‘¿cómo es el color rojo?’, no sé qué responder. Hay personas que pierden la vista de grande, a ellos sí les afecta bastante. En mi caso, no, y tampoco he caído en depresión, pero sí es difícil. Lo único que les puedo decir es que yo no tengo una discapacidad, tengo una habilidad diferente”.
Así lo expresó Saúl Pineda Sebastián, un joven de 20 años de edad con discapacidad visual, integrante del equipo de futbol para ciegos Tuzos de Plata, filial al Club de Futbol de los Tuzos del Pachuca, además de ser seleccionado nacional juvenil de futbol 5, es uno de los diez mexicanos que representarán al país en los Juegos Parapanamericanos a disputarse el próximo mes en Bogotá, Colombia.
Saúl es uno de los 596 mil 154 hidalguenses (19.3 por ciento de la población total del estado) con discapacidad o limitación en la actividad cotidiana, censados por las autoridades. Pese a ello, él es resiliente y lo reafirma siempre con su frase “nunca hay que decir nunca hasta no probar”.
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Saúl Pineda Sebastián, de 20 años, nació en la Ciudad de México. Sin embargo, desde los seis años de edad, él y su familia viven en Pachuca. Es el mayor de dos hermanos, Marely y Santiaguito, de 13 y 16 años. Vive con su mamá y su padrastro.
Él nació bien, sin embargo, cuando tenía ocho meses de edad contrajo una bacteria en un hospital. El organismo atacó sus ojos provocándole discapacidad visual a tan corta edad.
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“Todo ocurrió con una guayaba… me broncoaspiré con ella. Me tuvieron que llevar al hospital y ahí fue que contraje una bacteria llama pseudomona. Esta me provocó retiración de retinas, perforamiento de córneas y, como consecuencia, me tuvieron que extraer los ojos ya que la bacteria se los estaba comiendo”, contó en entrevista con La Silla Rota Hidalgo.
A diferencia de otras personas que en edad avanzada adquieren la discapacidad, a Saúl esta condición no le representó un problema anímico o de depresión ya que, prácticamente, él “nació ciego”.
“Yo no me acuerdo ni cómo es la luz, si me preguntan ‘¿cómo es el color rojo?’, no sé responder. Hay personas que pierden la vista grande, a ellos sí les afecta bastante. En mi caso, no y tampoco caído en depresión, pero sí es difícil”, indicó.
De las 596 mil 154 personas de este sector en Hidalgo, 166 mil 965 presentan alguna discapacidad (motriz, auditiva, visual, audiovisual); 38 mil 551 tienen algún problema o condición mental, y 413 mil 238 personas (13.4 por ciento) presentan una limitación.
Las cifras pueden ir en aumento, comentó Alfonso Hayyim Flores Barrera, director general para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en Hidalgo. Esto por condición adquirida, ya sea por accidentes, enfermedades o nacimientos.
Ver con los oídos, la actuación y cantar, sus otros pasatiempos
Además del futbol, a Saúl le gusta “ver con los oídos” videos de música, ama la actuación y cantar, pues asegura que, pese a que no puede ver, sus otros sentidos los ha desarrollado al grado de sentirse bien consigo mismo.
“Me gusta la actuación pues, además del futbol, estoy en una obra de teatro, con sensoramas, en la compañía Como vez, donde somos puras personas ciegas. También me gusta cantar”.
En esta compañía de teatro “Como vez”, recibe una remuneración. Ese recurso lo está ahorrando para que en un futuro cercano pueda estudiar música, particularmente quiere aprender a tocar piano y violín.
¿Cómo llegó a las chanchas?
Hace año y medio Saúl se adentró al mundo del futbol para ciegos. Fue su amigo Isaac (también invidente) quien lo invitó a formar parte de Los Tuzos de Plata. “Me estuvo insiste e insiste”, dijo Saúl, quien al principio dudó, porque no le llamaba la atención el futbol.
“Yo decía ‘cómo para qué jugar al futbol, si no más es patear una bola y adiós’. Sin embargo, cuando entré ya vi que tiene su chiste y bueno, me di esa oportunidad de meterme al equipo de los Tuzos de Plata y pues, gracias a eso, empiezo a sobresalir, tiene su chiste no es nada más guiar una pelota como salga y es muy diferente al futbol para personas normo visuales”, expresó.
De la mano de su entrenador Armando Zamora Carmona, así como el equipo deportivo compuesto por Beatriz Zamora Carona, Damaris Torres Guzmán (guía de arco) y Mia Yesenia Rodríguez, han preparado a Saúl en este deporte.
¿Cómo se juega el futbol para ciegos?
Esta versión del futbol se juega con un balón sonoro de cuero, el cual, en su interior tiene un sistema de sonido de cascabeles que permiten a los jugadores reconocer la localización del esférico.
Cada uno de los equipos está conformado por cinco jugadores. Cuatro de ellos tienen discapacidad visual salvo el arquero. Además, usando parches y gafas, reciben orientaciones e instrucciones verbales de parte del portero, el entrenador y un guía.
Estos partidos se juegan en dos tiempos de 25 minutos cada uno. En cada encuentro hay dos árbitros y, este deporte se practica al aire libre en una cancha de 40 metros de largo por 20 de ancho. Además, el campo de juego debe estar cubierto por vallas en los laterales para que los jugadores se puedan orientar.
A diferencia de las porterías profesionales de futbol, las que se usan para deportistas invidentes es de 3 metros de largo por dos de ancho. Es común que los jugadores griten “voy” cada vez que se acercan al balón o hacen un lanzamiento; esto, con la intención de que el resto de los jugadores sepan lo que va ocurrir.
Saúl es seleccionado para los Juegos Paralímpicos en Bogotá
Por sus habilidades para conducir el balón, Saúl fue elegido como defensa para integrarse a la Selección Mexicana de Futbol para Ciegos. De esta forma, el próximo 4 de junio viajará a la Ciudad de Bogotá, Colombia, donde se realizarán los Juegos Parapanamericanos Juveniles.
“Vamos a estará hasta el 15 de junio. Fui seleccionado entre varios futbolistas ciegos de todo el país. Soy el único de Pachuca e irán compañeros de otros estados como Tlaxcala, Coahuila, Jalisco y Nuevo León. En total somos 10 seleccionados, ocho ciegos y dos porteros, ellos son los únicos que pueden ver”, dijo.
Es la primera vez que se subirá a un avión
Saúl reveló que será la primera vez que viajará en un avión. Eso lo hace sentir emocionado, incluso, nervioso. En estos últimos días que esté en México, dijo que continuará preparándose y acudiendo a la concentración del equipo, en la Ciudad de México. “Primero Dios, ganemos esa medalla de oro”, dijo.
Una pausa en sus estudios
Antes de estar en el futbol, Saúl empezó a estudiar la carrera de Trabajo Social. Sin embargo, por problemas con un profesor decidió salirse. Esa licenciatura, dijo, no era su primera opción, pero decidió intentarlo.
“Yo quiero estudiar música y actuación. Fueron mis primeras opciones, pero es difícil, pues en música no me quisieron aceptar y la actuación es difícil, pero, ahorita estoy dedicado al futbol, no es estudio, pero sí una dedicación que es para distraerme”.
A manera de reflexión, para aquellas personas que no tienen alguna discapacidad, Saúl les pide que “le echen ganas en lo que decidan hacer. No lo desaprovechen, hay personas que tienen todos sus sentidos y lo malgastan en las drogas y vicios… qué más quisiera tener tan solo 5 minutos de visión, cosa que ya sería un milagro”.
sjl