PACHUCA.- En seis años Hidalgo pasó de ser el estado más seguro del país al quinto más pacífico, pese a que continúa entre la lista de las entidad con menor índice delictivo del centro del país, los ilícitos han ido al alza.
El Índice de Paz México (IPM), del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), ha calificado los índices delictivos de la entidad año con año; en 2016 Hidalgo era considerado el estado más pacífico de México, un año después descendió a la posición cuatro.
En el reporte de 2018 siguió bajando y llegó al sexto escalón, en 2019 subió una posición y se colocó en el quinto lugar, en 2020 cayó de nuevo al sexto sitio, en 2021 se mantuvo en esa posición y en el informe de 2022 subió un lugar, por lo que se encuentra en el quinto escalón.
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Según el Instituto, el IPM se mide, además de los delitos con violencia contabilizados en la entidad, con los recursos utilizados para combatir la delincuencia mediante altas tasas de encarcelamiento y un alto número de policías.
Los estados más pacíficos deberán tener bajos niveles de delincuencia; sin embargo, es necesario contar con ciertos niveles de fuerzas policiales y de encarcelamiento, para prevenir ilícitos. Los indicadores del IPM se diseñan tomando en cuenta esta circunstancia, pues tener que elevar el financiamiento en estos rubros es, al mismo tiempo, una señal de un bajo nivel de paz.
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El instituto reveló que desde 2003, Hidalgo ha obtenido constantemente buenas calificaciones y se ha clasificado, en general, entre los cinco más pacíficos. No obstante, “tiene la cuarta mayor discrepancia de información oficial”, ya que, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2014 había 141 investigaciones por homicidio y 148 víctimas.
Sin embargo, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) reportó 209 víctimas, lo que evidenció una diferencia de 61; además, en 2016 el 75.9 por ciento personas consideraba que los jueces eran corruptos, colocándose en la segunda posición a nivel nacional.
En tanto, el 64.4 por ciento pensaba que la policía federal era corrupta, ubicándose en el cuarto lugar; y el 66.5 por ciento en la policía del estado, colocándose en el sexto sitio.
Por otra parte, el IEP detalló que entre 2014 y 2015, Hidalgo experimentó una ligera mejora en su nivel de paz, con un aumento del 2 por ciento; aunque, si bien la calificación del financiamiento de las fuerzas policiales siguió deteriorándose, el estado registró mejoras en cuatro indicadores: homicidio, delitos con violencia, delitos cometidos con armas de fuego y crímenes de la delincuencia organizada, pues hubo disminuciones.
Asimismo, detalló que la entidad no se evalúa de la misma manera en el Índice de Paz Positiva México, pues en 2016 se colocaba en el sitio 25 de los 32 estados.
En ese sentido, la calificación general del estado era de 1.758, en homicidio doloso 1.27, delitos con violencia 1.92, delitos cometidos con armas de fuego 1.21, presos sin condena 1.75, financiamiento de las fuerzas policiales 2.50, crímenes de la delincuencia organizada 1.00 y eficiencia del sistema judicial 3.89; es decir, tuvo los niveles más bajos en el país.
Hidalgo fue la entidad más pacífica tanto en 2011 como en 2015. Su nivel de paz ha variado ligeramente desde 2011, en gran parte debido a los delitos con violencia, pero se ha registrado un deterioro en la tasa de presos sin condena, lo que significa que la calificación general de fue solo de 0.1 por ciento mejor en 2015 en comparación con 2011.
Índice de paz de 2017 a 2022
En el IPM 2017, Hidalgo se colocó en el cuarto lugar como el estado más pacífico, ya que según la calificación de los indicadores, obtuvo un puntaje general de 1.445, en homicidio 1.306, en delitos con violencia 2.102, en delitos cometidos con arma de fuego 2.002, crímenes de la delincuencia organizada 1.233 y presos sin condena 1.078; es decir, hubo una variación de 0.061 en comparación con el año anterior.
A menos calificación, menos delitos
En el reporte, que destaca los avances o retrocesos de 2016 en materia de seguridad, el instituto de nuevo advirtió que Hidalgo estaba entre los cinco estados con mayores discrepancias durante dos años consecutivos; además, el Índice de Paz Positiva se encontraba en 3.04, ubicándose en la posición 17 de 32; si bien subió ocho posiciones en un año, aún había retos que enfrentar.
En el informe de 2018 se ubicó en el sexto lugar en el índice de paz, con una calificación general de 1.757, en homicidio obtuvo 1.314, en delitos con violencia 2.833, delitos cometidos con arma de fuego 1.477, crímenes de la delincuencia organizada 1.784 y cárceles sin sentencia 1.223, por lo que hubo una variación de 0.247 en la clasificación general; es decir, descendió posiciones.
El impacto de la violencia en entidad trajo como consecuencia un impacto económico de 81.1 millones de pesos y de 23 mil 166 por persona.
En el IPM 2019, el instituto ubicó a Hidalgo en el quinto lugar; sin embargo, un año atrás, este y otros cuatros estados, registró un incremento en sus tasas de homicidios, lo que concordaba con la tendencia nacional.
La calificación general fue de 1.808, en homicidio de 1.362, delitos con violencia 3.126, delitos cometidos con arma de fuego 1.620, crímenes de la delincuencia organizada 1.503, cárceles sin sentenciados 1.214, hubo una variación de 0.156.
No obstante que su calificación general se deterioró 9 por ciento, Hidalgo se ubicó entre los cinco estados más pacíficos en 2018.
Las calificaciones de los cinco indicadores retrocedieron, pero destacó el incremento de 30 por ciento en las tasas de crímenes de la delincuencia organizada durante 2018; aunque el estado aún presenta niveles relativamente bajos en ese rubro, los tres subcomponentes del indicador se deterioraron, ya que las tasas de los delitos de extorsión y los relacionados con narcóticos se elevaron en 255 y 90 por ciento, respectivamente, desde 2015.
El informe también reveló que las tasas de delitos con violencia crecieron 19 por ciento en 2018, por lo que el estado se ubicó en la mitad inferior de la clasificación de todos los estados para ese indicador.
Las tasas de los tres subcomponentes de delitos con violencia se incrementaron, pero los robos fueron los que aumentaron más notablemente, al elevarse 25 por ciento un año atrás. Si bien Hidalgo conserva su posición entre los estados con las tasas de homicidios más bajas del país, su tasa ha mostrado un alza de 50 por ciento desde 2015.
Respecto al impacto de la violencia per cápita fue de 21 mil 532 pesos por persona y 81.3 millones de pesos a nivel estatal.
En el IPM 2020, el estado se ubicó en el sexto lugar del índice, obtuvo una evaluación general de 2.163, en homicidio de 1.793, delitos con violencia 3.423, delitos cometidos con arma de fuego 1.791, crímenes de la delincuencia organizada 2.091, cárcel sin sentencia 1.34, se tuvo una variación del 0.213 respecto al año anterior.
El impacto económico de la violencia per cápita fue de 28 mil 153 pesos por persona y de 85.9 millones a nivel estatal.
En el índice 2021, Hidalgo se ubicó de nuevo en el sexto lugar. Durante el primer año de pandemia (2020), 22 de los 32 estados mejoraron en términos de paz, mientras que 10 se deterioraron. Este fue el primer año, desde 2015, en el que la mayoría de los estados tuvieron una mejora general de la paz.
Hidalgo obtuvo unja calificación general de 1.911, en homicidio 1.72, delitos con violencia 2.732, delitos cometidos con arma de fuego 1.756, crímenes de la delincuencia organizada 1.672, cárcel sin sentenciados 1.488, hubo una variación de -0.125.
El IPM 2022 reveló que la entidad se ubicó en el quinto lugar, toda vez que el alcanzó una evaluación general de 1.817, en homicidios 1.481, delitos con violencia 2.744, delitos cometidos con armas de fuego 1.616, crímenes de la delincuencia organizada 1.682 y cárcel sin sentencia 1.508; hubo una variación de -0.057 entre 2020 y 2021.
El instituto puntualizó la mejora en la paz en los últimos dos años, pudo deberse en parte los impactos de las medidas de salud pública y las órdenes de quedarse en casa implementadas en respuesta a la pandemia de covid-19, lo que redujo significativamente la movilidad y, por lo tanto, las oportunidades de los grupos delictivos de atacar a las víctimas en público.
En ese sentido, robos, asaltos, secuestros y extorsiones experimentaron reducciones notables en 2020; sin embargo, a medida que se levantaron las medidas y se reanudaron las actividades habituales, muchos de esos delitos repuntaron a niveles previos a la pandemia en 2021.
Estrategia contra la inseguridad
El 6 de julio de 2017, a casi un año de haber asumido la gubernatura, Omar Fayad Meneses informó que en breve presentaría el programa de seguridad Hidalgo Seguro, el cual incluiría el C5i, alarmas vecinales, drones tripulados y no tripulados, así como 10 mil cámaras de videovigilancia.
El 3 de agosto de esa anualidad, fue puesta en marcha dicha estrategia de seguridad con la finalidad de prevenir y combatir el delito; además, fue informado que se instalarían sistemas de reconocimiento y lectura de placas de vehículos en los 38 arcos carreteros de la entidad, con cámaras de alta resolución y capacidad de envío de datos en tiempo real.
También, habría un sistema de administrador de video para analizar de manera coordinada los datos recibidos de los puntos de vigilancia. La plataforma contaría con un servidor de administración para configurar el entorno de ejecución y análisis de datos.
Asimismo, se contó con una nueva red de fibra óptica de más de 300 kilómetros y múltiples puntos de repetición inalámbrica de una red de microondas; para fortalecer las tareas de auxilio, búsqueda, rescate e inteligencia, Fayad Meneses puntualizó que habría una flota aérea especializada, con un avión planeador táctico de dos plazas equipado con videocámara y transmisión en vivo, así como drones para apoyar a los agentes en tierra.
El 8 de mayo de 2019 fue inaugurado el C5i, el cual está interconectado con los 84 municipios a través de 300 kilómetros de fibra óptica; además, en este espacio se coordina y monitorea la infraestructura que conforma la estrategia Hidalgo Seguro.
El C5i, fue detallado, cuenta con 58 torres de transmisión de datos que permiten monitorear zonas serranas del norte de la entidad, por lo que estas características la ubican como uno de loes espacios en su tipo más avanzado del país.
Incidencia delictiva 2016-2022
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante la administración de Omar Fayad Meneses algunos delitos han mantenido una tendencia al alza, mientras que otros, durante los primeros tres años de mandato, tuvieron aumentos considerables, pero se han ido reduciendo en los últimos años.
Un análisis realizado por La Silla Rota Hidalgo a las cifras proporcionados por el secretariado, a través de los informes de incidencia delictiva, el homicidio doloso, lesiones culposas, abuso sexual, hostigamiento sexual, violación equiparada, violencia familiar y narcomenudeo, tuvieron una tendencia constante de aumento.
En el primer delito, durante los tres primeros meses de administración en 2016, en la entidad fueron abiertas 44 carpetas de investigación, en 2017 fueron 184, en 2018 sumaron 203, en 2019 fueron 287, en 2020 eran 296, en 2021 hubo un ligero de descenso y se contabilizaron 241, mientras que hasta junio de 2022 van 154.
Respecto a lesiones culposas, en los periodos de referencia sumaron 288, mil 77, mil 439, mil 498, mil 255, 2 mil 77 y mil 419, respectivamente; en cuanto a abuso sexual las cifras fueron de 156, 442, 514, 703, 706, 655 y 335 en cada año.
Por hostigamiento sexual fueron iniciadas dos quejas de septiembre a diciembre de 2016, en 2017 fueron 20, en 2018 eran 41, en 2019 eran 56 al igual que en 2020, en 2021 fueron 81 y de enero a junio de este año suman 46.
El delito de violación equiparada es la que más repunte a registrado, toda vez que de 2016 a 2017 no hubo casos, en 2018 sumaban dos, en 2019 no hubo registros, en 2020 eran 334, en 2021 eran 367 y en el primer semestre de 2022 suman 257.
Asimismo, la violencia familiar mantiene una tendencia al alza, en los primeros meses de administración de Omar Fayad fueron ingresadas mil 237 querellas, al siguiente año 4 mil 417, en 2018 sumaron 5 mil 83, al siguiente 5 mil 619, en 2020 eran 5 mil 724, el año pasado 5 mil 870 y hasta junio de este 3 mil 614.
El ilícito de narcomenudeo también ha alcanzado niveles altos, en los últimos meses de 2016 fueron iniciadas 102 carpetas de investigación, al año siguiente fueron 256, en 2018 fueron 270, en 2019 eran 422, en 2020 hubo un ligero decremento a 363, pero en 2021 incrementó a 786 y en lo que va del año 271.
Los delitos electorales tuvieron un aumento, ya que en 2016 y 2017 no hubo casos, al siguiente año eran 39, al siguiente ocho, después aumentó a 307, en 2021 eran 73 y para este suman 113.
En contraste, las carpetas de investigación por el delito de homicidio incrementaron en los primeros años de gobierno del priista, pues en 2017 y 2018 fueron registrados más de 700 casos, respectivamente, posteriormente fueron descendiendo hasta alcanzar los 530 en 2021, aunque este año suman 291; las lesiones también tuvieron ese efecto, se contabilizaron más de 6 mil y 7 mil en los primeros años, pero después bajaron hasta alcanzar las 5 mil 446 carpetas, este año suman 3 mil 296.
El delito de violación simple pasó de entre 560 y 705 de 2017 a 2019 a bajar hasta las 390 carpetas en 2021, pero en lo que va del año ya suman 263. El robo pasó de más de 14 mil en los primeros cuatro años de gobierno, a más de 10 mil 700 en 2021; hasta junio de 2022 sumaban 6 mil 142 carpetas.
Las investigaciones por fraude pasaron de más de mil 800 alcanzadas en 2018 a mil 402 en 2021, este año suman 693; por abuso de confianza incrementaron a mil 244 en 2018 y comenzaron a decrecer hasta 445 el año pasado, en 2022 suman 251; el delito de extorsión superó las 200 carpetas en 2019, pero comenzó un descenso hasta contabilizar 108 en 2021, este año van 130.
El ilícito de daño a la propiedad alcanzó su máximo en 2018 con 3 mil 744 querellas, inició su descenso y en 2021 llegó a 2 mil 281, actualmente suma mil 325; el delito de despojo tuvo su punto álgido en 2018 con mil 175 carpetas iniciadas, empezó su descenso y el año pasado contabilizó 839, este año suma 509.
Es un reto mayúsculo para el siguiente gobierno: activista
La activista Ana Lara Vargas, refirió que, si bien se tuvieron avances significativos en materia de seguridad con la creación del C5i y las apps desarrolladas, estas no se aprovecharon para contener la inseguridad en la entidad, ya que los números del SESNSP son “contradictorios” a las acciones ejercidas por el gobierno de Hidalgo.
“Fueron avances muy significativos; sin embargo, al cierre de la administración, en cuanto a cifras de homicidios violentos y ejecuciones, se elevó notablemente, entonces, hay un contraste entre esas acciones que se hicieron para tener control y los resultados de los últimos meses”, refirió.
Precisó que dicha situación probablemente tiene que ver con el cambio de gobierno o el resultado de las elecciones, ya que “todo eso que genera cierto descontrol”.
No obstante, aseveró que el trabajo en materia de seguridad se empezó a dar en los últimos meses de gestión, después del proceso electoral, pues hubo recorridos en municipios y una serie de acciones que debieron realizarse durante el sexenio y no en el cierre, pues de lo contrario los resultados no serían “tan dramáticos” como ahora, “pero pareciera que se pusieron las pilas al final y no fue una contención sostenida” de la delincuencia.
En ese sentido, dijo que, ante la falta de un programa de prevención de la delincuencia, no se logró controlar el ingreso de bandas delincuenciales, pues no hubo una evaluación adecuada de lo que estaba sucediendo, lo que derivó en que las autoridades justificaran los homicidios diciendo que los grupos delictivos se están “matando entre sí” en la entidad.
“Pero eso también pone en riesgo a la población y deben garantizar la seguridad de todos, aunque la violencia se dé solo entre grupos delictivos; eso falló, un análisis adecuado de cómo se daba la situación para poder intervenir de manera adecuada”, puntualizó Lara Vargas.
La activista advirtió que el reto para el gobierno entrante será “mayúsculo”, ya que las cifras están “desatadas”, los grupos delictivos tomaron fuerza al interior de Hidalgo y se debe frenar dicha situación con una política contundente de atención y prevención del delito.
Casos que marcaron al estado
A finales del año pasado, el Cartel de Hidalgo se dio a conocer en la entidad. El 21 de diciembre de 2021 fue encontrado en el municipio de Zapotlán el cuerpo de un hombre de aproximadamente 25 años, con varios tiros en la cabeza, junto a él había una cartulina que decía “Cártel de Hidalgo”; además, advertían que habría más asesinatos.
Antes de este caso, dos cuerpos sin vida, con señales de tortura y el tiro de gracia, fueron hallados en un paraje entre los límites de Pachuca y Zempoala; juntos a los cadáveres también se encontró un mensaje con la misma firma.
En noviembre de 2020, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) informó del hallazgo de los restos de cuatro personas en Omitlán de Juárez, las cuales previamente habían sido reportadas como desaparecidas.
El 6 de noviembre de 2019, fue reportado como desaparecido Sebastián Yáñez, quien era estudiante de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH); sus padres aseguraron que el joven no tenía enemigos y era una persona que no se metía en problemas.
El caso tomó fuerza en redes sociales y medios, por lo que la PGJEH informó en diciembre de 2021 que los restos que se habían encontrado meses antes en Ciudad Sahagún correspondían al universitario; además, en ese mes una persona relacionada con la desaparición de Sebastián fue sentenciada a 25 años de prisión.
Ante la ola de feminicidios y desapariciones de mujeres, el 8 de marzo pasado más de 2 mil mujeres salieron a las calles de Pachuca para manifestarse por la falta de seguridad en las calles; pidieron justicia por Nicole, niña de siete que fue sustraída en el patio de su casa ubicada en Tizayuca y encontrada sin vida 12 días después (2021), el feminicida fue sentenciado; por Lorena, joven de 21 años a quien se le perdió la pista tras salir de un bar en Pachuca, su cuerpo fue hallado en Tizayuca (2019); el presunto feminicida sigue enfrentando juicio.
Mariana, de 18 años, salió de su casa en Tlahuelilpan y no se volvió a saber de ella hasta días después que fue localizada sin vida en Chilcuautla (2020); asesino recibió una pena de 5 años, ya que es menor de edad.
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