Desde épocas muy remotas la convivencia entre el hombre y los animales ha sido muy cercana, ya que se han utilizado como alimento, material para elaborar productos, mascotas, transporte, descubriendo a través del tiempo los beneficios que proporcionan como acompañantes del ser humano y su utilidad en otros aspectos de la vida cotidiana.
Es precisamente esa cercanía que ha evidenciado la necesidad de reglamentar el respeto que llegan a tener hacia su dignidad, por lo que ahora se les reconoce como seres sintientes y aunque en el Estado de Hidalgo desde el año dos mil cinco, se promulga la Ley de Protección y Trato Digno para los Animales que busca garantizar el bienestar, buen trato, evitando el maltrato y sufrimiento, así como asegurar su salud pública y libertades de los animales, solamente tiene dos años que se integró en nuestro Código Penal un capítulo que sanciona las conductas que atentan contra los mismos.
Penas y multas
Por ello, es importante que toda la sociedad se entere que se castiga con penas de prisión y multa a quien realice actos de maltrato, crueldad o abandono en contra de animales domésticos o ferales, causándoles lesiones que pueden agravarse de poner en riesgo su vida u ocasionar que la pierdan, si ello se realiza en presencia de niños o adolescentes, cuando estos actos de crueldad se graban para hacerlos públicos, se provoque un grave sufrimiento al animal prolongando su agonía, así como todos los actos relacionados con las peleas de perros, entre otros.
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Nuestro Máximo Tribunal ya ha determinado también que no se actualiza la prohibición de sancionar dos veces el mismo delito contenido en el artículo 23 Constitucional, cuando se impone una sanción más severa en los delitos cometidos en contra de los animales, por utilizar métodos crueles, al ser legal el agravamiento de las sanciones por emplear un mecanismo que incremente el daño físico y psíquico del animal, afectando su bienestar y dignidad.
Ese incremento de penas tiene como finalidad impactar en la percepción de la sociedad para darle la importancia debida al respeto, el reconocimiento y las relaciones con los demás seres vivos.
Seres sintientes
En ese tenor, siempre será de mayor valía prevenir estos delitos y difundir los derechos de estos seres sintientes que con su sola existencia ya brindan un bienestar al ser humano, máxime que se ha comprobado que la terapia asistida por animales puede ayudar a personas de todas las edades a resolver problemas tanto físicos, como emocionales y psicológicos, estos seres sintientes también se han convertido en excelentes acompañantes, auxiliares en labores policiales o de rescate; por lo que merecen se les respete en todos los aspectos, procurando que disfruten de una vida sana y convivencia con el ser humano con responsabilidad.
Violeta Sosa Zamora, columnista LSR Hidalgo.
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