OPINIÓN

Claudia Sheinbaum en el G20: Una oportunidad para México y para la política global

La postura de la presidenta en el G20 puede ser decisiva para reafirmar el compromiso de México con los acuerdos internacionales sobre el cambio climático. No obstante, su presencia también presenta desafíos | OCTAVIO MAGAÑA SOTO

Claudia Sheinbaum con el presidente de Francia Emmanuel Macron.Créditos: @GobiernoMX
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La participación de Claudia Sheinbaum en la cumbre del G20 no es solo un hito para la política mexicana, sino también una oportunidad para que el país se proyecte con liderazgo en la arena internacional. Si bien el evento es un foro de suma importancia para discutir temas globales, como el cambio climático, las economías emergentes y la cooperación internacional, la presencia de Sheinbaum marca un momento de transición para México, con una mujer al frente de su representación en una de las reuniones más influyentes del mundo.

Para México, el G20 representa una plataforma de relevancia estratégica. En este escenario, los países miembros, que incluyen potencias como Estados Unidos, China e India, abordan asuntos que impactan a toda la humanidad. Sheinbaum, como la primera mujer en encabezar el Estado mexicano en esta cumbre, ofrece una perspectiva única que resalta los retos y las oportunidades de los países del Sur Global, especialmente en términos de justicia social, desarrollo sostenible y la lucha contra la desigualdad.

El liderazgo de Claudia Sheinbaum ha estado marcado por su enfoque en políticas ambientales y de bienestar social, dos de los ejes prioritarios del G20 en sus últimos años. La lucha contra el cambio climático, que se encuentra entre los temas más discutidos en la cumbre, se alinea con su historial de impulso de proyectos verdes y sustentables en la Ciudad de México. Su postura en este foro puede ser decisiva para reafirmar el compromiso de México con los acuerdos internacionales sobre el cambio climático, así como para colocar al país en una posición de liderazgo dentro de la región latinoamericana en cuanto a la transición energética y la defensa de los derechos humanos en el contexto ambiental.

Además, el G20 es un espacio donde se negocian cuestiones económicas claves, tales como la gobernanza global, el comercio internacional y la estabilidad financiera. A lo largo de su carrera, Sheinbaum ha demostrado una clara vocación por las políticas públicas que promuevan la inclusión y el desarrollo equitativo. Su intervención en temas como la reforma fiscal global, la reforma a la arquitectura financiera internacional o las políticas de desarrollo económico puede fortalecer la posición de México, no solo como un socio confiable, sino también como un defensor de la justicia económica global.

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Desafios

No obstante, su presencia en el G20 también presenta desafíos. En primer lugar, la difícil situación interna de México, marcada por una polarización política profunda, podría influir en su capacidad de maniobra en el escenario internacional. El contraste entre su propuesta de gobernar en un estilo más inclusivo y el ambiente polarizado dentro del país podría generar expectativas complejas. Además, la comparación constante con su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, cuya gestión estuvo marcada por una retórica más confrontativa y nacionalista, podría generar tensiones en sus relaciones diplomáticas.

A pesar de estos desafíos, la participación de Sheinbaum Pardo en el G20 es una muestra del dinamismo y la importancia creciente de México en los foros internacionales. Esta cumbre no solo le otorga una visibilidad global, sino que también representa un espacio donde el país puede exponer su perspectiva sobre cuestiones clave del siglo XXI. En un mundo cada vez más interconectado y cambiante, nuestro país tiene una oportunidad histórica de reafirmar su rol como un actor relevante en la diplomacia global bajo el liderazgo de una mujer con una visión progresista y comprometida con los grandes problemas del futuro.

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El G20 no es solo una cita diplomática más; es una plataforma estratégica que puede ayudar a México a posicionarse como un líder en la resolución de los desafíos globales del mañana. La forma en que Claudia Sheinbaum aproveche esta oportunidad para articular la voz del país será determinante no solo para su imagen internacional, sino también para el futuro de las políticas exteriores. En este sentido, el G20 es, sin duda, una prueba importante de su liderazgo en la política global.

Octavio Magaña Soto, columnista LSR Hidalgo. X: @tavomaganamx