Pachuca.— Sonia Carpio y Alejandro Velázquez se conocieron en 2012, pero no fue sino hasta tres años después que comenzaron una relación sentimental. Desde entonces, han estado juntos durante casi una década, lapso en el que procrearon una hija. Y hoy, tras nueve años de estar juntos, han decidido dar el siguiente paso y formalizar su unión. Ellos son una de las 162 parejas que este 14 de febrero contraerán matrimonio en las bodas colectivas organizadas por el ayuntamiento de Pachuca.
Esta es su historia
Alejandro recuerda que conoció a Sonia por ahí del 2012, pero no se trataban más allá de lo normal, un saludo, una sonrisa. Pero fue a principios de 2016, cuando las cosas comenzaron a fluir y empezaron a salir para conocerse mejor, y ver si había la posibilidad de iniciar una relación amorosa.
Fue el 1 de marzo de ese año cuando se hicieron novios, por lo que están sólo a unos días de cumplir nueve años, pero cuando llevaban entre siete u ocho meses juntos, se enteraron que iban a ser padres.
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En mayo de 2017, nació Lunita, su hija, que en unos meses cumplirá ocho años y quien ha sido su adoración y su motivo para salir adelante, pues desde entonces dejaron de ser una pareja para convertirse en una familia, y aunque no habían decidido dar el paso para hacerlo legal, llegó el momento en el que se darán el sí.
No es algo que no hubieran pensado en sus casi 10 años de relación, sin embargo, la necesidad de darle una seguridad a su hija, llevaron a la determinación de que debían casarse ante las leyes mexicanas a la brevedad.
Alejandro comenta que antes de decidirse por el matrimonio, indagó un poco sobre lo que es el concubinato, que también es reconocido por las leyes, pero los trámites suelen ser más complicados, por lo que sólo le tomó unos minutos darse cuenta que si ya lleva una relación de tantos años, y con una hija, lo correcto era legalizar un matrimonio.
“Yo dije, pues ya me gustaría hacer las cosas bien, sobre todo por situaciones legales, porque demostrar concubinato, pues sí creo que es más complicado que el trámite de una boda, aparte es más que nada para que ella (Sonia) tenga una seguridad y también mi hija, y puedan reclamar cosas si es que llegara a pasar algo”.
Con la decisión ya tomada, comenzaron a revisar los requisitos para formar parte de las bodas colectivas que organiza el ayuntamiento de Pachuca, sobre todo, porque los trámites eran más rápidos, y además se les condonaba uno de los pagos más importantes que se tienen que realizar para este fin, aunque tampoco ha sido tan fácil como pintaba.
Alejandro y Sonia son dos personas ocupadas entre el trabajo y el hogar. Él labora en medios de comunicación desde hace ya más de una década, mientras ella es emprendedora y también se encarga de las tareas de casa, por lo que tiempo es algo que no les sobra.
Una de las razones por las que determinaron casarse en las bodas colectivas es porque también en el trámite se piden testigos, y muchos de los amigos y familiares de ambos tampoco tienen espacio para acompañarlos al registro civil a celebrar el enlace, pues ya no se permite pedirle el favor a desconocidos que se encuentren en el lugar para que firmen en el acta.
Aunque sí hay apertura en el trámite, Alejandro comenta que se confundieron un poco en los pasos a seguir que marcaba la alcaldía, pues no se enteraron que había un descuento para realizarse los exámenes médicos, sino hasta que tomaron un taller para el matrimonio.
Además, dentro de los requisitos se piden documentos como acta de nacimiento certificada y constancia de soltería. Con él, que siempre ha radicado en Pachuca, no hubo problema en obtenerlos, pero Sonia es originaria de una localidad de Veracruz, por lo que hubo que hacer varios viajes y pedir favores para obtener esos papeles.
Aunque el ayuntamiento condona el costo del acta en las bodas colectivas, la pareja ha gastado más de mil 500 pesos en reunir todo lo que se les pide, pero ya está todo listo para que este viernes se den el sí en el marco del Día del Amor y la Amistad.
Primero el civil, luego por la iglesia
Aunque ya casi llevan una década de relación, Alejandro y Sonia, así se encuentran viviendo el momento con intensidad, y es inevitable sentir nervios ante el gran paso que están a punto de dar.
“Pues sí, estoy nervioso y creo que ella igual porque, quizá fue un paso que nos saltamos, pero pues está y era lo que se tenía que hacer, y entonces yo sí siento un poquito de nervios”, dice.
Una de las más felices por la boda, es sin duda, su hija, quien está muy emocionada por este enlace, aunque también le hacía ilusión una ceremonia por la iglesia, aunque ese es un paso que posteriormente darán.
“Ella quería que nos casáramos, obviamente quiere más por la iglesia, porque tiene más noción, no sé, pero la boda que cuenta ante las leyes es la civil”, comenta, al tiempo que dice que no, por ello no habrá festejo en grande, sino que será algo más pequeño, únicamente para la familia, pero sí hay planes de llegar al altar.
“Sí lo habíamos pensado, que quizá era igual este mismo año, pero por algunas situaciones lo vamos a hacer hasta el próximo, quizá cuando cumplamos los 10 años de estar juntos, puede ser en marzo de 2026, donde ya podremos invitar a familiares y amigos”.
Ausentes, pero presentes
Para las bodas colectivas, Sonia y Alejandro tendrá muy presentes a dos personas que ya se encuentran en otro plano: el papá de ella, y la mamá de él, a quienes, seguramente, les daría mucho gusto verlos realizarse.
“Estamos seguros que van a presenciar desde donde quiera que estén (la boda) y pues creo que sí era igual algo que quería mi mamá, ver a su hijo bien casado, pues yo también creo que su papá quería ver a su hija bien casada”.
Aunque tardaron casi una década en formalizar su relación, Alejandro sí considera que es importante conocer a la persona que está a su lado para decidirse a tomar una determinación tan importante, y ese tiempo ha servido para reforzar la idea de que, efectivamente, son el uno para el otro.
“Los dos estamos más que seguros de lo que estamos haciendo, de lo que vamos a hacer, somos dos personas que queríamos formar una familia, de hecho, ya funcionamos como una, obviamente esto es importante, pero igual es un mero trámite, porque los dos sabemos que sí cambian las cosas en el estatus legal, pero vamos a seguir siendo la pareja que siempre hemos sido desde que empezamos a andar”.
sjl