La historia urbana de Pachuca no solo se cuenta en sus minas y edificios antiguos, sino también en la evolución de sus barrios, muchos de los cuales surgieron al calor de la actividad minera y el crecimiento poblacional del siglo XX. Zonas que se consolidaron a través de los años, cada una refleja una etapa distinta del desarrollo de la ciudad. Entender cuándo y cómo nacieron estos espacios permite dimensionar la transformación de Pachuca y el papel que estos barrios han tenido en su identidad social y territorial.
A finales del siglo XIX (1870–1900) surgen los primeros asentamientos fuera del centro histórico, impulsados por la actividad minera. Se registran los orígenes de los barrios El Arbolito, El Lobo y las primeras ocupaciones de lo que después sería La Raza.
A inicios del siglo XX (1900–1920) la expansión minera y la llegada de trabajadores aceleran el poblamiento al norte y oriente de la ciudad. San Miguel Cerezo comienza a consolidarse como comunidad rural vinculada a los centros mineros cercanos.
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En las décadas de 1920 y 1930 se da la consolidación formal de la colonia La Raza. Empiezan a trazarse calles y a levantarse viviendas permanentes. Se reconoce como uno de los primeros núcleos habitacionales fuera del área céntrica. Otros barrios como El Arbolito y Cubitos incrementan su población.
En las décadas de 1940 y 1950 Pachuca inicia su expansión urbana más acelerada. Cubitos se consolida como asentamiento popular. Se desarrollan nuevos servicios alrededor de La Raza y El Arbolito, integrándolos cada vez más a la ciudad
El Arbolito
Este barrio es considerado uno de los asentamientos más antiguos de Pachuca, habitado ya desde el siglo XIX por trabajadores mineros, cuando la ciudad vivía su auge en la minería.
Su nombre proviene de un árbol de pirul que servía como punto de reunión; con el tiempo sus callejones y escaleras se convirtieron en sello de identidad.
En 2023 fue declarado oficialmente Barrio Mágico de México, en reconocimiento a su valor histórico, su arquitectura y su legado cultural minero.
Barrios Altos (sectores como La Surtidora, La Palma, El Mirador, entre otros)
Estos barrios se formaron alrededor de los centros mineros durante los siglos XVII y XVIII, cuando Pachuca comenzó su crecimiento como núcleo minero colonial.
Conforman lo que se considera la “zona original” de expansión humana de la ciudad, antes de su urbanización moderna.
San Juan Pachuca
Esta colonia aparece como uno de los núcleos antiguos de Pachuca, vinculada a la antigua hacienda y actividad minera en sus alrededores.
Alberga vestigios arquitectónicos antiguos, como la histórica hacienda de Loreto, lo que la convierte en parte del legado colonial de la ciudad.
Otras colonias de origen minero
Existen varios sectores antiguos que, aunque hoy están integrados en la ciudad moderna, formaron parte del primer crecimiento urbano de Pachuca: colonias como Cubitos, El Porvenir, San Nicolás, entre otros barrios que componen los Barrios Altos.
Muchos de estos lugares surgieron por la necesidad de vivienda para trabajadores de las minas y representan el desarrollo inicial de la ciudad antes de su urbanización contemporánea.
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