Pachuca.- Roberto empezó a perder la visión hace más de 20 años, hoy sus ojos no funcionan más; sin embargo, eso no lo frenó para seguir estudiando. Día a día aprende nuevas cosas en el Centro Académico para Estudiantes con una Discapacidad (CAED) pero teme no poder ingresar a la universidad debido a que las instituciones no tienen espacios ni planes de estudio para personas con discapacidad.
Lo anterior, lo contó Roberto Vera en entrevista con LSR Hidalgo, quien también pidió a las universidades y empresas que "se quiten esa venda" y permitan a la comunidad con alguna discapacidad integrarse a la vida estudiantil y laboral.
El pachuqueño refirió que desde 2021 empezó sus estudios en el CAED del Cbtis 8, donde cursa la educación media superior. Él agradeció el conocimiento, pero expuso que el plantel carece de infraestructura para una persona con discapacidad visual o motriz, debido a que faltan rampas y algunos espacios son resbaladizos cuando llueve.
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Pide integración en universidades
Roberto mencionó que le gusta estudiar y tener la oportunidad de terminar la preparatoria, sin embargo, confesó que tiene miedo de no poder llevar sus estudios al siguiente nivel, consideró que las universidades aún no tienen oferta educativa para personas con discapacidad.
"Porque desafortunadamente yo tengo otro hermano que él ha hecho cinco exámenes, los ha pasado y los maestros dicen: no le puedo dar clases, porque no sabemos cómo vamos a evaluar a una persona ciega. Eso es lo que queremos que las escuelas vean que sí se puede", externó.
Por lo anterior, pidió a las autoridades no dejar de lado los esfuerzos para que quienes no pueden ver, escuchar o caminar tengan el acceso a la educación como cualquier otra persona.
“Espero que siga esto porque hay mucha gente con discapacidad, que le sigan dando la oportunidad a la gente con alguna discapacidad para poder estudiar… y que las universidades se quiten esa venda de los ojos y no nos discriminen en este aspecto de estudiar”, externó.
En el mismo sentido, también solicitó a las empresas a contratar y darle oportunidad de ser autosuficiente económicamente a la comunidad con alguna discapacidad, porque “no nada más podemos estudiar”, dijo.
La historia de Roberto
El pachuqueño de 36 años de edad cursó la primaria y secundaria en el sistema público, a finales de este nivel educativo empezó a perder la visión debido a la retinopatía pigmentaria, que una enfermedad hereditaria. “Es que el nervio óptico está prensado con otros nervios que no saben cuál es”.
“Yo tengo 13 años de no ver y yo en la secundaria sí tuve muchos problemas con los maestros cuando fue bajando mi vista porque les decían a mis compañeros: "no lo ayuden”, todo esto fue un poco difícil”, recordó.
Pese a los obstáculos para finalizar la secundaria y encontrar dónde estudiar la prepa a sus 32 años, Roberto trabaja en la oficina del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyTE) en Hidalgo.
“Yo trabajo ahí en las oficinas. Es bonito, los compañeros me reciben bien, a gusto, todo”, externó y consideró que una forma de sobrellevar su situación es con el humor, ya que al principio vivió un duelo “fuerte”.
“Me dice la gente: Beto, tú juegas con tu discapacidad porque no te ofendes, no te sientes, no nada. Porque al principio cuando uno pierde la vista, sí es difícil, pero ya cuando va uno echándole ganas y saliendo es diferente”, dijo.
Marchar por nuestros derechos
Roberto fue uno de los estudiantes del CAED de Pachuca que protestó en el centro de Pachuca, para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
En la marcha dijo que las instalaciones del Cbtis 8 no tienen todas las adecuaciones para que quienes no ven o no caminan puedan transitar seguros por el plantel.
Otra de las demandas del pachuqueño fue el pago a los docentes, pues estimó que es parte de su derecho a la educación, ya que sin salarios dignos hay cambio de personal y desestabiliza a la clase; “a veces ya no sabemos dónde nos quedamos en los temas”.
sjl