Pachuca.- Pérdida de memoria, días sin trabajo, una recuperación sin garantía, temor y 18 tornillos en la cara son algunas de las secuelas de la golpiza que recibió Yoel en las inmediaciones de la Plaza Constitución, agresiones orquestadas por comerciantes de la zona, quienes lo señalaron por robo sin fundamentos.
A casi dos meses del intento de linchamiento en el centro de Pachuca, el agredido relató cómo su vida, su visión y perspectiva cambiaron el 16 de septiembre, cuando un grupo de personas lo retuvo a él y a su amigo Jesús, y los golpearon y acusaron de robo.
“Yo nada que ver con la persona que les había robado” declaró y recordó cómo lo señalaron por tener los mismos tenis que la persona que afectó sus bienes, pero aseguró no ser él. “Hoy traigo los mismos tenis que ese día” agregó y señaló su calzado de color azul con algunas manchas de sangre salpicadas en el frente.
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Asimismo, el agredido señaló que su acompañante ese día, Jesús, también tuvo consecuencias en su día a día, pues él se dedicaba a la venta de chicharrones y “ya no le tienen confianza”, por lo que perdió su fuente de ingresos.
¿Cómo sucedieron los hechos?
Yoel recordó que el 16 de septiembre se encontró con su amigo Jesús, a quién le pidió ayuda para vender mercancía de su negocio, ya que además de la música se dedica al comercio.
Al estar en uno de los negocios ofreciendo el producto, los retuvieron varios minutos bajo el argumento de que no estaba el dueño, quién pagaría mil pesos por la mercancía. Los minutos pasaron y algunas personas se dieron cuenta de que llevaba alrededor de 11 mil pesos -contó Yoel- puesto que se ofreció a cambiar un billete de 500 pesos a una clienta del local, "me sentí con confianza, era de día, no estaba en un lugar oscuro o en la noche en un barrio", dijo.
Sin embargo, a partir de ese momento sintió tensión en el ambiente, miradas y posiciones que lo acorralaron y finalmente lo amagaron por la espalda y lo empezaron a golpear bajo el argumento de haber robado la mercancía, su instinto fue defenderse con patadas y groserías, pero lo agarraron entre varios y Chuchín -como llamó de cariño a su amigo- trató de defenderlo, pero fue golpeado también.
La multitud comenzó a juntarse, ambos fueron sacados a la esquina entre las calles Julián Villagrán y Plaza Constitución, frente a la iglesia de La Asunción, en el centro de Pachuca, donde fueron agredidos física y verbalmente por "muchas personas", quienes se retiraron cuando un medio de comunicación local comenzó con la transmisión en vivo. Finalmente, solamente tres personas quedaron como responsables de los hechos violentos, pero ellos expresaron “nos habían pegado mucho más antes del video”.
Ese día comenzó un capítulo en la vida de Yoel que él dijo querer terminar lo antes posible, dejar de lado la pesadilla, seguir con su vida y brindarle tranquilidad y paz a su familia.
“Yo ya me quiero olvidar de esto, no quiero exponer a mi familia y que esté preocupada mi madre", externó varias veces a lo largo de su relato.
La cirugía y las secuelas
Luego de ser detenido por los elementos de la Policía Municipal de Pachuca tras varios minutos de agresión y con el rostro bañado en sangre, Yoel tuvo que pagar una fianza para ser liberado y posteriormente fue llevado al servicio médico, donde le explicaron que su ojo estaba en peligro.
Al joven pachuqueño le colocaron 18 tornillos y una placa llamada órbita para permitir a su ojo mantenerse en su lugar, esto le llevó seis horas en quirófano y 240 mil pesos.
Luego de un mes y 10 días de la operación, Yoel mostró la hinchazón en su rostro del lado derecho, donde recibió varias patadas que rompieron el soporte natural de su ojo, además dijo estar en recuperación, ya que no puede hacer esfuerzos ni llevar una vida “normal” como antes lo hacía.
Sin embargo, los médicos le expusieron que en cualquier momento su cuerpo podría rechazar la placa que le fue colocada o “me puede durar toda la vida”, pero el procedimiento no le fue garantizado, además de que lo limitará en sus actividades.
Los procedimientos legales
Al inicio Yoel comenzó dos carpetas de investigación por lesiones y robo, pero fue contactado por un amigo en común de la parte agresora, quien le pidió “no afectar” a más comerciantes, ya que luego del intento de linchamiento, varios puestos fueron retirados de la zona por la alcaldía de Pachuca.
"Te quieren pedir una disculpa, saben que la regaron, no afectes a más personas, me dijeron…” mencionó y decidió tomar la oferta para evitar conflictos para los vendedores de la Plaza Constitución, así como para su familia y su mamá en especial, quien empezó con crisis nerviosas por su situación.
Ambas partes acordaron solucionar el conflicto por un procedimiento de Justicia Alternativa, con lo cual se desecharon las carpetas de investigación en contra de tres personas, así como acordaron el pago de la cirugía, gastos médicos de Yoel y Jesús, así como manutención para el primero al no poder trabajar hasta recibir el alta médica.
El agredido refirió que al no cumplir con los acuerdos, modificaron las cifras y los involucrados tuvieron que cubrir los gastos de la cirugía por 240 mil pesos, así como dar otros 125 mil pesos como parte del acuerdo de reparación del daño.
Yoel agradeció el apoyo de todas las personas que le escribieron y le ofrecieron ayuda, pero declaró estar conforme con los acuerdos a los que llegó y pidió no “agredir” o tomar represalias en contra de los agresores, “siento feo que les vayan a hacer algo por algo que sí cumplieron”, dijo con referencia a los acuerdos cumplidos.
Cuando la policía no defendió a Yoel, él se sintió “totalmente solo”
Yoel confesó que uno de los sentimientos que aún le afecta es el desamparo que sintió al no ser defendido por los agentes de seguridad municipal, ya que previo a ser rescatado, le solicitó auxilio a un policía municipal que no intervino entre la multitud.
“La verdad es que algo que sí siento muy muy muy feo, que sí me quedo con una sensación, es tener a quien nos defienden, en este caso la policía, tenerlos de frente y decirles que te ayude y no te ayudan. Es algo feo porque literal, es cuando dices, estoy solo, estoy totalmente solo, no hay quien te ayude”, externó.
Minutos más tarde llegaron varias patrullas municipales, fue entonces cuando los elementos municipales intervinieron y detuvieron a Yoel, pusieron sus manos detrás de su espalda y le pidieron que guardara silencio “o lo iban a seguir golpeando” los comerciantes, ya que el joven insistía en repetir la frase “yo no robé nada”.
El músico también dio a conocer que varias partes de ese día se borraron de su mente, por lo que tuvo que ver el video para recordar los hechos violentos. Además de la pérdida de memoria, Yoel también experimentó desorientación, puesto que al pedir que avisarán a sus familiares, dio su propio número de teléfono, “yo no tenía noción de muchas cosas”.
sjl