Pachuca.— Un caso más de abandono y maltrato animal se suma a los denunciados en Pachuca, además del expuesto en redes sociales en el que se logró el rescate de tres lomitos por parte de la Fundación Hopeful, la tarde del jueves el Refugio Jauría de Balú logró la salvaguarda de Boston, una perrita paralítica abandonada por sus tutores y cuyo diagnóstico es reservado.
“Recibimos la denuncia de que personas se mudaron y dejaron en abandono de una perrita Boston Terrier, cuando se acudió a la visita se observó que la lomito es paralítica; el miércoles por la noche se dio la orden para notificar a los propietarios y el jueves se realizó el cateo para retirar a la perrita. Ahora se encuentra canalizada, necesita placas para conocer el daño que tiene, pero de momento su pronóstico es reservado”, detalló la animalista Alba Jiménez.
Los tutores de la Boston Terrier deberán atender la carpeta de investigación por maltrato animal interpuesta ante la Unidad Especializada en la Investigación de los Delitos contra los Animales, en tanto, la lomito permanecerá bajo resguardo médico en Petterra Hospital Veterinario y del refugio para ser dada en adopción en caso de que se recupere. Se solicita apoyo para cubrir los gastos clínicos, en tanto se determina la sanción de los tutores, las donaciones se realizan en la cuenta Banorte 1117713263.
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Van 28 denuncias por maltrato animal
En lo que va del año el refugio La Jauría de Balú ha presentado 28 denuncias ante la Unidad Especializada en la Investigación de los Delitos contra los Animales, de las cuales solo 5 se han judicializado y 23 han quedado como faltas administrativas. Asimismo, en poco más de ocho meses ha logrado siete rescates de lomitos en condición de abandono, cuatro en Mineral de la Reforma y tres en Pachuca.
La rescatista indicó que la ley municipal dicta que el maltrato animal es una falta administrativa, en caso de que los animales de compañía tengan lesiones graves o fallezcan la carpeta de investigación se judicializa como un delito ante la Procuraduría General de Justicia del Estado con sanción que se define en audiencia.
“Por lo que luchamos es porque se tenga una cultura de tenencia responsable en donde se entienda que estos animales de compañía van a vivir entre 11 y 17 años. Se hace hincapié a los refugios, colectivos y rescatistas independientes que cuando van a adoptar los filtros tienen que ser rigurosos y a los adoptantes en que hay que considerar la estabilidad emocional como parte importante en la adopción, así como estabilidad económica y casa propia, la idea no es ser clasista, pero hay que ser analíticos porque es como tener un hijo”.
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