PACHUCA.- Con globos blancos para honrar su memoria, entre lágrimas, llanto y dolor de sus padres, familiares y compañeros de clase, sepultaron al adolescente Yahir, quien hace unos días se quitó la vida, hecho por el que responsabilizan a su maestra, ya que presuntamente ejerció acoso.
El servicio fúnebre comenzó a las 11 horas de este jueves 11 de julio en una capilla de la ciudad de Pachuca, donde fue ofrecida una misa de cuerpo presente acompañada de palabras del párroco a cargo, lo que se extendió por algunas horas y se dio oportunidad de llegar a los deudos y personas que quisieran manifestar su pésame.
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Entre ellas estuvieron el resto de estudiantes del tercer grado de la escuela secundaria Manuel Fernando Soto Pastrana, localizada en la colonia La Raza de Pachuca, donde el joven de tan sólo 15 años de edad estaba a punto de celebrar su graduación. Sus padres acusaron ocurrían actos de acoso por parte de una maestra identificada como Pilar.
Los adolescentes se organizaron y primero llegaron hasta la capilla a bordo de un autobús, lo que hicieron con lo que es el último uniforme, pues querían mostrar a su excompañero su amistad; igual, portaron globos blancos en señal de respeto y así fue transcurriendo el sepelio.
Madre se avienta al ataúd de su hijo antes de sepultarlo
Luego de la misa, el cuerpo de Yahir fue llevado hasta el cementerio de Pachuquilla, en el municipio de Mineral de la Reforma, donde fue hecho un nuevo acto religioso y se dio la oportunidad de despedir al joven, lo que hicieron sus padres, familiares, amigos de colonia y sus compañeros de clase uno a uno.
Fue casi una hora lo que duró lo anterior, enmarcado con música de mariachi que interpretó canciones dedicadas a niños fallecidos, aunque igual se escuchaba llanto, sollozos y gritos de dolor por la pérdida sufrida. Poco a poco, algunas personas fueron dejando flores y consolando a los progenitores.
En un momento dado, un grupo de personas cargó el ataúd blanco que en todo momento era custodiado por una fotografía que alcanzó a retratar a Yahir con su uniforme de secundaria color gris con detalles azules; por momentos el cuadro lo sujetaba quienes parecían ser hermanos, un total de 3 y menores de 15 años.
El llamado último adiós llegó e iba a ser dado en una tumba bastante rústica y en la que al lado estaban los bordes de tierra que luego iban a ser devueltos al agujero; no sin antes otras palabras dedicadas a la memoria del fallecido, lo que se enmarcó con una mujer que fue su madre aventándose hacia el féretro en medio de lágrimas.
Al lado llegó lo que parecía ser su esposo para consolarla y ambos eran los padres de un hijo que ya no les volverá a dar un abrazo, caricias, ni tampoco un motivo de regaño típico de la adolescencia en la que quedará eternamente, pues él decidió quitarse la vida motivado por un acoso reiterado de su maestra Pilar y una amenaza sobre su clausura escolar.
De fondo, el mariachi siguió sonando con melodías que buscaban dar apoyo y honrando la memoria de quien ya no tendrá sueños, emociones, anhelos ni disfrutar de sus gustos que al momento de su muerte eran los dulces y su padre lo recordó, pues dejó caer sobre la tumba un aguinaldo improvisado.
Yahir quería ser chef, padres piden se haga justicia al insistir en acusaciones contra maestra
En una protesta realizada al día siguiente de que Yahir se quitara la vida en su domicilio, sus padres lo describieron como un adolescente tranquilo y hasta sociable, de quien recordaron además estaba entusiasmado con su graduación para luego poder entrar al bachillerato, ya que su meta de vida era ser un chef.
Pero a propósito de la ceremonia de fin de curso, aseveraron que su maestra Pilar lo amenazó con que no iba a poder acudir debido a un desacuerdo con su cabello, del que sus progenitores dijeron estaban consientes, pero él quería tenerlo corto para acudir al evento de gala, pero la profesora no lo entendió así y bastó para sacarlo de la escuela entre vejaciones.
Actos que se aseveraron eran de manera reiterativos, es decir, el estudiante sufría de un acoso sistemático de Pilar quien sobrepasó lo físico y se fue a lo emocional al asegurar con tono burlón que el pequeño era una decepción para sus padres, lo que sumado a la amenaza fueron presunto motivo para suicidarse.
Ante lo anterior, los ahora deudos exigieron que se ejerza la justicia contra la docente por los insultos, acoso, vejaciones y hasta maltrato físico que aseguran derivó en la muerte del joven a sus 15 años de edad; pero fueron más allá e igual señalaron al director de la secundaria por omisión al corroborar o negar lo dicho en quejas pasadas.
cem