Pachuca.— Todo comenzó con una llamada de celular que otra madre de familia le hizo a Karen Pérez Godínez la noche del 16 de junio para alertarla. En la escuela primaria Everardo Márquez, de Pachuca, algo pasaba entre los alumnos, algo que Karen notificó a la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), cuyo titular es Natividad Castrejón Valdez.
En esa llamada, Karen se enteró de que, en el grupo de cuarto grado (9-10 años) de dicha institución, donde cursa su hija, uno de los alumnos presuntamente cometía acoso en contra de algunos de sus compañeros, incluyendo a su pequeña. El tipo de bullying que le describieron incluía tocamientos de índole sexual.
En entrevista con La Silla Rota Hidalgo, Karen Pérez relató que su hija no le había contado nada al respecto, pero entonces, después de hablar con la otra madre de familia, comenzó a hilar algunas de las actitudes que había tenido su pequeña en los últimos meses y se dio cuenta de los cambios en su carácter, uno de los más evidentes es que ya no quería ir a la escuela.
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“La mamá me comenta que otras madres le dijeron que sus hijos refieren que hay un niño en el salón que hace tocamientos indebidos, les muestra sus partes íntimas y los obliga a que lo toquen y que hay amenaza de un arma de fuego en la institución. Sus hijos mencionan que mi hija es la más violentada porque se sienta enfrente del niño, es a la que más molesta, a la que más acosa, y lo más raro es que el profesor está en la misma aula”, contó.
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Agregó que el niño en cuestión está diagnosticado con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), pero desconoce si tiene algún tratamiento psicológico. Respecto de su hija, finalmente le contó las conductas que su compañero había tenido con ella, por lo que ya no quería ir a la escuela y decidió no llevarla, hasta el pasado martes, 25 de junio, por estar en exámenes.
Así ha sido el actuar de los responsables del plantel
El lunes 17 de junio, ella y otra madre de familia le comentó al profesor lo ocurrido y la medida que tomó fue cambiar al niño de pupitre, aunque se le mantuvo en la misma aula. Ese día no pudieron reunirse con la directora del plantel, Leticia Campos Luna, sino hasta después que entregaron escritos a mano para relatar la situación, no obstante, la respuesta no fue la que esperaban.
“Normalizó esto como un juego de niños que se llevaron pesado y ya no se aguantaron, porque dos de esos niños son hiperactivos y cada rato van a dirección porque se defienden o juegan muy brusco, yo le digo que mi hija es muy tranquila, muy reservada, y no sabía que contestar. Comentó que la mamá ya estaba enterada del hecho y de la amenaza del arma”, dijo.
Precisó que la amenaza por parte del menor es que llevaría un arma de fuego, propiedad de su padre, a la escuela, algo que encendió las alarmas, debido a algunos hechos que han ocurrido en escuelas: “A mí sí me hace mucho ruido esto, hemos visto muchos casos en televisión, mi hija se sienta enfrente del niño, yo no voy a esperar a que el día de mañana pase una desgracia”.
Refiere que la directora les comentó que el protocolo de la SEP indica que deben esperar una semana en la que se le pide a la mamá del infante que entregue un diagnóstico de psicología sobre las medidas que iba a dar el especialista para esta situación.
Además, Karen Pérez mencionó que Campos Luna les pidió que no hablaran de esta situación con otros padres de familia bajo el argumento de que no se hiciera un “chisme” y que los demás progenitores no se “asusten”: “Me dijo que nos esperáramos a la respuesta que ella nos daría y es la fecha que no nos ha dicho nada”.
Independientemente de lo anterior, indicó que ya acudió a diferentes instancias para buscar asesoramiento o una solución a la problemática, como la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia, donde le mencionaron que no podían hacer nada, únicamente brindar atención psicológica.
Por ello, el pasado martes, 25 de junio, acudió a las oficinas de la Secretaría de Educación Pública estatal (SEPH) para entregar un oficio dirigido a su titular, Natividad Castrejón Valdés, para enterarlo de esta situación y pedir que se apliquen medidas inmediatas.
Dentro de ellas, Karen considera que el infante debería ser cambiado de salón, pues tampoco se le puede afectar su derecho a la educación, además de que se le brinde atención psicológica y se investigue qué es lo que podría estar generando esas conductas o si es víctima de algún tipo de violencia en su entorno familiar.
En tanto, su hija sí ha requerido apoyo de un psicólogo para poder abrirse y hablar sobre esta situación, a diferencia de los otros tres niños afectados, quienes fueron los que les contaron primero a sus mamás.
“(Que la SEP) Cheque cómo está la escuela, porque me comentan que hay mucho bullying, porque no nada más es regañar a la mamá y al niño, y no hacen otra cosa. Ver qué alternativas nos van a dar en cuanto a seguridad. […] Hacemos la petición de que solucione algo y que se dé la atención a ese niño, que sabemos que ya tiene un problema de TDAH, pero desconocemos si lo estén atendiendo como debe ser, no sabemos que le está pasando en casa”.
De igual forma, indicó que les gustaría que les garantizaran a los padres de familia que sus hijos estarán seguros en la escuela: “Pedimos que la SEP esté enterada, esperemos que la directora ya los haya enterado, y que no haya represalias hacia mi persona y hacia mi hija. Cambiarla de escuela no es opción”.
Esto dice el protocolo de la SEP
Karen Pérez ha seguido los pasos a seguir que marcan los Protocolos para la Prevención, Detección y Actuación en caso de abuso sexual infantil, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación básica, pues inició dando parte a la directiva de la escuela, que no les tuvo una respuesta pronta, por ello, acudió a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia de Hidalgo.
Posteriormente, se comunicó al Registro Estatal de Prevención, Atención y Erradicación de Violencia Escolar (REPAEVE), donde tampoco hubo la resolución esperada, e inició vía internet una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), la cual tiene intenciones de ratificar presencialmente en las oficinas.
El protocolo establece las fases de prevención, detección y actuación, así como guías y una serie de recomendaciones sobre qué hacer en casos de acoso, abuso y maltrato escolar, además de las responsabilidades de los titulares de cada área.
En los anexos se especifican los pasos a seguir para la atención a casos de abuso sexual, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación básica, brindando herramientas a los miembros de la comunidad educativa sobre qué hacer en estos casos.
sjl