PACHUCA.- No siempre fue Cinemex, Cinépolis y estás grandes empresas cinematográficas con salas de lujo en centros comerciales. Antes, los cines en Pachuca eran pequeñas salas donde proyectaban las mejores películas. Fue en el año de 1901 cuando se inauguró el primer cine en esta ciudad capital hidalguense, solo cinco años después de que los hermanos Lumiére inventaran el cinematógrafo, 1895.
Han pasado 123 años de aquella primera sala de cine en Pachuca traída por el señor Camilo Santillán donde los pobladores podían reunirse a pasar un momento de entretenimiento. Este espacio se edificó en la zona sur de la actual Plaza Independencia donde se encuentra el Reloj Monumental, en el centro de la ciudad.
En aquella época, la entrada para disfrutar una película en el cine costaba 5 centavos y 10 centavos. La diferencia radicaba en el lugar, los primeros pagaban por sentarse en una banca; y, los segundos, elegían disfrutar de la película cómodamente en una silla. Este primer cine en Pachuca fue conocido como El Jalacón.
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Como antes no había grandes producciones cinematográficas ni películas comerciales, en este cine se proyectaron cintas como La salida de las fábricas Lumiére y Llegada de un tren a la estación de Ciotat. Un año después de su edificación despareció en su totalidad a causa de un incendio. Posterior a ello, en el año 1906, en el actual Teatro Bartolomé de Medina comenzaron a realizarse funciones de cine los días lunes y miércoles, según relata el historiador Juan Manuel Menes Llaguno.
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Conforme fueron avanzando los años, se fueron abriendo más espacios para la proyección de películas. En 1907 fue inaugurado el llamado Salón Verde, sala cinematográfica que estuvo en función por casi 10 años en la calle Leandro Valle. Durante ese tiempo, aparecieron otros cines conocidos como Salón Iris, ubicado en un anexo del Hotel Grenfeell en la calle de Doria y cine Palacio en el Portal Constitución (1909).
Para el año de 1918 nace el Salón Blanco ubicado entre las calles Guerrero y Bravo. Con la intervención de Enrique L. Pineda se convierte en el Salón Rojo y tras el éxito que tuvo edifican el Cine Pineda conocido por exhibir películas mexicanas y extranjeras (1926). Su fama duró 25 años hasta que, al igual que El Jalacón, se incendió en 1953. A diferencia del primero, este fue rescatado, remodelado y reabrió sus puertas bajo el nombre de Cine Alameda.
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Entre esos años, en 1939 se inaugura el famoso Cine Iracheta al cual llamaron Cine de Sociedad Pachuqueña. Este cine fue muy popular y puedes preguntarle a tus padres o abuelos alguna anécdota o película que hayan visto en este cine. O incluso a ti, te tocó algún recuerdo en esta sala.
La ciudad Pachuca siguió creciendo y en 1943 demolieron el Teatro Bartolomé de Medina para construir el Edificio Reforma propiedad de Maximiliano Ávila Camacho, hermano del presidente de la República Manuel Ávila Camacho. En este espacio conocido como Adefesio Reforma por su arquitectura, proyectaron largometrajes de la época de oro del cine mexicano.
En 1969 en Pachuca solo se tenían los cines Alameda, Reforma e Iracheta. Por lo que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sección XV, creo el Cine SNTE, que en 1974 se convirtió en el Cine San Francisco; también dejó de funcionar un par de años después. En 1975, demolieron el cine Reforma para trasladar todo el mobiliario a la avenida Juárez donde estuvo en funcionamiento por otros 19 años hasta que en 1994 volvió a desaparecer. Actualmente, se encuentra ahí el Parque del Maestro.
Para los años 90 y 2000 los cines comenzaron a alejarse del centro de la ciudad de Pachuca a medida que esta crecía. Entonces, las plazas comerciales fueron las principales sedes para albergas estos espacios y durante esa época los más famosos fueron Salas del Jardín Independencia, Plaza 2000, Cinépolis Plaza Bella y Cinemas Hollywood. A la fecha, solo el de Plaza Bella continúa en función aunque presenta menor demanda debido a que existen más ofertas de cines en otras plazas como Galerías, Plaza Q, Plaza Vértice, Soriana del Valle, Gran Patio.
jgp