ORGULLO HIDALGUENSE

"Corro detrás de un sueño”, pachuqueño logra bronce en futbol para invidentes

El actual jugador de los Tuzos de Plata, filial al Club de Futbol de los Tuzos del Pachuca y que perdió ambos ojos cuando tenía ocho meses de nacido, consiguió la medalla de bronce con la Selección Mexicana de Futbol para Invidentes

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.-  “Yo no corro detrás de un balón yo corro detrás de un sueño”, es la frase que acuñó Saúl Pineda Sebastián, futbolista pachuqueño con debilidad visual, quien hace unas semanas viajó con la Selección Mexicana de Futbol para Invidentes a la ciudad de Bogotá, Colombia, donde ganaron la medalla de bronce

Portando la casaca número nueve, dijo, “me tocó ser defensa y de jugar contra tres equipos muy buenos: Brasil, Argentina y Colombia… los primeros dos, la mera verdad, nos dieron una revolcada, pues perdimos; pero ya con el último ganamos y fue que nos dieron el tercer lugar de la competencia, no regresamos con las manos vacías”.

Así lo expresó en entrevista a La Silla Rota el joven de Pachuca de 20 años y actual jugador de los Tuzos de Plata (filial al Club de Futbol de los Tuzos del Pachuca), quien perdió ambos ojos cuando tenía ocho meses de nacido, producto de una bacteria que contrajo en un hospital.

En su primera experiencia como seleccionado nacional, dijo que estos Juegos Parapanamericanos Juveniles (realizados del 2 al 12 de junio de 2023) le trajeron mucha satisfacción de haber representado a México e Hidalgo en esta justa internacional.

“La verdad sentí mucho nervio al principio, cuando nos enfrentamos a Brasil… yo creo que todos lo estábamos, no nada más a mí. Perdimos 4 goles a 0. Pero, en el segundo partido con Argentina, ya con menos nervio, dimos lo mejor, pero perdimos uno a cero… sin embargo, ya con los anfitriones de Colombia, ganamos 3 goles a 2”, comentó.

Saúl Pineda Sebastián, futbolista pachuqueño con debilidad visual Foto. Especial

Esta justa deportiva realizada en tierras colombianas para personas con capacidades diferentes, tuvo 12 disciplinas y el objetivo fue fortalecer el desarrollo del deporte paralímpico juvenil en América.

“Fue una experiencia muy bonita. Los pocos o muchos minutos que estuve en la cancha los disfrute sin duda. El hecho de competir con otras personas que están en mi misma condición, fue algo que nunca olvidaré en mi vida… hoy que yo no corro detrás de un balón yo corro detrás de un sueño”, dijo.

En mayo, Saúl Pineda concedió una entrevista a La Silla Rota manifestando que, pese a tener debilidad visual, él prefiere percibirla como una “habilidad diferente” que le ha permitido desafiar su día a día. 

Saúl participó en la Selección Mexicana de Futbol para Invidentes Foto. Especial

Saúl es uno de los 596 mil 154 hidalguenses (19.3 por ciento de la población total del estado) que padece una discapacidad o limitación en la actividad cotidiana. Pese a ello, él es resiliente y lo reafirma siempre con su frase “nunca hay que decir nunca hasta no probar”.

Pese a que no anotó ningún gol, dijo Saúl, se siente ganador. Un entrenador le dijo: “tu no te sientas mal, pues el siempre hecho de estar aquí ya te hace ganador… y sí, me sentí así, aunque no te miento, me hubiese gustado anotar un gol, pero no se pudo y sé que vendrán más oportunidades”, comentó.

Saúl es actual jugador de los Tuzos de Plata Foto. Especial

Venció su miedo a subirse a un avión

Saúl compartió hace unas semanas con este medio de comunicación su temor a subirse a un avión. Ahora que regresó, dijo haber disfrutado de esa sensación de sentir el impulso y percibir los sonidos de los motores y la propulsión.

“Antes de subirme al avión, me preguntaba ¿cómo va a ser?, pues antes de subirme, escuchaba el ruido de los aviones en la pista… ya dentro del avión, escuchar a las aeromozas dándonos las instrucciones ante un accidente… ahí nos explicaban qué hacer, pero la verdad, para mi no lo entendía, pues uno que no ve, no sabe usar este tipo de accesorios”, expresó.

Al final lo disfrutó. Regresó y se sintió “como tomar un autobús, pues ya sabes lo que va a pasar”. 

Saúl consiguió la medalla de bronce con el seleccionado nacional Foto. Especial

Un poco de su historia

Saúl Pineda nació en la Ciudad de México. Sin embargo, desde los seis años de edad, él y su familia viven en Pachuca. Es el mayor de dos hermanos, Marely y Santiaguito, de 13 y 16 años. Vive con su mamá y su padrastro.

Perdió los ojos a consecuencia de una bacteria llamada pseudomona que contrajo cuando fue internado, a los ocho meses de nacido, en un hospital. Todo ocurrió por comer una guayaba, con la cual se broncoaspiró. Debido a que este organismo perforó las córneas, tuvieron que extraerle los ojos.

A diferencia de otras personas que en edad avanzada adquieren la discapacidad, a Saúl esta condición no le representó un problema anímico o de depresión ya que, prácticamente, él “nació ciego”.

Buscará la clasificación para la selección mexicana de adultos

Una vez cumplido su paso por la Selección Mexicana Juvenil, el próximo reto que tiene Saúl es clasificar “para la grande”, es decir, para la Selección Mexicana de Futbol que incluye a los deportistas adultos (de 21 a 30 años). 

“Si Dios nos lo permite, vamos por la mayor y ahí, también, es viajar y ahí vamos a estar”, concluyó.

 

 

jgp