Pachuca.– En el centro de la ciudad hay tres inmuebles históricos que ahora son oficinas donde se pagan servicios o establecimientos comerciales, pero que hace más de 90 años fueron los cines: Pineda, Iracheta y Reforma.
Seguramente que has caminado por la calle Vicente Guerrero de la capital, cerca de la intersección de la vialidad Nicolás Bravo Rueda, que es donde se localiza un inmueble que abarca casi una cuadra, de color amarillo, doble altura y con molduras blancas.
Actualmente es una tienda de enceres domésticos y sucursal bancaria, pero hace 97 años se inauguró como el Cine Pineda, cuyo nombre hace alusión a Enrique L. Pineda, quien lo construyó. Debido a su elegancia, también era conocido como Coliseo Guerrero.
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Las proyecciones en este lugar comenzaron el 2 de mayo de 1926, de acuerdo con información de la Mediateca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Este cine es el más antiguo de los tres inmuebles mencionados.
La investigadora Carmen Lorenzo Monterrubio, escritora del libro “Teatros, cines y espectáculos de Pachuca (1870-1943)”, narra que en octubre de 1938 se cayó el cielo raso que había en la galería de este cine, el público abandonó el lugar de inmediato y no existió mayor contratiempo.
Sin embargo, dos décadas después de la inauguración, un incendio acabó con el inmueble, el 15 de febrero de 1952, con posterioridad reabrió con el nombre de Teatro Alameda.
La autora Lorenzo Monterrubio destaca en su investigación que “el Teatro Cine Pineda fue uno de los más importantes en la ciudad de Pachuca, donde se exhibían películas hollywoodenses que fueron del agrado del público”.
Sobre esta misma vialidad, a unos metros de este inmueble se localiza el Iracheta, también conocido como el “Cine de la Sociedad Pachuqueña”, que dio la bienvenida al público el 17 de febrero 1929, con la presentación de un cuarteto musical.
Desde entonces han pasado 94 años y el lugar continúa sobre la calle Vicente Guerrero, a un costado de la plaza Juan C. Doria, la diferencia es que ya no se proyectan películas como “Santa” o “Allá en el Rancho Grande”, ahora es oficina de cobro de servicios de telefónica, cable e internet. El inmueble es tan extenso que también alberga un estacionamiento público.
Una de las calles paralelas a Guerrero es Mariano Matamoros, donde la noche del 27 de octubre de 1944 se inauguró el Cine Reforma, que sustituyó al teatro Bartolomé de Medina.
Dicho espacio fue demolido un año antes, en 1943, de acuerdo con el cronista Juan Manuel Menes Llaguno, quien, a su vez, indica que los pachuqueños inconformes con la demolición denominaron aquel edificio como “Adefesio Deforma”.
El cronista expone que la construcción estuvo a cargo de la Cadena de Oro, una empresa propiedad de Maximino Ávila Camacho, hermano del entonces presidente Manuel Ávila Camacho.
Por ahora, sobre la vialidad donde estaba el edificio, hay todo tipo de negocios, desde zapaterías, ópticas, restaurantes, entre otros.
sjl