COMERCIO AMBULANTE

Silvia, una guerrera de 76 años; con parkinson sobrevive tejiendo

La mujer de 76 años narró que le gustaría tener un local grandísimo para vender los vestidos de muñeca que ofrece por las calles de la ciudad

Silvia tiene 76 años y vende ropa de muñeca en las calles de la ciudad.Créditos: Lorena Rosas
Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.– El 21 por ciento de las mujeres comerciantes en Hidalgo son adultas mayores como Silvia Delfina Hernández Guerrero, una vendedora ambulante de 76 años de edad enferma de Parkinson que elabora vestidos de estambre a mano para comercializarlos en calles de Pachuca y la Ciudad de México.

Silvia cumplirá 77 años el próximo 2 de noviembre y sueña con tener un local donde exhibir sus tejidos y productos esotéricos, pero no tiene recursos para invertir. Sus ventas y el apoyo bimestral que recibe del gobierno federal, de 2 mil 550 pesos, apenas le alcanza para pagar la renta de su casa, el mantenimiento y sus gastos personales

En Hidalgo, hay 16 mil 818 adultas mayores como Silvia que se dedican al comercio, de acuerdo con numerarias del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) al corte del segundo trimestre del año en curso, la cifra más alta registrada desde el primer trimestre de 2020, cuando había 17 mil 995 mujeres comerciantes de la tercera edad. 

Vestidos tejidos con amor 

Silvia empezó a tejer ropa y zapatitos para bebé, pero no era rentable porque los compradores regateaban el trabajo que la adulta mayor elaboraba durante semanas. 

Así fue como nació la idea de hacer algo más práctico y barato: vestiditos para muñecas que cuestan 50 pesos y la confección tarda alrededor de dos horas. 

El proyecto de ropa para juguetes lleva ocho años, la adulta mayor vende sus productos los miércoles y sábados en las avenidas José María Pino Suárez y Venustiano Carranza, Ciudad de México.

El resto de la semana lo hace afuera del mercado Primero de Mayo de Pachuca, municipio donde actualmente vive. 

“Me gusta salir a vender cuando los niños van a la escuela porque son los que mueven el negocio, los que compran los vestiditos junto con sus mamás”.

Cuando es quincena, Silvia prefiere caminar por los bancos que circundan el Reloj Monumental y en un buen día de venta logra vender hasta 16 vestidos.

Además de los tejidos, a veces comercializa cuarzos, inciensos o veladoras en los tianguis de Venta Prieta, Villas de Pachuca y Providencia.

Comerciante desde niña 

Silvia cuenta que desde niña fue comerciante en su estado natal de Tlaxcala, su padre fue quien le enseñó el oficio de vender.

“Soy comerciante desde siempre, cuando era niña hacía muñequitas de trapo y en los carnavales de Tlaxcala vendía cascarones de agua perfumada”.

Su vida de comerciante la siguió durante la juventud, pero en la Ciudad de México, en donde pasó la mayor parte de su vida, en el año 1985 fue cuando comenzó a vender los productos esotéricos. 

Pero el giro comercial lo cambió a los tejidos desde hace ocho años que le diagnosticaron Parkinson, que caracteriza por la falta de producción de dopamina que es la que ayuda a los movimientos del cuerpo. 

Vendedora a los 76 años 

Silvia es oriunda del Estado de Tlaxcala, vivió por años en la Ciudad de México, aunque hace seis llegó a Pachuca en compañía de su hijo, quien se encargaba de sus gastos.

Así es que la adulta mayor salía a vender a las calles por gusto, pero ahora lo hace para pagar su renta, pues su familiar actualmente atiende los gastos médicos de su hija de 19 años que padece cáncer y está en tratamiento en el estado de Veracruz. 

“El problema es que ahorita sí tengo que pagar mi renta, antes mi hijo lo hacía, pero él tiene ahora problemas económicos y yo lo tengo que ayudar siquiera con mis gastos, a mí me gusta trabajar”. 

De arrendamiento, la mujer eroga 2 mil 300 pesos y 250 de mantenimiento, en total tiene que juntar 2 mil 550 pesos al mes, eso sin contar los servicios de luz y agua. 

Los ingresos para cubrir sus gastos provienen de su labor como comerciante ambulante, cada quincena estima que gana de mil 500 a 2 mil pesos, más los recursos bimestrales que recibe del Programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores.

“A mí me encanta el comercio, si yo tuviera dinero pondría un puesto grandísimo, pero pues no, pero así soy feliz. Me encanta ser comerciante porque eso es la vida, el platicar con la gente, el convivir con los compañeros, es una cosa hermosa”. 

Comerciantes en Hidalgo

Al corte del segundo trimestre de 2022 en Hidalgo había 128 mil 109 comerciantes, de dicho total, 63 por ciento son mujeres; es decir, 80 mil 922.

De las más de 80 mil, 16 mil 818 son mujeres como Silva que tienen más de 60 años de edad, como lo revelan las numerarias de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.

Las cifras, también indican que en los últimos dos años hay una tendencia al alza en el número de comerciantes que son adultas mayores

El registro más alto data del primer trimestre de 2020, pues previo a la pandemia por covid-19, había 17 mil 995 mujeres de 60 años y más laborando en el sector del comercio.  

En los periodos subsecuentes la cifra decreció e incluso en aquel año cerró con 9 mil 475 adultas con dicha edad. A finales de 2021, las comerciantes aumentaron hasta 15 mil 501.

Para el segundo trimestre de la anualidad en curso, que es el más actual reportado, creció a 16 mil 818 mujeres de la tercera edad laborando en el comercio.

Fotografías de Lorena Rosas

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