PACHUCA.- Hace tres años y medio, David Flores Gutiérrez, mejor conocido como el payaso Dibu, perdió la vista derivado de complicaciones por la diabetes; además, desde agosto fue diagnosticado con falla renal, por lo que debe dializarse constantemente.
Sin embargo, aunque su salud se ha visto mermada busca regresar a los parques o presentaciones privadas para presentar su espectáculo, pues durante la pandemia por covid-19 no tuvo contrataciones y este año presentó daño en los riñones que estuvo a punto de quitarle la vida por no atenderse oportunamente.
“Soy payaso, llevo 18 años de payaso, cuando perdí la vista entré en un bache muy feo, pero poco a poco fui saliendo, me dijeron (familiares) que sí se podía, que había gente que perdía la vista y seguía trabajando y me animaron a trabajar, pero de ahí para acá me fui sintiendo mal, por la falla renal, no podía caminar bien, pero ahora ya camino un poco, no estoy inválido, solo puedo caminar poco, porque me cansó mucho”, expresó.
Recordó que la pérdida de la vista derivó de un desprendimiento de retina en el ojo izquierdo y un infarto en el derecho; en el primer caso, reconoció, fue la falta de cuidados a su diabetes, la cual le fue diagnosticada hace 18 años.
Aseveró que un día Dibu se encontraba maquillándose para acudir a una presentación, pero al cerrar el ojo derecho para pintarse el lado izquierdo de la cara, no vio nada, por lo que decidió acudir al Hospital General de Pachuca a ver un médico, quien lo mandó con el especialista, pero este le dijo que tuvo una retinopatía diabética, que es una afección del ojo que puede causar pérdida de visión y ceguera en personas con diabetes; además, afecta los vasos sanguíneos de la retina.
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Aunque parecía que su salud no empeoraría, aproximadamente seis meses después acudió a la revisión de su otro ojo, ya que se veía rojo, estaba sangrando. En esa ocasión le dijeron que podían salvarle la vista con una operación, pues de lo contrario correría con la misma suerte que con el anterior.
Flores Gutiérrez recordó que optó por arriesgarse y se sometió a la cirugía ocular, en donde le explicaron que le lavarían el ojo y le pondrían una especie de silicón en la retina que se estaba desprendiendo; esto, con el fin de evitar que avanzara el problema.
“(La retina) la plancharon con silicón para que volviera a extenderse y para no perder la vista, pero se complicó, se infartó el ojo y perdí la vista. Yo entré al quirófano viendo, pero de ahí salí sin poder ver”, comentó.
No obstante, el especialista le dio esperanza de reparar el daño con otra operación, por lo que lo canalizó al Hospital de la Luz, pero no se pudo hacer nada, “pues era un infarto, ya no había nada que hacer”; por ambas operaciones pagó 27 mil pesos, 14 mil en la primera y 13 mil en la segunda.
“Mi madre está perdiendo la vista, ya perdió la vista de un ojo y del otro va para allá, pero yo veía mejor que mi mamá, antes yo manejaba y mi mamá veía menos y ahorita yo ya no veo y mi mamá ve poquito”, comparó.
Trabajaba para la presidencia de Pachuca
David Flores recordó que antes de la pandemia por covid-19 trabajó para presidencia durante cinco o seis años, pues cuando buscaban payasos se inscribía para dar su espectáculo, por lo que se presentó en varias ocasiones en El Centro Cultural El Reloj, en plaza Independencia; pero también en el Parque Hidalgo, Plaza Constitución, en la explanada de iglesias, en fiestas infantiles, entre otros.
Pero por el confinamiento para evitar la propagación del coronavirus y la suspensión de actividades no esenciales, “no me caían chambas”.
“El sábado me cayó una animación de una fiesta y me la aventé, pero uno no sale del bache así como así, pero ya empezamos, y de una u otra manera sacamos adelante la enfermedad y a ver cuánto nos dura”, dijo.
En ese sentido, pidió un voto de confianza a las personas que deseen contratar sus servicios, pues aunque por el momento no pasa por un estado de salud óptimo, está luchando por mejorar y brindar un show de calidad, pues aunque no ve, sabe formar figuras con globos, se maquilla, canta, entre otras cosas.
Actualmente, ante la falta de trabajo, solicita el apoyo con una moneda de quienes pasan por la calle donde se encuentra, pues de alguna manera busca ayudar con los gastos para su enfermedad, ya que si bien su esposa trabaja, aún deben pagar los estudios de su hijo que se encuentra en bachillerato, mientras que otros dos trabajan por su cuenta y apoyan con los gastos de la casa.
Daño renal, irreversible
En agosto pasado, acudió al Hospital General de Pachuca luego de sentirse mal, el médico le dijo que padecía daño renal y era urgente comenzar con diálisis para mejorar su salud, por lo que requería de 10 mil pesos para que le pusieran un catéter.
No obstante, uno de sus hijos logró encontrar un trabajo en el que le dan seguro social, aseguró a su papá y fue como pudo ser dializado desde entonces. En un inicio el catéter se le colocó en la peritoneal, pero sufrió de peritonitis y tuvo que cambiarse el catéter al cuello.
Derivado de sus padecimientos, ha buscado apoyo del gobierno federal a través del programa de pensión para personas con discapacidad, pero no ha tenido suerte, ya al contar con más de 40 años de edad, no es susceptible de dicho beneficio, toda vez que el esquema solo brinda apoyo económico de 2 mil 800 pesos bimestrales a menores de 29 años, mayores de 65 años o personas indígenas.
Pero confía en que el próximo año podrá ser susceptible de dicho apoyo económico para apoyarse en sus gastos médicos y personales en tanto vuelve a trabajar como el payaso Dibu.
sjl