PACHUCA.- “El cempasúchil chino no es lo que nos está dando en la torre. Lo que realmente nos está dando ‘una chinga’ son los cubeteros y los ambulantes que, año con año, sacan sus puestos a la calle o estacionan camionetas para vender flor muy barata y de mala calidad, no solo en esta temporada de Día de Muertos, sino en prácticamente todas las celebraciones”.
Así lo expresó Eulalia Márquez García, propietaria de la florería La Güera, ubicada en el Mercado Benito Juárez, en Pachuca, quien al igual que otros comerciantes establecidos están hartos de esta competencia desleal.
“Este local es mío. Tiene 30 años, los mismos que lleva este mercado, aunque yo llevo más de 60 años vendiendo flores, a esto nos hemos dedicado toda la vida prácticamente. Hoy sí pedimos que les pongan un alto a estos comerciantes, ellos no pagan lo que nosotros pagamos”.
En entrevista con La Silla Rota Hidalgo, Eulalia Márquez, mejor conocida como La Güera, es originaria de Pachuca. Gracias a este negocio, logró sacar adelante a sus hijos, quienes hoy trabajan con ella en la venta de flores, coronas y arreglos para toda la ocasión. En caso de no vender los rollos que compraron, Doña Eulalia dijo, con pena, tendrán que tirarlas a la basura.
Son oportunistas
Doña Eulalia comentó que se han percatado que hay comerciantes ambulantes que aprovechan la temporada de Día de Muertos “para cambiar de giro”, es decir, “son los que venden chiles en el año, pero llegan estas fechas y se ponen a vender flor”.
También hay vendedores ambulantes que “ni siquiera son de Pachuca”, es decir, “vienen de otros lugares, llegan en camionetas y las estaciones a ras de calle y ahí venden” o también las ofrecen en cubetas.
“Nos dan una chinga a nosotros, pues, aunque sea una rosita, vienen y la malbaratan y nosotros no podemos con eso, pues tenemos que sacar para nuestros gastos ya que nosotros pagamos impuestos a Hacienda, permisos, predial, luz y agua. Ellos no, por eso no podemos competir”, dijo.
La flor se vende porque cultivarla cuesta
El ramo más barato de cempasúchil que dan en la florería de La Güera es de 20 pesos. Esta flor, la traen de la Central de Abastos de la Ciudad de México, es de buena calidad y no está maltratada.
En contraste, vendedores de flor de cempasúchil dan los ramos a diez pesos. Es decir, 50 por ciento más barata del precio de un local establecido. Sin embargo, esta flor es de baja calidad.
“Esto es cada año, ya sea 14de febrero (Día del Amor y la Amistad), el 10 de mayo (Día de Las Madres), 1 y 2 de noviembre (Día de Muertos) o el 12 de diciembre (Día de Virgen de Guadalupe) … venden chiles, pero los dejan en esta temporada para vender flor y eso no va, no está bien y eso no se les deben de permitir”, expresó.
La comerciante de más de 60 años de edad, dijo estar consciente que “todos tenemos necesidad de comer, igual que yo. Pero, también que se pongan las pilas y paguen algo de lo que nosotros pagamos aquí en el local”.
Hace unos días, dijo, por pago de impuestos a la presidencia y a Hacienda, erogó más de 4 mil pesos. A eso, se suma el pago de luz y agua, la cual incrementa pues es de giro comercial, y los sueldos de empleados.
“Los ramos de flores de cempasúchil los venden afuera en diez pesos, 15 y 20 pesos. Yo los doy como mínimo en 20 pesos y hasta 40 pesos... ahí es donde nos amuelan a nosotros. Tan solo hace unos días fuimos a comprar flor a la Central de Abastos de la Ciudad de México, gastamos mil 500 pesos”, dijo.
A esta última cifra se aumenta el pago de gasolina y casetas, así como comidas, estacionamiento más otros imprevistos. Mientras, los comerciantes ambulantes, nada más estacionan su camioneta en la calle y comiencen a vender rápido, sin pagar nada más.
“Nosotros echamos flor tupidita, de calidad, mientras ellos ‘de a como caiga’. Es un comercio ilegal, pues mientras nosotros pagamos ellos llegan y se ponen ahí, nada más andan toreando a los inspectores o les da su lana y se van”, reiteró.
Inspectores se hacen de la vista gorda o los torean
Pese a que está prohibido el ambulantaje en el Centro de Pachuca, la florera denunció que los inspectores de Pachuca no hacen nada por frenar esta práctica desleal.
“Vienen y les dicen que se retiren, algunos les llegan a dar su dinero para que se hagan de la vista gorda o, también, los torean, es decir, dejan que se vaya el inspector y otra vez se vuelven a instalar en la calle”, contó.
Finalmente, pidió la intervención del gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, para que “ponga un hasta aquí, pues ya no podemos con el ambulantaje”.
sjl