JACALA.- Yareli, la niña que caminaba 16 kilómetros diarios para llegar hasta su escuela primaria para tomar clases en el municipio de Jacala, al noroeste del estado de Hidalgo, podrá tener un final feliz que repercutirá en su calidad de vida y estudios, pues le fue regalada una motocicleta para viajar menos.
La historia de la menor de edad, quien a propósito reside en una de las demarcaciones con mayores índices de pobreza, se hizo viral en las redes sociales de amera reciente, pues fue destacado que para ella no hay impedimentos u obstáculos en sus intensiones de poder superarse hasta ser profesionista.
Como LSR Hidalgo te narró de manera oportuna, con base en el testimonio que la activista Carolina Guerrero pudo retratar en un video, la menor de edad debe poner su máximo esfuerzo para poder trasladarse desde una humilde localidad hasta otro municipio, ya que no hay planteles cercanos a ella.
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Incluso, para poder tratar de paliar un poco el desgaste que significa caminar durante 16 kilómetros al día, la madre de Yareli lanzó una campaña en las redes sociales para poder recaudar fondos económicos que le sirvieran para comprar una motocicleta; sin embargo, le fue donada y no gastará en nada.
Desde hace tres años, Yareli camina 16 kilómetros diarios para ir a la primaria
Antes de emprender un viaje diario, que sería como ir desde el centro de la ciudad de Pachuca hasta las inmediaciones del museo El Rehilete de ida y vuelta, Yareli estudiaba una escuela comunitaria que operaba el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en su localidad que es Rancho Nuevo.
En dicho periodo de tiempo, ella cursaba su primaria junto a otros compañeros de su misma comunidad y de otras cercanas, pero eran más grandes que ella, pues el plantel era mixto, es decir, un salón para todos, ante lo cual todos fueron creciendo y egresando para continuar sus estudios en una secundaria.
Sin embargo, en un momento dado solamente quedó ella, como la única niña de su poblado, además, por lo que la pequeña institución debió cerrar y eso hizo que un alumno quedara en riesgo de no poder estudiar más, ante lo cual precisó que su meta de vida es poder ser una astrónoma para estudiar los planetas.
Ante lo cual, la madre de Yareli buscó opciones y la más cercana quedó a ocho kilómetros de ida, y se trata de la primaria Rafael Ramírez en la localidad Xiopa del municipio de Tlahuiltepa, para lo cual se despierta a las 5:30 horas y a la salida debe hacer el mismo trayecto por bosques y montañas.
Menor recibe motocicleta y queda con final feliz
De acuerdo con la activista Carolina Guerrero, quien fue la que compartió la historia de la menor de edad, a quien llama Yare de cariño, la campaña de recaudación tuvo éxito, pues se logró reunir el dinero suficiente para comprar una motocicleta no de uso, sino nueva, para que hubiera un final feliz.
En otro video, la niña junto con su madre fue llevada hasta una agencia para que pudiera recoger una cuatrimoto de color anaranjado que fue adquirida con recursos de donadores, de la propia encargada de difundir la historia y sus conocidos, ante lo cual fueron varios miles de pesos los gastados.
En todo momento, Yareli lució emocionada porque con el vehículo iba a poder tener una mejor calidad de vida y descansar, ya que si bien seguirán siendo los mismos 16 kilómetros de ida y vuelta de su casa a la primaria donde estudia, los recorrerá de una manera más fácil y sin complicaciones mayores.
Cuando se hizo el papeleo correspondiente, la unidad fue subida a una camioneta para ser llevada hasta la localidad Rancho Nuevo en el municipio de Jacala, que a propósito se encuentra marcado con base en cifras como el número 31 en nivel de pobreza en su población respecto a otros de Hidalgo.
En ese sentido, Carolina Guerrero refirió que desde la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) que preside Natividad Castrejón se comunicaron con ella para solicitar unirse a la causa de la menor, pues se quería comprar la moto para apoyarla enteramente en que completara sus estudios.
No obstante, la activista contestó que la compra ya estaba hecha, pero no desaprovechó la intención de ayudar, pues pidió facilidades para emplacar la unidad y un seguro, para que Yareli y su madre viajen con tranquilidad hacia la escuela u otros destinos que ahora podrán tener a la mano sin caminar.
cem
