La noche de este jueves se registró un colapso en la carretera México–Tampico, en el kilómetro 140+200, correspondiente al tramo Tlaxcango–Tenango, dentro del municipio de Lolotla. De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible (SIPDUS), la afectación abarca aproximadamente 30 metros de longitud, equivalentes a tres cuartas partes del ancho de la vía, y se estima que otros 30 metros podrían ceder en las próximas horas.
Maquinaria y cuerpos de emergencia trabajan en la zona
Personal de la Residencia IX Molango de la SIPDUS acudió de inmediato con maquinaria retroexcavadora Caterpillar para habilitar un paso provisional que permita mantener la circulación de vehículos pequeños y medianos. La estrategia de emergencia consiste en pivotar la línea de tránsito contra el talud, con el fin de reducir riesgos y garantizar el acceso de manera temporal.
La dependencia estatal señaló que la causa del colapso podría estar vinculada a una falla geológica en la zona, aunque será hasta este viernes, con la llegada de especialistas, cuando se realicen los estudios técnicos que confirmen el origen del daño y definan las alternativas de solución a corto y mediano plazo.
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Protección Civil y Guardia Nacional resguardan el área
Desde los primeros momentos, la Policía Estatal y la dirección de Protección Civil de Lolotla acordonaron el sitio para evitar accidentes y proteger la integridad de automovilistas y vecinos. Posteriormente, se sumaron elementos de la Subsecretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos de Hidalgo, así como de la Guardia Nacional, quienes permanecen en el lugar brindando apoyo y controlando el flujo vehicular.
Las autoridades recalcaron que el tránsito para camiones pesados se encuentra suspendido de manera indefinida, mientras que a los conductores de unidades pequeñas y medianas se les permite el paso bajo estrictas medidas de precaución. De igual manera, recomendaron evitar transitar por la zona si no es estrictamente necesario, hasta que se concluya la valoración técnica y se determinen las obras de reparación.
Afectaciones
El colapso ocurre en uno de los tramos más transitados de la carretera México–Tampico, ruta que conecta a la región con municipios de la Sierra y sirve de enlace comercial y de transporte hacia el norte del país. La interrupción en el flujo de camiones pesados impactará principalmente a transportistas y proveedores que circulan por la vía, lo que obliga a buscar rutas alternas para evitar mayores contratiempos.
La SIPDUS advirtió que, debido a la magnitud de los daños y la posibilidad de que el derrumbe se extienda, será necesario considerar trabajos de reconstrucción integral en el área afectada. Mientras tanto, el plan de acción inmediato es garantizar la seguridad de la población y mantener, aunque de forma limitada, la conectividad en la región.
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