Pachuca.— Con la firme convicción de que preservar la lengua y las tradiciones son una forma de resistencia, la fotógrafa y promotora cultural Kari Valentín, originaria de la comunidad de Santa Mónica, ubicada en Tenango de Doria, ha llevado su obra visual a distintos puntos del país para contar, a través del lente, la historia de su gente, sus paisajes y su identidad indígena.
Diseñadora gráfica de formación y hablante de la lengua hñähñu, Valentín exhibe actualmente su serie fotográfica “Mi Pueblo, Mi Orgullo y Mi Raíz”, una exposición que retrata cascadas, amaneceres, bordadoras, músicos y danzantes de su comunidad, como un homenaje visual a la riqueza cultural a la Sierra Otomí-Tepehua.
“Lo realizo con amor hacia mis raíces, hacia mi cultura, porque es mi identidad. Soy parte de un pueblo originario, y mi lengua materna, el otomí, es parte fundamental de este proyecto”, compartió la fotógrafa. La exposición está montada en el cuarto piso del edificio de gobierno de Hidalgo, en Pachuca, y también en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), y permanecerá hasta principios de agosto.
Además, su obra “Bordando mi raíz” fue seleccionada como finalista para exhibirse en la Casa de Cultura Banamex en la Ciudad de México y publicada en el libro “El México de los Mexicanos”, en su tercera edición. La pieza pone en valor el arte textil tradicional conocido como pepenado, elaborado por artesanas de su comunidad, como una forma de vida y expresión cultural.
“Quiero mostrar al mundo la gran riqueza que tenemos y que poco a poco se está perdiendo: nuestra lengua, nuestras tradiciones, nuestra conexión con la madre tierra”, afirma Kari, quien también ha participado en muestras en Querétaro, el Estado de México y varias comunidades de Hidalgo como San Nicolás y San Bartolo Tutotepec.
Kari no solo es fotógrafa, también es una defensora activa de su lengua materna. En redes sociales comparte contenido didáctico para enseñar palabras en hñähñu, con el objetivo de fomentar su uso entre las nuevas generaciones. “Siempre repito en mis exposiciones algunas palabras, y la gente se emociona cuando aprende una nueva. Es una manera de interactuar con mis raíces a través del arte”.
Su mensaje es claro: “Si tú hablas una lengua, si perteneces a una comunidad originaria, preserva la herencia de tus ancestros. Eso es lo que nos define, es nuestra identidad y nuestra cultura. No debemos dejarla en el pasado”.
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