Apan.- La sesión ordinaria del Cabildo de Apan se vio interrumpida la tarde del miércoles luego de que decenas de ciudadanos se presentaran en la sala para manifestar su inconformidad por la instalación de medidores de agua.
Entre consignas y exigencias, algunos asistentes pidieron la destitución de la presidenta municipal, Zorayda Robles Barrera, quien decidió suspender la reunión al considerar que no existían las condiciones para continuar, y fue escoltada por personal del ayuntamiento.
“No hemos visto a ningún regidor caminando por las comunidades viendo qué carencias tenemos, cuando son la máxima autoridad en el ayuntamiento y quienes autorizan o desautorizan obras, entonces necesitamos el compromiso de quienes están al frente, queremos que esta administración sea buena y benéfica para el municipio”.
A través de redes sociales, la alcaldesa condenó lo que calificó como “hechos violentos” durante la sesión y acusó que la protesta fue orquestada por actores políticos con fines desestabilizadores.
“Es deleznable la actuación de estos personajes políticos que han usado al pueblo para generar incertidumbre, desinformación y violencia. La solución de los conflictos siempre será el diálogo de manera pacífica y respetuosa”, expresó.
Asimismo, Robles aclaró que la medida de instalar medidores de agua no se aplicará de forma generalizada, sino únicamente a usuarios deudores, comercios con alto consumo y que no afectará a viviendas particulares ni a personas en situación de pobreza o marginación, y exhortó al pueblo a que se informe a través las páginas oficiales del ayuntamiento.
Alrededor de las 20:00 horas, y pasadas cerca de cuatro horas de manifestación, aún en las instalaciones del ayuntamiento apanenses solicitaban el desalojo de las instalaciones de la presidencia municipal. Con canciones como “Las golondrinas” y “Rata de dos patas” esperaban la salida de la alcaldesa y regidores.
Esta es la postura del municipio
El gobierno municipal emitió un comunicado en el que reiteró su disposición permanente para escuchar y atender las demandas de la población, siempre que se hagan “de forma pacífica y ordenada”. La alcaldesa reafirmó su compromiso con la libertad de expresión, pero advirtió que las peticiones ciudadanas deben responder al interés colectivo y no a intereses políticos.
“Mi gobierno es un gobierno de puertas abiertas. Estamos aquí para escuchar, atender y resolver. Reafirmo mi compromiso de mantener el diálogo, el respeto y el entendimiento como herramientas para construir soluciones en conjunto”, finalizó la presidenta municipal, quien se dijo dispuesta a atender personalmente a quienes presenten inquietudes legítimas.
sjl
