Tula.— Habitantes del municipio manifestaron su inconformidad ante el inicio del proyecto de construcción del puente Tres Culturas, para el desazolve parcial del Río Tula, exponen riesgo hídrico y afectaciones. El ayuntamiento propone nuevas mesas de trabajo para reprogramar el comienzo de la obra.
El proyecto, de acuerdo con personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Secretaría de Medio Ambiente de Hidalgo (Semarnath), contempla el desazolve de 3 mil 948 metros del cauce y la construcción de un nuevo puente, con 10 rampas de acceso para la entrada y salida de maquinaria.
El municipio explicó que la obra se desarrollará en tres frentes de trabajo: del puente Tres Culturas al puente Benicia; de este al puente Rojo; y finalmente del puente Rojo a las inmediaciones de la CFE.
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Como parte de los trabajos, se llevará a cabo la limpieza y cierre del terreno en zonas donde el río no se encuentra revestido, para facilitar las maniobras. El material extraído será deshidratado durante 24 horas antes de su retiro, con rutas planificadas para evitar el derrame en vías de comunicación.
El destino final de estos residuos será la comunidad de Xiteje, la cual cuenta con la autorización SEMARNATH/EE-002-2024 para recibir el material producto del desazolve, sin embargo, habitantes expresaron su rechazo a esta disposición, ya que, señalaron, en Xiteje se localiza un pozo de agua que abastece a varias comunidades.
También solicitaron que se instale una estación hidrométrica para monitorear la velocidad y volumen del río, especialmente ante la preocupación por la reducción del flujo con la construcción de las rampas.
“Con las rampas se va a disminuir la velocidad del agua y eso nos afectará cuando crezca el río; además, estamos en plena temporada de lluvias, y sabemos que el agua no bajará hasta octubre. No nos oponemos a la obra, pero el momento no es el adecuado”, expresó uno de los asistentes.
Los vecinos también solicitaron incluir en el proyecto un plan específico para el mantenimiento de compuertas y el estudio para la atención a las zonas críticas del río, a fin de garantizar la seguridad hidráulica del municipio.
A fin de mediar la discusión, el alcalde Cristian Martínez, propuso reprogramar la obra. “Los trabajos indudablemente nos hacen falta, pero se tienen que hacer en el tiempo en que todos consideremos, entonces vamos a replantear una mesa de trabajo para ver los tiempos idóneos, eso es lo pertinente”.
sjl