Pachuca.— Alejandro Sánchez Ramírez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH), confirmó que empresarios de Tula se encuentran alarmados luego del tiroteo ocurrido el 6 de diciembre en Tula.
Durante una visita a la zona, Sánchez Ramírez relató que el clima de inseguridad fue uno de los temas centrales discutidos entre presidentes municipales y representantes del sector productivo, quienes participaron en una expoturística dedicada a servicios y productos para el turismo.
En ese espacio, dijo, se evidenció un sentimiento generalizado de preocupación y la percepción de que la autoridad podría estar siendo rebasada por grupos delictivos que se disputan la plaza.
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Ante el temor de que la violencia crezca y detenga el flujo de inversiones, el CCEH propuso que los gobiernos municipales y los organismos empresariales hagan un llamado conjunto para solicitar al gobierno estatal y federal la instalación de una reunión de gabinete de seguridad directamente en la región de Tula.
Acciones para disminuir la violencia
El objetivo, puntualizó, sería realizar un análisis exhaustivo sobre la problemática real y definir acciones inmediatas para disminuir y erradicar la violencia. “Lo que les sugerí es que pidamos a nuestras autoridades que se haga un análisis profundo, incluso llevando una reunión de gabinete a Tula, para entender qué está pasando y qué se tiene que hacer. Cada uno tiene que hacer lo que le corresponde”.
El presidente del CCEH compartió que empresarios de la zona reportaron que, tras los hechos violentos del fin de semana, algunos establecimientos optaron por cerrar debido al miedo. Aunque no cuentan con un número preciso de comercios afectados, señaló que la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Tula, en los próximos días dará a conocer los datos.
Evitar el cierre de locales
“La verdad es que estaban asustados. Después de lo sucedido, algunos cerraron porque tenían miedo. Lo que queremos es que siga habiendo negocios y que siga habiendo inversión”.
Destacó que la prioridad es evitar que la violencia inhiba la apertura de nuevos negocios o afecte las inversiones existentes, un fenómeno que, advirtió, ya comienza a reflejarse en el ánimo de los empresarios.
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