La preocupación crece en el municipio serrano de Tlanchinol, Hidalgo, no solo por el aumento de delitos comunes, sino por las presuntas prácticas antiéticas que ahora alcanzarían a funcionarios dentro de la administración 2024-2027, quienes buscarían justificar sus sueldos mediante el robo intelectual.
El más reciente señalamiento apunta directamente a la contralora municipal, Georgina Yahaira Abrego Pinto, acusada de un presunto acto de plagio al presentar el nuevo Código de Conducta para funcionarios del municipio.
Código de conducta, como el de 2017
La funcionaria, a quien ya se le apoda como "La Plagiadora", habría aplicado el método del "copia y pega", presentando un documento que es una copia exacta del Código de Conducta que fue utilizado en el año 2017.
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Según la denuncia, a Abrego Pinto "se le olvidó" mencionar que el código es idéntico al que Pablo Salazar diera fe y legalidad hace casi una década, durante una administración anterior.
Controversia en Tlanchinol
Este hecho genera controversia y pone en entredicho la ética y la capacidad de los funcionarios actuales, sugiriendo que, con tal de justificar el sueldo que perciben, algunos personajes de la actual administración de Tlanchinol estarían recurriendo a la apropiación y el robo del trabajo realizado por otras personas.
El presunto plagio del documento fundamental que debe regir el comportamiento de los servidores públicos desata críticas sobre la falta de transparencia y la calidad de la labor que se está entregando a la ciudadanía.
