Pachuca.- “Hace falta mano de obra” en los pueblos de Tlacolula y Chapula, en Tianguistengo, luego de las lluvias que causaron que el río creciera y algunos cerros se cayeran, así lo refirió Miguel, un panadero originario de dicho municipio hidalguense y quien ofrece su producto artesanal en la explanada del Reloj Monumental.
En entrevista con LSR Hidalgo, don Miguel contó que los días pasados acudió a algunas comunidades afectadas por las lluvias de octubre, con lo que pudo notar la magnitud del desastre y concluyó que le hace falta personas que ayuden a limpiar las casas llenas de lodo y piedras.
“Tlacolula es una comunidad devastada, la verdad yo tuve oportunidad de ir ayer a visitarla y ya al verlas, no es lo mismo que lo había en fotografías cuando ya lo ves en vivo. Es algo muy triste, la verdad. Muy triste encontrarse con ese panorama, todo lo que se veía ahí y las anécdotas de los vecinos, cómo lo vivieron. La verdad que es muy triste”, declaró sobre su visita al pueblo.
Te podría interesar
Chapula, la tragedia
La familia del panadero no sufrió ningún daño debido a que vive en la cabecera municipal y pese a estar unos días incomunicada con el resto de Hidalgo, no significó un tema de vida o muerte como para otras familias que sufrieron daños mayores, pero recordó que Chapula desapareció por completo.
“... en Tlacolula, parece que falleció una persona, pero en Chapula falleció una familia entera, que desgraciadamente no la han encontrado”, comentó sobre las siete personas desaparecidas en esa comunidad donde el agua se llevó las casas más cercanas al río.
Miguel refirió que en esta última comunidad aún no hay acceso, pero para Tlacolula los caminos ya fueron restablecidos para cruzar a pie.
“La gente está limpiando sus casas, a quienes todavía les queda casa, porque hay unas totalmente destruidas, o sea, tratan de recuperar lo que pueden, han podido medio limpiar, pero también hace falta mucha maquinaria y mucha gente”, explicó y llamó a la población a hacer brigadas para acudir a desazolvar las viviendas que quedaron llenas de lodo, palos, piedras y todo lo que arrastró el agua.
Asimismo, don Miguel consideró que la comunidad que él visitó tenía “mucha ayuda” en víveres, ropa, cobijas y otros productos para cubrir sus principales necesidades, pero notó que lo que les falta es ayuda de voluntarios y herramientas, como palas, picos y carretillas.
El negocio del pan
Por otro lado, don Miguel comentó que está el fin de semana en la Plaza Independencia, cerca del Reloj de Pachuca, con un puesto de pan artesanal, tradicional en la sierra hidalguense.
“Traigo rosquitas de sal, piedritas de mantequilla, pan de manteca, panque, el famoso cielo de queso y lo que es fruta de horno”, nombró los tipos de panadería que ofrece y aseguró que estos fueron hechos en Tianguistengo, “donde todavía usamos el tradicional horno de leña”, dijo.
Además, el oriundo de Tianguistengo recordó que la panadería fue una herencia de su abuela y de su mamá, quienes fueron las primeras en aprender a hacer pan en su familia.
Don Miguel estudió psicología, pero le llamó más la actividad económica que su familia siempre tuvo, el comercio, y fue hace 15 años que se interesó en el pan tradicional de la sierra hidalguense.
Los precios del pan "Doña Chave" van desde los 15 pesos, 20 pesos por tres piezas de los más pequeños, hasta 50 pesos por la bolsita fruta de horno, un tipo de galleta de mantequilla y manteca que las personas daban en los rezos de sus familiares fallecidos.
sjl