PACHUCA.- A lo largo de los años, la ciudad de Pachuca ha ganado algunos edificios que resultan modernos y elegantes, pero igual ha perdido otros y el antiguo teatro Bartolomé de Medina es uno de ellos, pues el actual no es el original e incluso ni la ubicación es la misma, por lo que te decimos dónde estaba el viejo lugar.
De acuerdo con una remembranza que hizo el Archivo Churubusco, el viejo edificio teatral se mantuvo en pie por varias décadas desde su inauguración y era considerado un referente, pues era uno de los pocos espacios en la llamada Bella Airosa capaces de brindar entretenimiento fino y hasta internacional.
Pero hay más, ya que el inmueble no solo era usado para presentar obras de teatro o musicales de las mejores y más reconocidas compañías artísticas que tanto gustaba a la población de antes, sino que igual fue ocupado por el Congreso de Hidalgo en sus primeras legislaturas, al carecer de una sede propia.
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Por lo que en cuanto se supo la noticia sobre una demolición inminente, fueron decenas de personas, algunas de la llamada clase acomodada, quienes se opusieron, pues además alegaban la pérdida de un edificio icónico como fue el antiguo teatro Bartolomé de Medina, tras lo cual hubo arrepentimiento y se hizo una copia en Pachuca.
Por este motivo Pachuca tuvo el primer teatro Bartolomé de Medina
Antes del primer teatro Bartolomé de Medina, la ciudadanía acomodada de Pachuca, en su mayoría burgueses y políticos, debían acudir hasta otro escenario para disfrutar de obras de teatro, musicales, conciertos y más mesuras de arte y ese lugar era el teatro del Progreso en la plaza Constitución, pero estaba en malas condiciones.
Por lo que, en una de reunión sociales común en la década de 1880 un grupo de personas decidido construir un nuevo espacio que respondiera a cabalidad a todas las necesidades que los finos programas artístico-culturales requerían, pues además se buscada dotar de estatus a la entonces ciudad, muy pequeña, por cierto.
Para lo anterior, se eligió el corazón de la Bella Airosa, específicamente a un costado de lo que actualmente son la plaza Independencia y la calle Mariano Matamoros, por lo que fue así que, tras una inversión y varios meses de obras de construcción en el año de 1887 fue inaugurado el recinto teatral.
Aunque en la época de apertura y casi por una década y media, el teatro Bartolomé de Medina no tuvo de guardia al famoso Reloj monumental, pues a ese monumento que todavía sigue en pie le quedaban años para su apertura, en 1910 por parte del entonces presidente Porfirio Díaz por el centenario de la Independencia.
Con cantera y estilo neoclásico, así era le viejo edificio
De acuerdo con Archivo Churubusco, el edificio que albergó el teatro que da titulo a esta nota informativa fue levantado en su mayoría con cantera de Tezoantla, el mismo material que también llevaría el Reloj monumental, pero años después, y su estilo de construcción fue de inspiración francesa.
Como fue asentado líneas arriba, el Bartolomé de Medina no solo albergó teatro, poesía o música, presentaciones que reunían a la clase acomodada de la Pachuca antigua, ya que igual albergaba ceremonias y eventos de índole cívica e incluso en ocasiones la parte alta servía para los plenos del Poder Legislativo.
Así fue la demolición del edificio y años después se trató de reconstruir, pero solo se hizo una copia
El edificio antiguo localizado a un costado de la plaza Independencia de Pachuca funcionó por varios años que fueron los de gloria en su uso y sin que nadie supiera que iba a terminar, ya que en 1941 el teatro Bartolomé de Medina fue vendido a la sociedad Cadena de Oro, la cual iniciaría un proceso de demolición sin retorno.
Fotografías históricas describieron que poco a poco la fachada de estilo neoclásico con sus amplios ventanales y portones fue derribada, junto a los detalles grabados en la cantera, principalmente en los arcos de las aberturas y el remate en el techo igual se vino abajo hasta los cimientos y pronto no quedó nada.
En su lugar, se construyó el llamado edificio Reforma característico por una forma cónica, pues albergaba un cine donde se proyectaban películas con precios accesibles; igual, había consultorios, escuelas y hasta viviendas, pero por el desagrado del camino, la población apodó al inmueble como “Adefesio Reforma”.
El espacio tuvo el mismo destino que el teatro y fue demolido para haber actualmente una tienda; en cuanto al teatro, hubo una especie de remordimiento por haber quitado una parte de la belleza urbana a Pachuca y en 1957 se anunció un plan de reconstrucción, pero crpiticos dijeron que no era así, sino una copia.
Pues personalidades como el arquitecto Lorenzo Monterrubio fueron enfáticos al catalogar la nueva obra del teatro como “un remedo del original, una falsificación histórica despojada de la calidad artística de la obra primitiva”, ya que tanto materiales como la intención estética de los inmuebles eran claramente dispares.
Así, se inauguró lo que iba a ser apodado como una copia del teatro Bartolomé de medina en la plaza Juárez de Pachuca, custodiado el nuevo edificio por el palacio de gobierno del estado y el monumento al llamado Benemérito de las Américas; aunque en el nombre se le agregó la palabra Hidalgo.
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