Tras el desalojo de 40 personas por el surgimiento de un socavón en una vivienda ubicada en la ribera del Río Tula, el diputado local Octavio Magaña Soto manifestó que hay incertidumbre y dolor entre la población, que ha quedado trastocada luego de la inundación de hace casi tres años.
El legislador del Partido Verde por el distrito de Tula mencionó que la anterior administración estatal no fue muy clara y les creó falsas expectativas a los comercios, por lo que se trata de un tema sensible para la población de dicha región.
“En ese momento el gobierno estatal no fue muy claro, estoy hablando del anterior gobierno, no fue muy claro en su levantamiento, su censo, les creó expectativas a los comercios y hoy hay dolor, hay ese tema es complicado para las familias que padecieron directamente la inundación, los afectados directamente de las casas, hoy se sienten, como a lo mejor se han sentido en estos dos años, solos después de lo que sucedió y con el miedo de perder su patrimonio, considero que ahí la Conagua debe de ser muy clara y específica en lo que puede o no hacer”, manifestó.
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Señaló que durante el sexenio del exgobernador Omar Fayad Meneses no se realizaron obras ya previstas y tampoco se ejercieron presupuestos de montos considerables
“Estoy hablando desde el 2017 que se pararon cinco tramos, más de mil 500 millones que no se ejecutaron y que se fueron a subejercicios en el anterior sexenio. Nunca pensó la ciudadanía que se iba a inundar cuando ya nos decían que podía ocurrir si la obra no se concluía”, dijo.
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Octavio Magaña precisó también que el proyecto de plan hídrico que se planteó en 2016 y constaba de cinco etapas en 18.5 kilómetros no se concluyó debido a manifestaciones de grupos ambientalistas, que se oponían a la tala de árboles.
Brindar alternativas
Respecto del momento que se vive en Tula con la aparición de un socavón, el diputado sostuvo que tiene que haber un trabajo interinstitucional entre los niveles de gobierno con la intención de brindar claridad y certeza de los inmuebles para que los ciudadanos puedan regresar o ver alternativas para que, en determinado momento, no pierdan todo su patrimonio.
Aunque autoridades estatales y federales manifestaron la posibilidad de demoler las casas afectadas por el socavón, Magaña Soto indicó que se deben realizar los estudios correspondientes y determinar si se puede fortalecer de manera estructural a z
Recordó que la mayoría de las personas que viven en la ribera del Río Tula lo han hecho desde hace 50 años, cuando el caudal no era lo que hoy es, y fue entre las décadas de 1960 y 1970 cuando se aprobaron las descargas de la Ciudad de México.
“El río no era el río que hoy tenemos. Son gente de trabajo, que ha vivido toda la vida ahí y que ha hecho, con base en la zona centro del comercio, su patrimonio, y hoy hay que ser solidarios”.
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