Pachuca.— Ante los indicadores —que sitúan a México dentro del top 10 de los países con mayor número de casos reportados de acoso escolar, de acuerdo con el “Estudio de Bullying Sin Fronteras”—, en el Congreso de Hidalgo se presentó una iniciativa que pretende que las autoridades educativas realicen evaluaciones psicosociales al alumnado.
El objetivo es identificar posibles indicadores de cualquier tipo de violencia que sufran los estudiantes, ya sea en su entorno familiar o social, lo cual derivaría en la implementación de medidas de protección hacía las víctimas.
Además, con ello, la iniciativa busca detectar casos de violencias que a su vez pueden desatar acoso escolar en las escuelas, por lo que la prevención es un factor fundamental y prioritario, puesto que es un problema que “está en crecimiento silencioso”, enfatizó la diputada Erika Rodríguez Hernández.
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“Es importante dejar claro que la violencia no se desencadena en las aulas, esta situación tiene sus inicios desde el ámbito familiar y social, que pueden ser factores de riesgo y potenciación de la violencia escolar, a menudo escuchamos de violaciones, robos, secuestros, violencias contra madres y jefas de familia”, mencionó la también presidenta de la Comisión de la Niñez, la Juventud, el Deporte y la Familia.
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Evaluaciones para identificar casos de alerta
Rodríguez Hernández puntualizó que los niños y las niñas no son violentos por naturaleza, sino que son un reflejo de lo que viven en sus casas y en la sociedad en la que se desarrollan, además de que hay otros factores que influyen, como el contenido que observan en redes sociales, videojuegos y la televisión.
Por ello, la diputada consideró importante que las autoridades educativas realicen periódicamente evaluaciones psicosociales para detectar cualquier tipo de violencia por el que pudieran estar atravesando fuera del entorno escolar.
Precisó que entre los más comunes se encuentran el trabajo infantil, la drogadicción, violencia familiar y abuso sexual, lo que podría derivar, si no detecta y se brinda protección, en “muertes, suicidios y secuelas en la salud mental de la niñez por agresiones en la escuela”.
Erika Rodríguez destacó la importancia de la prevención para eliminar el problema de raíz, pues aseguró que no sirve de nada cambiar de escuela a un alumno o alumna agresora si no se corta de tajo la violencia que vive en su hogar: “Probablemente saldrá a la calle a exponerse a las drogas. Tenemos que dar respuestas efectivas porque las niñas y niños son responsabilidad de todas y todos”.
sjl