IXMIQUILPAN.- Hidalgo puede presumir tener algunas de las primeras construcciones modernas, o que no habían sido vistas en el México prehispánico, como la plaza de toros o una casa habitada por Hernán Cortés, y ahora te hablamos del puente hecho por los españoles; pero que guarda una macabra leyenda.
El desnivel recibe al menos 3 nombres diferentes: Puente de Piedra, San Miguel Arcángel o La Otra Banda y se localiza en el municipio de Ixmiquilpan, enclavado en el corazón del Valle del Mezquital, y que, de acuerdo con historiadores expertos, fue muy importante durante la Corona española por varias razones.
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Sobre sus orígenes, el puente tuvo al menos 5 años de construcción, pues esta arrancó desde 1650 y duró hasta 1655, específicamente el 29 de septiembre cuando fue abierto al paso; en los arduos trabajos participaron más de 500 indígenas bajo las órdenes del capitán español Miguel Cuevas y Dávalos, quien vio viable la estructura que tuvo un largo de 110 metros.
Uno de los nombres que recibe fue porque cuando el monumento fue inaugurado era el día de San Miguel Arcángel, quien es venerado como en una iglesia como el santo patrono del municipio, donde tiene su fiesta anual que es hecha cada año con varios atractivos y amenidades que atraen a muchos asistentes.
Fue un importante paso en la colonización y luego en el transporte de mercancías
El puente de Ixmiquilpan que da título a esta nota informativa, porque ese municipio tiene varios, fue hecho para cruza el río Tula y se añadió a la red de los llamados caminos reales, que eran construidos por los españoles para organizar y cohesionar su imperio en México, pues el ejército en la Conquista podía movilizarse con rapidez.
Pero una vez consumada la victoria sobre las antiguas civilizaciones indígenas, el desnivel ocupó otro papel importante y fue el económico, pues era transitado por arrieros y carreteros dedicados al transporte de mercancías y animales y con el nuevo paso se agilizó notablemente; igual, conducía a Zimapán, desde donde se extraía mineral.
Está casi intacto, aunque le faltan 2 partes muy importantes
El considerado primer puente de la Nueva España en México fue hecho de piedra con grandes arcos de cantería sobre columnas y aunque a lo largo de más de 350 años se ha mantenido casi intacto, destaca que le faltan 2 partes que son muy importantes que desaparecieron sin rastro.
Se trata de 2 lápidas de cantera, una a cada lado, y que estaban colocadas al centro; en esas piezas estaba contenida una narrativa sobre la historia de la construcción del desnivel, además de que sobre una de ellas se hallaba la estatua del arcángel San Miguel abatiendo al Diablo con su espada y que eran bastante bellas.
Sin embargo, desde hace años no se sabe de esos elementos; aunque aún cuenta con otro detalle y hasta el cual acuden decenas de creyentes a profesar su religión y es una pequeña capilla en uno de los extremos, misma que está enclavada en el remate del muro y donde descansa la Virgen de Guadalupe.
Esta es la macabra leyenda del primer puente hecho por españoles
Ahora bien, sobre la macabra leyenda del primer puente hecho por españoles, esta toma partes de supuestos acontecimientos ocurridos desde Jericó, es decir, 7,000 años antes de nuestra era, y que se dieron por lo menos hasta el siglo XIX en Alemania, y se refieren a cuestionables métodos de construcción.
Pues ha sido narrado que se usaban huesos humanos para dar mayor a las edificaciones y que estas no se derrumbaran, de lo cual los puentes no se escapaban y tales creencias llegaron hasta México, como lo documentó Max Shein en el artículo “La historia no escrita de la niñez y la pediatría” publicado en 2003.
En su texto, el historiador asentó cuentos de pobladores sobre que cuando una construcción se hacia en sus localidades los ingenieros o arquitectos de obra recibían la visita inesperada del mismísimo Diablo, quien proponía un trato que era que él debía recibir la ofrenda de una persona viva a cambio de la cimentación no se cayera.
Para el caso del Puente de Piedra en Ixmiquilpan, se dice que fueron enterrados niños vivos para que este no se viniera abajo, principalmente por la fuerza del río y para que no hubiera problemas las víctimas eran entretenidas con dulces mientras eran cubiertas con las piedras hasta formar las columnas.
En ese sentido, la leyenda local precisa que los menores de edad suelen gritar “¡Agárrate, manito, porque nos lleva el río!”, principalmente en épocas cuando el caudal sube a niveles peligrosos, de lo cual algunos aseguran haber escuchado esas palabras, aunque otros más dicen que son los árboles cercanos.
Así llegas
Para conocer el puente de San Miguel Arcángel en Ixmiquilpan es necesario recorrer una distancia de 76.1 kilómetros (km) de distancia desde la ciudad de Pachuca, lo que en promedio será un viaje en automóvil particular de una hora con 15 minutos; para llegar desde CDMX las cifras suben a 160 km o 2.30 horas.
cem