DERECHOS HUMANOS

Hacinados, así viven los presos de 11 prisiones hidalguenses

La Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo emitió una recomendación en la que señala que hay 11 prisiones en Hidalgo que tienen hacinamiento o sobrepoblación de personas privadas de la libertad

La CDHEH emitió el Informe de Seguimiento de la Recomendación General 001.Créditos: LSR Hidalgo
Escrito en HIDALGO el

Pachuca.— La sobrepoblación y hacinamiento en las cárceles de Hidalgo sigue siendo una constante, ello con base en el Informe de Seguimiento de la Recomendación General 001 “Derecho de las personas en los centros de reinserción social en el Estado de Hidalgo” emitido por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH).

De acuerdo con el informe, los penales con sobrepoblación son: Actopan con 36 por ciento, Apan con 146 por ciento, Centro de Reinserción Social de la Huasteca Hidalguense con 5.8 por ciento, en Huichapan es de 78 por ciento, en Ixmiquilpan es de 167 por ciento, en el penal de Jacala de Ledezma es de 167 por ciento, en Mixquiahuala es de 115.8 por ciento, en Molango es de 11 por ciento, en el Cereso de Pachuca es de 17.6 por ciento, Tula tiene sobrepoblación de 19.3 por ciento. Tulancingo también tiene sobrepoblación ya que la instalación tiene capacidad para 373 personas privadas de la libertad, pero actualmente alberga a 572.

Los únicos que no presentan sobrepoblación son los de Tenango de Doria y el de Reinserción femenil de Pachuca, así como el centro de internamiento para adolescentes.

Si bien, el penal de Tenango de Doria no registra sobrepoblación, hay una observación por parte de la CDHEH, en el sentido de que la significativa presencia de un 44 por ciento de población indígena, subraya la importancia de adoptar un enfoque de reinserción social que respete las particularidades culturales y lingüísticas.

A pesar de que durante el último año no se reportaron fugas en los penales de Hidalgo, la CDHEH insiste en que se debe fortalecer el sistema de seguridad y vigilancia, pues los custodios y los propios internos que fungen como seguridad son insuficientes para tantos internos.

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Reinserción social, lejos de la realidad de las cárceles de Hidalgo

De acuerdo con el documento, mejorar las condiciones en los Ceresos va más allá de la comodidad física; se trata de respetar la dignidad humana y de ofrecer oportunidades reales para la reinserción social. Esto, a su vez, tiene un efecto positivo en la seguridad pública y el bienestar social.

Cereso de Tula | Foto: Archivo LSR Hidalgo

La sobrepoblación -señala- es un problema crítico, mermando la calidad de vida y los servicios básicos, incluyendo la salud, lo cual requiere una atención médica y nutricional mejorada. Aunque hay programas de educación y trabajo, su eficacia debe ser evaluada y ampliada. Las actividades deportivas y recreativas necesitan ser más inclusivas y estructuradas para contribuir efectivamente a la rehabilitación.

La seguridad, gestionada por personal insuficiente, plantea desafíos que podrían comprometer tanto la disciplina como la reintegración. Además, las instalaciones femeninas necesitan fortalecerse, especialmente en cuanto a servicios médicos y programas de atención para el caso de contar con niñas y niños.

Cereso de Pachuca | Foto: Archivo LSR Hidalgo

Por otro lado, respecto de las acciones tomadas por cada una de las autoridades a las que se dirigió la Recomendación General 001 “Derecho de las personas en los Centros de Reinserción Social en el Estado de Hidalgo”, refleja un compromiso interinstitucional para mejorar los Ceresos de Hidalgo, abordando sobrepoblación, condiciones de vida, y reinserción social. Mientras que las Secretarías de Gobierno y Seguridad Pública han mostrado progresos, la falta de datos cuantificables subraya la necesidad de mayor transparencia y coordinación.

El documento menciona que los avances en infraestructura y servicios, incluyendo atención médica y psicológica, son destacables, aunque dependientes de la suficiencia presupuestaria. La implementación efectiva de programas educativos y de trabajo, así como la mejora en las condiciones de seguridad, custodia, y servicios culturales, son imperativos para cumplir con las recomendaciones y respetar los derechos humanos de las personas privadas de la libertad.

sjl