Pachuca.— Desde las 9:00 de la mañana fueron llegando licenciados, ingenieros, maestros y doctores, todos egresados de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH). Se congregaron afuera de la Ciudad de Conocimiento. Ahí, un grupo de estudiantes que, desde el miércoles de la semana pasada hacen paro de actividades en solidaridad de los alumnos del Instituto de Artes (IDA), los recibieron chocando puños y con palabras como “gracias por estar aquí”.
“No les podíamos fallar. La universidad es más que una institución, es más que edificios, salones, directivos y maestros. Son ustedes, estudiantes, los que dan vida, así que, ¡ánimo!”, expresó un egresado mientras aprovechaba para dejar víveres en el plantón instalado desde el 20 de septiembre, un día después de las agresiones.
Poco a poco, el número de personas fue aumentando hasta sumar alrededor unos 800 egresados, estudiantes, padres de familia y ciudadanía en general, que se dieron cita para marchar por calles de Pachuca, para respaldar el movimiento estudiantil que nació hace cuatro semanas en el IDA, donde estudiantes piden la destitución de la directora María Teresa Paulín Ríos, a quien señalan de acoso y discriminación.
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Con gritos, tambores y pancartas, cerca de las 10:15 horas de este 24 de septiembre, el contingente avanzó sobre la carretera Pachuca–Tulancingo, en dirección al Hospital General. El ambiente era seco. El sol quemaba. La sensación térmica era de poco más de 30 grados centígrados. Sin embargo, lo que refrescaba el paso de los marchistas era un aire gélido proveniente de la zona montañosa del Parque Nacional de El Chico.
"La Sosa Nostra se va a caer", “Octavio agresor, no sirves de rector”, “familia egresada, también está cansada”, "somos egresados, no agachados", "no más porros", "Paulín, regrésate a Paris", “fuera Esteban” "fuera Gerardo Sosa"… fueron unas de las consignas que expresaron los estudiantes y egresados en esta movilización que no había tenido precedentes.
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La primera parada la realizaron en frente al obelisco masónico de la glorita de la avenida Madero, frente al Hospital del Zona 1 del IMSS; ahí, guardaron silencio y levantaron el puño izquierdo ante los ojos atónitos de los transeúntes, quienes con su celular sacaban fotos y videos. También pasaron por el Reloj Monumental de Pachuca. En su trayecto, locatarios y vecinos mostraron su empatía con el movimiento estudiantil regalándoles botellas de agua y gratándoles “no están solos”.
Llegada a Abasolo
Fue al filo de las 11:55 horas, los manifestantes llegaron al Centro Cultural Universitario La Garza, el edificio emblemático de la calle Abasolo, donde el 26 de febrero de 1869 se fundó la máxima casa de estudios de Hidalgo. Ahí, el pasado martes fueron agredidos estudiantes del IDA por hombres que usaban palos, tubos y que esparcieron gas lacrimógeno.
Rápidamente, los estudiantes y egresados de la UAEH se distribuyeron en las escalinatas del edificio emblemático. Ahí, públicamente, desconocieron a Octavio Castillo Acosta como rector; a María Teresa Paulín Ríos como directora del IDA y, finalmente, a José Esteban Rodríguez Dávila y los integrantes del Consejo Universitario. También, exigieron transparencia al patronato universitario y, al gobernador Julio Menchaca que busque, como mediador, la autonomía de los universitarios.
El 19 de septiembre en Abasolo
En el mensaje, los universitarios recordaron que “el 19 de septiembre de 2023 el epicentro del temblor no fue en alguna costa de Guerrero o Oaxaca. Fueron a las voces acalladas de un grupo de estudiantes que retumbaron y sembraron el normado corazón de la UAEH”.
Ahí, donde estudiantes del IDA rompieron puertas con la intención de ser escuchados, se coincidió en que es un momento crucial para que se concrete “la ruptura de un cacicazgo que ha imperado entre la corrupción y el amiguismo disfrazado de una falsa autonomía” de la UAEH.
“Todos sabemos que hay algo más, algo que se nos ha impedido decir o que preferimos callar o que se nos obliga a callar. Lo prefieren ocultar para no manchar su falso prestigio. Esto no solo afecta a los alumnos sino a maestros, vigilantes, conductores y todo el personal que conforma esta universidad. Es lamentable que en los últimos años hayamos sido testigos de una serie de problemas que han empañado la reputación de nuestra institución: lavado de dinero, desvío de recursos, dirigentes tras las rejas, compadrazgo y un sistema de cacicazgo que ha durado más de tres décadas”, expresaron.
Tras leer esto último, al unisonó se escuchó “fuera Sosa”, apellido del líder del llamado Grupo Universidad, Gerardo Sosa Castelán, quien actualmente cumple un arresto domiciliario luego que en agosto de 2020 fue detenido en la Ciudad de México por la Fiscalía General de la República (FGR), señalado de los delitos de peculado, lavado de dinero y defraudación fiscal.
El prestigio se mancha…
A continuación, enlistaron una de tantas anomalías y atropellos que han ocurrido en la máxima casa de estudios:
“El prestigio se mancha por las denuncias archivadas, la muerte de un compañero menor de edad en la escuela superior de Actopan, la nula atención de la detención ilegal de 64 compañeros por la policía municipal de Real del Monte; por su silencio ante la muerte de nuestro compañero Fernando, golpeado hasta la muerte en su cuarto de foráneo en Real del Monte”.
También, añadieron el prestigio de la UAEH se mancha “por bautizar un auditorio con el nombre de uno de los responsables de la desaparición de los compañeros de Ayotzinapa (Jesús Murillo Karam); y una torre con el nombre de quién usó las cuentas en la universidad para desviar y lavar dinero y que actualmente está preso (Gerardo Sosa). También, por conservar a personas, como Esteban Rodríguez, a la cabeza de un consejo universitario que se supone debería velar por nuestros intereses… por imponer directores, proteger acosadores y por seguir protegiendo una autonomía que solo vela por sus intereses empresariales”.
Hay que llamarlo por su nombre: La Sosa Nostra
Todas estas anomalías, agregaron, tienen “una cara, esa que tiene nombre y apellido, esa que ha osado la universidad para protegerse, esa misma que fundó ‘la Federación Universitaria del Estado Hidalgo’ y que después cambiaron el nombre al Consejo Estudiantil Universitario, esa misma que mantiene el autoritarismo desde hace décadas desde hace décadas esa cara que todos sabemos quién es y el momento de llamarla por su nombre: la Sosa Nostra”.
Al final, los jóvenes enfilaron sobre la avenida Juárez, para concluir en la Preparatoria Uno, donde cada quien enfiló a sus casas. Sin embargo, esto continúa…
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