PACHUCA.- En México no hay muchos edificios altos que puedan llegarse a considerar rascacielos como en otros países, salo en la Ciudad de México y algunas grandes ciudades, pero un tiktoker se encargó de buscar los inmuebles de cada estado y los puso de menor a mayor; uno de ellos es de Hidalgo y te decimos qué lugar ocupa en la lista.
Fue @sesbasti1 quien se dedica al urbanismo y tituló su video: “El edificio más alto por estado mexicano”, el cual es viral entre esa red social donde ha acumulado más de 20 mil visualizaciones de internautas, quienes han comentado la entidad en la que viven y el escalón que les tocó.
El edificio más bajo se ubica en el estado de Tlaxcala y se trata de una catedral con 30 metros de altura que le valen la posición 32; la 31 la tuvo Oaxaca con la sede del Poder Judicial de 38 metros; en Zacatecas el inmueble llamado Quantum fue el 30 con 40 metros en vertical y siguió el hotel de la cadena Fiesta Inn en Durango con 50.
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Para el caso de Hidalgo, fue el lugar 20 con la Torre de Posgrados de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) con 94 metros de alto, misma que fue inaugurada en 2019 con 15 pisos en los que hay laboratorios tecnológicos, 50 aulas con pizarrones electrónicos y estacionamiento subterráneo para la comunidad educativa.
¿Quién tiene el primer lugar?
De acuerdo con el tiktoker @sesbasti1, los primeros cinco lugares del top de edificios más altos de México los ocupan el Estado de México con el Bosques Real Recidense de 169 metros; en Jalisco está el hotel Rui Plaza de 215; en Puebla destaca la Torre Inxignia JV de 265 metros; sigue la Torre Mitikah en CDMX con 267 y Nuevo León con su Torre Obispado de 305 metros de alto.
Torre de la UAEH
A propósito del lugar que puso el creador de contenido con el edificio más alto de Hidalgo, la Torre de Posgrados de la UAEH costó alrededor de 850 millones de pesos, pero que provinieron de dinero que no fue público.
Los contratos con la empresa Trena SA de CV, con sede en Guadalajara, Jalisco, están amparados con una cláusula de confidencialidad con el argumento de que el origen de los recursos son privados, mismos que supuestamente fueron autogenerados por la máxima casa de estudios de la entidad. La polémica subió porque se llamó “Gerardo Sosa Castelán”.
cem