Pachuca.— Ana Karen Parra Bonilla, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), protagonizó “un escape de película”: salió corriendo y escoltada por trabajadores del organismo autónomo después de presentar su comparecencia ante diputados locales.
Parra Bonilla evitó ser confrontada por manifestantes que integran agrupaciones Mercadita Las Insurgentes y Unión de Madres Protectoras, quienes la esperaban afuera de la sala de la diputación permanente del Congreso local con pancartas en las que piden su renuncia.
Tras dos horas de comparecer, entre empujones, personal de la CDHEH formó una valla para que Karen Bonilla no fuera cuestionada por medios de comunicación y manifestantes. Una vez sorteado a las masas, echó a correr hacia el estacionamiento, donde la esperaba un automóvil blanco, el cual abordó de forma abrupta, y arrancó para salir del inmueble del Poder Legislativo de Hidalgo, ante gritos de “no huyas” de las manifestantes.
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“Lamentablemente el privilegio le ha segado, es sed de justicia de la que tanto pregona y de nada sirve venir a hablar aquí que ha derecho e inclusión cuando se inicializa un sector pequeños de las mujeres que luchan para erradicar la violencia de género, es muy lamentable”.
Así lo expresaron integrantes de Mercadita Las Insurgentes y la Unión de Madres Protectoras, quienes dieron un breve posicionamiento afuera de la Torre Legislativa, al concluir el informe de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos
“Estoy muy decepcionada, pensé que por ser mujer iba a empatizar con nuestro sentir. Pero, reitero, a veces el privilegio ciega y el no vivir como nosotras, ciega. Nosotras no tenemos que perder nada y si el día de mañana nos violentan vamos a adjudicar esto a Ana Karen Parra, no pueden silenciarnos y no somos invisibles, somos madres unidas, también somos mujeres y no tenemos nada en contra de ella, pero sí tenemos que cuestionar cómo ha llevado su trabajo”.
La molestia de las agrupaciones contra Ana Karen Parra se debe a que no ha atendido quejas y, por el contrario, la señalan de proteger a funcionarios públicos y hasta de enviar sus quejas a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Previo a la comparecencia de Parra Bonilla, la activista Itzel Gallardo denunció que al intentar ingresar al Congreso de Hidalgo, fue aplastada con la puerta de barrotes de la entrada, causándole lesiones.
Itzel Gallardo se desempeñó como servidora pública durante 18 años hasta que un compañero la agredió con un cúter en oficinas del gobierno de Hidalgo. Ella había sufrido acoso sexual de parte del hombre que amenazó con quitarle lo bonita con el arma punzo cortante. Promovió una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo y en la Contraloría interna del Poder Ejecutivo del Estado. Ella fue despedida de forma injustificada de su cargo y su agresor continúa trabajando en el gobierno estatal.
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