Pachuca.— Cassandra Castro es una mujer de 28 años de edad, que después de tres años de relación sentimental con Vicente, hoy pide ayuda a la sociedad para encontrar a su pequeño hijo de 2 años y 10 meses que fue víctima de sustracción por parte de su padre biológico, quien le envía mensajes intimidatorios para que desista en la búsqueda del pequeño. Ella y Vicente tuvieron una relación sentimental que duró tres años, producto de esa relación nació el pequeño Santiago, pero desde que se separó de su expareja ha vivido los peores momentos de su vida.
Ella regresó a su pueblo natal en Hidalgo, mientras tanto, él movió influencias y se presume pagó a jueces para que sin mayor procedimiento – en un solo día, sin notificaciones, ni nada - un juez familiar le otorgara la custodia del pequeño. Sin ella tener conocimiento de la resolución, accede a verlo y ya en la reunión, él se lleva al menor, y desde entonces no lo ha visto, a pesar de ser la madre.
“Las autoridades del Estado de México, lejos de ayudarme y de juzgar con perspectiva de género, me revictimizan, solapando a este individuo. Se presume que hay conflicto de interés porque el juzgado sexto familiar de Chimalhuacán, Estado de México, se inclina hacía el agresor, tanto que ni siquiera ha emitido la Alerta Amber, a pesar de que ya está decretado en autos”, expresó Cassandra.
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Ante la resolución, un juez de distrito le otorgó un amparo y fue así como Cassandra obtuvo la guarda y custodia de su hijo; sin embargo, a pesar de ello, aún no ha podido recuperarlo.
En el trayecto jurídico que ha recorrido, la mujer ha soportado amenazas de muerte, agresiones físicas y verbales, no sólo contra ella, sino contra su familia y sus abogados, hechos que hacen que su preocupación crezca, pues su hijo no está con una persona apta.
“Hemos recibido amenazas de muerte por parte de ese sujeto, mi mamá y yo, de que si seguimos buscando al menor nos va a matar. Al día de hoy no sé nada de mi hijo, ni de esa persona, sólo manda mensajes intimidantes, pero no nos da ningún indicio de dónde podemos encontrar a mi bebé, y ya han pasado un año y medio”, dice.
Ahora que ella ha conseguido que un juez le otorgue la guarda y custodia del menor, él debería regresar al menor, pero no ha ocurrido y no se sabe de su paradero.
“Es preocupante porque hemos acudido al domicilio y no lo hemos encontrado, si bien hay pertenencias del bebé, la abuela del menor menciona que se ha trasladado a San Luis Potosí, desconocemos si eso es verdad, lo que si es cierto es que el menor no aparece, por eso pedimos la localización y búsqueda de mi bebé antes de que sea demasiado tarde, no quisiera que esta carpeta por sustracción termine en una de feminicidio”.
Cassandra recordó que meses pasados, fueron interceptados y atacados por su expareja, no sólo ella, sino también arremetió en contra de sus abogados, por lo que considera que corre riesgo la integridad de su hijo, porque “él es una persona agresiva, violenta, grosera, prepotente, déspota, que no está bien de sus emociones y de comportamiento, actúa sin razonamiento, de ahí que tiene miedo que con tal de no entregarle a su hijo se desquite con el bebé”. Ella está consciente de que es víctima de violencia vicaria e insistió que no quiere llegar a ser víctima de feminicidio.
El camino legal
El abogado defensor, Felipe Brito, de la firma jurídica Lex et Iustitia, relató que la expareja de Cassandra ha iniciado diversos procesos, algunos de ellos para dilatar las resoluciones, no obstante, han recibido resoluciones favorables por parte de los juzgados federales, no así de los de Chimalhuacán.
“La autoridad responsable, el juzgado sexto, ha incurrido en omisiones que afectan el interés superior de la niñez, se ha ordenado el inicio de una carpeta de investigación de oficio por la misma circunstancia de que se ha sustraído el niño, de ahí que ya se busque al menor”.
Violencia institucional
Leslie Jiménez Urzua, abogada postulante en materia penal, explicó que la guarda y custodia tiene que ver con el cuidado y convivencia y atención que tiene la madre o padre hacia niñas o niños, en este caso el hijo.
Respecto al trato que Cassandra ha recibido en los juzgados, comentó que dentro del gremio se sabe que ese tipo de casos –familiares– conlleva una serie de situaciones de violencia institucional que se da principalmente por parte de miembros de los juzgados porque generan estereotipos y violencia institucional hacia la madre y que se refuerzan estereotipos que tiene que ver con cuidado.
Finalmente, la especialista expresó que es un caso más en los que se aplica una exigencia de moralidad a la madre, y no así al padre.
sjl