Pachuca.- Pago de abogados, trámites infructíferos ante el ayuntamiento y ante el Estado fueron parte del trajinar de Gustavo Contreras Castro, quien desde hace tres años intentaba conseguir un acta de nacimiento para su hijo Samuel.
Parecía que nada funcionaba, de ser migrante en Estados Unidos regresó a México con su pequeño de ocho años, quien se convirtió en migrante sin papeles, pues en ningún lado se podía apostillar el acta de nacimiento que le dieron en el país vecino al nacer su hijo.
Gustavo se fue de México en el año 2007, en busca de refugio en Estados Unidos porque él fue víctima de violencia doméstica, hace dos años y medio regresó a su natal Cuautepec, ya superada la cuestión de la violencia familiar.
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“Traté en el municipio de hacer el trámite, incluso se buscaron licenciados a los que se les pagó, pero no fue posible, no nos ayudaron mucho y ahora es como una sorpresa porque me hablaron hace como 20 días o un mes que existía el programa de entrega de pasaportes aquí en Pachuca al inicio no me la creía pensé que era una broma, pero ahora mi hijo ya tiene un acta de nacimiento mexicana”, expresó el hombre.
Samuel no tenía ningún tipo de documento mexicano, era difícil cuando había que llevarlo al médico e incluso en la propia escuela que piden CURP, acta y demás documentación para la inscripción.
“Gracias a Dios una escuela nos aceptó así, pero ahora ya estamos bendecidos de tener los papeles en orden y listos para que él siga estudiando y se tenga un mejor provecho con sus papeles”, expresó.
Gustavo cuenta que salió de México en 2007, estuvo en Estados Unidos durante 14 años en Los Ángeles California, laboró como embolsador en una tienda “muy buen trabajo porque fue mi primer trabajo, empecé a ganar dinero, después me moví, ya estando en Estados Unidos te vas dando cuenta de cómo están las cosas, el trabajo es muy pesado son ocho horas, pero bien trabajadas”.
Ahora que regresó a México pretende impulsar su propio negocio de comida, en el municipio de Cuautepec, pero en caso de que no funcione como él espera, tiene la opción de regresar a Estados Unidos junto con su hijo.
Sobre la violencia que sufrió se limita a comentar que en Estados Unidos estuvo sometido a terapia y gracias a ello quedó superado, y hoy puede decir que “me hizo ser una mejor persona y cuidar más de mi hijo”.
sjl