Pachuca.— “Ignorante y con necesidad de legitimarse”, así fue tildado Marco Antonio Mendoza Bustamante, presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Hidalgo, por su antecesor Julio Valera Piedras, quien negó haber dejado un boquete financiero en el partido.
Por el contrario, dijo Valera Piedras, quien hace una semana renunció al PRI junto con todos los diputados locales, que “el único boquete que hay en ese partido es “el que ellos generaron con sus decisiones y condiciones” al brincarse los estatutos, desconociendo liderazgos locales y atropellando las decisiones democráticas como la elección de consejeros políticos nacionales, que dejó fuera a priistas hidalguenses.
“Quieren ser un partido de puertas abiertas, pero se las cerraron al gobernador priista más votado de la historia de Hidalgo (Omar Fayad). Dicen ser un partido de puertas abiertas… yo los exhorto a que vayan al CEN del PRI e intenten entrar y verán lo que es tener las puertas cerradas, ese es el verdadero boquete”, dijo.
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Esta mañana, en conferencia de prensa Marco Mendoza informó que, a su llegada al PRI, encontró adeudos, cuentas congeladas, multas, desvío de recursos, situación que compromete las finanzas del PRI para los próximos cinco años.
“Estas opiniones son desafortunadas. En los 38 años de vida laboral que llevo nunca he tenido un señalamiento y no voy a permitir que con palabras infundadas se atente contra mi persona. Quiero empezar diciendo que solamente un dirigente tan ignorante y con tanta necesidad de legitimidad podría hacer declaraciones tan vacías e infundadas como las de hoy”, expresó Julio Valera, quien se declaró también diputado independiente.
Lo que realmente está pasando, agregó, es que “pretenden imponer una cortina de humo para desviar la atención de la crisis que ellos han provocado de una desbandada histórica sin precedentes de legisladores, presidentes municipales, síndicos y sindicas, regidores y regidores de presidentes de comités y militantes”, dijo.
Mendoza Bustamante, dijo que este “boquete” generado por la anterior dirigencia suma entre 20 y 25 millones de pesos.
“Quiero hacer énfasis que es ignorancia y prepotencia (del dirigente) al querer abusar de la inteligencia de la militancia y ciudadanía. Es infundado, poco profesional e irrespetuoso y es tonto decir que hay actos de corrupción de un órgano por 25 millones de pesos, cuando el partido recibe en promedio mensualmente por concepto de prerrogativas de un millón 500 mil pesos”, respondió Valera Piedras.
En un proyector, se desglosaron este millón y medio de recursos, especificando que 396 mil 95 pesos se descuentan al PRI por multas imputas por el INE; además, 158 ml 437 pesos se destinan a un programa anual de trabajo que tiene que ver con el Instituto Reyes Heroles para la capacitación política de mujeres.
“La prerrogativa disponible que tiene el PRI es de 1 millón de pesos. De esos 810 mil 110 pesos se va para el pago de nómina mensual y 176 mil pesos es para pago de servicios como agua, luz, internet, gasolina, fotocopias y servicio de parque vehicular; también, como previsión, se tiene una partida mensual para abonar a los aguinaldos de los trabajadores por 43 mil 738 pesos”, detalló Valera Piedras.
Finalmente, dijo que la ruptura del PRI con militantes no es privativa de Hidalgo, agregando que el objetivo del nuevo dirigente es “atraer los reflectores”, pues defendió que durante su paso por la dirigencia hubo manejos financieros claros. Incluso, la entrega recepción se hizo ante notario público.
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