Pachuca.– Un trabajador de Pemex que reparaba un ducto que presuntamente había sido perforado para extraer combustible cuando ocurrió una explosión, murió calcinado en un paraje de Epazoyucan; mientras que otros tres empleados de la empresa productiva del Estado tuvieron quemaduras de segundo y tercer grado cuando les estalló una fuga de hidrocarburo que intentaban contener en Tula.
Los accidentes de los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) están documentados en registros hemerográficos de diciembre de 2022 a marzo de 2023, periodo en el que 13 colaboradores más fueron agredidos por vecinos de Cuautepec al momento de arreglaban una fuga de combustible, que se produjo cuando una ordeña se salió de control.
Las explosiones de tomas clandestinas y lesiones contra personal de Pemex sucedieron en los últimos cuatro meses y se registraron en los municipios de Atitalaquia, Epazoyucan, Cuautepec de Hinojosa y Tula, Hidalgo.
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Una explosión en Tula de Allende dejó a tres personas heridas y provocó el desalojo de los pobladores de sus viviendas. Los hechos ocurrieron a las 15:50 horas del miércoles 8 de marzo de 2023, cuando trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) clausuraban una toma clandestina.
La perforación fue realizada por presuntos huachicoleros que afectaron un ducto sobre la calle Plan de Ayala, en la localidad Bomintzha; sin embargo, durante las maniobras explotó y tres trabajadores sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado.
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Tres camionetas y una retroexcavadora quedaron calcinadas por las intensas llamas que a su vez propiciaron columnas de humo de más de 20 metros de altura.
A finales de diciembre de 2022 ocurrió una situación similar. El día 21 murió un trabajador de Pemex que contenía una fuga de combustible que presuntamente había sido averiada con fines de huachicoleo.
Los hechos acontecieron sobre la carretera Pachuca- Tulancingo, a la altura de la comunidad El Chabacano, municipio de Epazoyucan. El colaborador operaba una retroexcavadora para cubrir la fuga de gasolina, pero el ducto estalló y perdió la vida.
La madrugada del domingo 19 de febrero voló un inmueble que estaba rodeado con bardas para cubrir el predio donde almacenaban bidones con huachicol, en el municipio de Atitalaquia.
El domicilio se encontraba en avenida Morelos esquina con Benito Juárez de la comunidad El Dendho, que tiene incidencia por la perforación clandestina de ductos de Pemex.
En dicho incidente en Atitalaquia no se registraron heridos; sin embargo, en la primera semana de enero 13 colaboradores de Pemex que componían un ducto averiado recibieron un ataque en la localidad La Estación de Cuautepec de Hinojosa, uno de los municipios con mayor incidencia de huachicol.
Uno de los casos más antiguos data de la madrugada del martes 18 de enero, pero del año 2022, cuando explotó una toma clandestina provocada por presuntos ladrones de combustible en la comunidad de La Loma del Progreso, municipio de Nopala de Villagrán.
Los individuos a bordo de dos camionetas tipo van y pick up querían llenar bidones con huachicol, pero no lo lograron y los vehículos quedaron calcinados. Controlar la fuga demoró más de 10 horas y el saldo fueron dos camionetas.
Aquel incendió ocurrió a tres años del incendio que sucedió el 18 de enero de 2019 en la comunidad de San Primitivo situada entre los límites de los municipios de Tlahuelilpan y Tlaxcoapan, donde 137 personas fallecieron tras la explosión de un ducto de Pemex.
¿Qué hacer ante un fuga de combustible?
Si observas una perforación, conexión o cualquier alteración en una tubería de combustible, no debes acercarte porque se trata de una toma clandestina que puede poner en peligro tu vida, según explica el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), organismo que a su vez tiene un listado de recomendaciones en caso de una fuga o el hallazgo de un ducto ilegal.
- El primero es alejarte del sitio debido a los líquidos, gases, vapores o humos expulsados.
- No utilices el teléfono celular hasta que te hayas apartado considerablemente del lugar
- Ubícate lo más lejos que puedas, a una distancia segura en una posición en la cual el viento sople en dirección al sitio de la emergencia.
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