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Por culpa de "Medio Metro" aumentó el bullying: Israel, un hombre de talla baja

Israel Barrón tiene un empleo donde es tratado en forma digna, pero a raíz de que apareció "Medio metro" la gente lo molesta en la calle

Desde hace cinco años Israel tiene un trabajo en el que lo tratan de forma digna, antes sufrió discriminación.Créditos: Verónica Ángeles
Escrito en HIDALGO el

Pachuca.- “Desde que apareció este chico, en la calle aumentó el bullying, porque me gritan ¡Ah Medio Metro!, ¡ahí va Medio Metro!, hizo que nos vean de forma cómica; en lugar de hacer que nos respeten, en lugar de ayudarnos nos perjudicó porque la gente nos hace más burla”, expresó Israel Barrón González, una persona de talla baja.

Israel, quien recientemente estuvo invitado en el palco del gobernador en el estadio Hidalgo platica que después de mucho buscar, de tocar puertas, de ser discriminado por su talla, por fin, cuenta con un empleo en el que es tratado de forma digna, donde han adaptado las instalaciones para que pueda tener movilidad y accesibilidad.

Desde hace cinco años labora en el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Hidalgo (ICATHI), antes de eso le tocó ser discriminado por su talla baja, incluso al grado de haber sido aceptado en un empleo, pero al presentarse ni siquiera le dieron acceso.

Trabaja en un área administrativa y está agradecido con las autoridades del ICATHI por la oportunidad y el apoyo que le brindan, pues no es la única persona con alguna discapacidad que ha sido empleado en esta dependencia, sino que son cerca de ocho, las que laboran ahí.

La discriminación me acompaña desde que era niño

A los ocho meses de edad, Israel fue diagnosticado con una enfermedad de nombre acondroplasia, sus huesos no tendrían crecimiento y quedaría de talla baja; en los primeros años, sus padres buscaron un tratamiento, les ofrecieron la posibilidad de estirar los huesos, pero eso generaría dolor y el uso de aparatos durante muchos años y el crecimiento solo sería de entre 10 y 15 centímetros más, por lo que decidieron desistir y no exponer a su hijo a un tratamiento tormentoso.

Israel Barrón González | Foto: Verónica Ángeles

A sus 39 años, Israel tiene metas y también arrepentimientos, pues lamenta no haber continuado la escuela, pero expresa que el bullying que sufría era bastante, por eso prefirió abandonar sus estudios cuando estaba en la recta final de la preparatoria.

“En lo laboral, no he podido crecer más por cuestión de estudios, no terminé la prepa, eran tiempos fuertes de bullying, fue mi problema. Ya no quise ir a la escuela, y nunca lo mencioné a mis papás, ellos pensaron que era falta de capacidad. Sufría bastante bullying, y en ese tiempo en la escuela no lo veían, no hubo acción”.

Él es el único de su familia de talla baja, tiene tres hermanos más que son de talla normal y sus padres también, nunca ha sabido qué fue lo que ocasionó la acondroplasia, y tampoco ha investigado, pues dentro de su familia, él siempre ha sido tratado de igual forma a los demás, incluso, dice que es hasta ahora que le ha dado por indagar y por tener amigos de su misma talla.

Si algo le llama la atención es la discriminación que personas como él padecen desde que son niños, primero en el salón de clases con los compañeros que incluso le daban sapes, luego en la calle y ya no solo los menores, sino hasta las personas adultas que clavan sus miradas y hacen comentarios alusivos a su talla, “duele más cuando son adultos y también había discriminación en las escuelas que no había un condicionamiento hacía mí, como para ir al baño, los pupitres que para mí son altos y cansados”.

Israel Barrón González | Foto: Verónica Ángeles

Recibe un trato digno 

Actualmente, en su espacio de trabajo a Israel, de talla baja y a sus compañeros con otras discapacidades, les han acondicionado varias cosas, como los lugares, hay elevador, entrada para personas con sillas de ruedas.

Israel considera que su talla le genera desventajas, pero se ha esforzado en demostrar que puede lograr lo que se planteé, “hay bastantes desventajas, hasta quizá un lugar público, los bancos, el transporte, una vez hice un trámite y tuve que pedir favor a alguien.

Su salud no es muy óptima, pues alguna ocasión cargó una cubeta con agua, y se lastimó la columna, acudieron con un quiropráctico, pero en lugar de ayudarlo, lo descompuso más, pues al no contar con experiencia en tratar a personas de su condición aplicó bastante fuerza que le destrozó la columna, de tal forma que cayó en silla de ruedas y tardó mucho la recuperación que hasta el momento no ha sido total, pues le cuesta caminar.

Israel Barrón González | Foto: Verónica Ángeles

“Mi salud es un poco complicad por el problema que tuve de la columna, me cambió bastante la vida, yo estaba normal, yo podía andar caminando, pero ahora me cuesta trabajo subir al transporte, caminar, y hasta la fecha no he podido quedar”.

En sus metas Israel tiene contemplado concluir la preparatoria para poder aspirar a un cargo más alto en su trabajo, comprar un auto y adaptarlo para demostrar que es posible y si también le gustaría tener una pareja, pues las relaciones sentimentales han sido complicadas también por la talla.

Si estuviera en sus manos, y si alguna vez tuviera la posibilidad de generar cambios, ofrecería más oportunidades laborales a las personas de su condición, con sueldos similares a las de talla normal, pues en otros empleos le ha pasado que hasta en eso hay diferencias. También acondicionaría lugares públicos, el transporte, pues incluso el Tuzobús es “bastante largo, mis amigos de sillas de ruedas se quejan porque hasta para ellos es complicado están larguísimos”. Para generar un cambio, ofrecería clases de ética y civismo “para que no nos vean con burla”.

Israel es optimista y confía en que pronto tendrá mejores oportunidades y un empleo con mejor remuneración, asegura que nunca ha visto barreras, porque si así fuera por su condición ni siquiera saldría de su casa.

Medio Metro

Al hablar acerca del fenómeno sociológico que representa el personaje conocido como Medio Metro, Israel señaló que por lado admira su capacidad de bailar y salir al escenario, pero por el otro, reconoce que desde que apareció el personaje, el bullying en las calles se ha incrementado, pues no falta la persona que al mirarlo le grite ¡Ah, Medio Metro!

“Nos ven como parte del espectáculo, en la combi van bastantes estudiantes y de 10 que pasan sólo uno no me voltea a ver, los demás se burlan, me han gritado que ahí está el Medio Metro. A partir de su aparición detonó la gracia de las personas de talla baja”, expresó.

Medio metro | Foto: LSR Hidalgo

“Hace poco fui a un café, era un lugar de karaoke y lo primero que hizo el presentador cuando me vio me dice ¡Ah, Medio metro! nada más se me quedan viendo, ahora peor con el problema de columna, mi condición de caminar es diferente, hasta eso es gracia para la gente cuando en realidad es un problema de salud”, expresó.

Finalmente, pidió al gobierno y a sus dependencias ser escuchados y ser vistos para cambiar la perspectiva hacia las personas de talla baja.

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