JUSTICIA

Le rociaron ácido por celos; Leslie es una sobreviviente de violencia ácida

Leslie lleva siete años buscando justicia, que la autora intelectual del ataque y el agresor sean castigados por las lesiones que le cambiaron la vida

La joven busca justicia desde hace siete años.Créditos: José Antonio Alcaraz
Escrito en HIDALGO el

Pachuca. –Leslie Moreno es sobreviviente de un ataque con ácido muriático que le quemó las palmas de las manos, los brazos, la espalda y el rostro. La noche de la agresión pasó más de cuatro horas bajo un chorro de agua fría para calmar el ardor de las heridas que le provocó un hombre contratado presuntamente por Katia N. Las dos estudiaron en la misma universidad y trabajaban en una clínica de medicina, nunca fueron amigas, solo conocidas.

“Ella tenía un problema conmigo por una persona, era un problema sentimental donde yo tenía una relación y ella estaba interesada en aquella persona”. 

El ataque contra Leslie sucedió el 26 de agosto de 2015, no hay detenidos por su agresión. Katia N es presuntamente la autora intelectual del intento de homicidio en grado de tentativa, fue aprehendida el 23 de marzo de 2023 y presentada en los juzgados de oralidad de Pachuca, pero la madrugada del miércoles 29 el juez de control, David Adrián Martínez Santiago, le dictó un auto de no vinculación a proceso y ordenó su liberación.

El juzgador también determinó que el Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH) debe continuar la investigación y en su caso, volver a presentar a Katia; sin embargo, Leslie sospecha que su agresora podría fugarse porque no tiene medida cautelar de prisión preventiva, además, teme por su vida.

“Cuando denuncias te vuelves un blanco de quien denuncias, al denunciar estoy arriesgando mi propia vida porque sé los alcances de esta persona, pero no quiero que el delito quede impune (…) si me pasa algo a mí o mi familia, yo la hago responsable a ella”. 

Leslie fue atacada al salir del trabajo

Eran las 10 de la noche con 5 minutos del 26 de agosto de 2015, al salir de su trabajo y de camino a su coche, Leslie fue rociada con un líquido que le quemó las palmas de las manos con las que intentó cubrir su rostro y ojos.

Leslie Moreno, sobreviviente de violencia ácida | Foto: José Antonio Alcaraz

El agresor material: un hombre gordo, de cabello rizado que dos días atrás la estuvo vigilando. La primera ocasión la siguió hasta su auto, pero Leslie se subió, cerró con seguro y arrancó, pensó que era un intento de asalto.

“Yo llevaba prisa ese día, me salgo rápido de mi trabajo sin despedirme de nadie y me llama la atención que la imputada (Katia N) hace una llamada con mucha prisa, yo salgo, abordo mi vehículo y en el espejo retrovisor veo a un tipo corriendo hacia mi carro, me intenta abrir la puerta, me hace señas que baje el vidrio”. 

Ese mismo hombre –contra quien hay una orden de aprehensión vigente- fue quien le aventó el ácido muriático, Leslie sospecha que Katia lo contrató y le dio las características de su coche, horarios de entrada, salida de trabajo y especificaciones que solo conocían los compañeros laborales.

“Conforme fue pasando el tiempo recordé las cosas. Ese día ella (Katia) se ofreció a llevar a todas mis compañeras a sus casas. Llevarse a tres personas para dejarme sola, fue algo premeditado completamente, me dejaron sola en la clínica”.

La agresión ocurrió cuando Leslie cerró su centro de trabajo y se dirigió caminando a la pensión donde resguardaba su coche, a la mitad de camino el individuo le lanzó el ácido

Leslie Moreno | Foto: Lorena Rosas

“Me empezó a aventar esa sustancia, yo por instituto cierro los ojos para protegerme, pero el tipo se me fue al cuello, yo con mis dedos empecé a protegerme, yo le daba mis bolsas, mis cosas, pero él nunca agarró nada, él no iba a robarme”. 

Un líquido que carcome la piel 

El primer año posterior a la agresión Leslie se enfocó en sus tratamientos médicos, dejó de trabajar por miedo de salir a la calle, gastó sus ahorros y pidió préstamos para sus cirugías. De los gastos perdió la cuenta, pero la atención médica inmediata le costó 300 mil pesos.

Recuerda que en cuanto dejó de sentir que le rociaron el ácido corrió a un local de comida para pedir ayuda, después el dueño de la pensión donde tenía guardado su auto la trasladó a la Beneficencia Española.

“El agua era lo único que aliviaba el dolor, yo me dejaba de echar agua y sentía que otra vez ese líquido estaba carcomiendo mi piel, si me salía de la regadera mi piel me empezaba arder, yo estuve como cuatro o cinco horas debajo del agua”. 

Durante el año de los tratamientos Leslie se enteró que la sustancia que aquel hombre le aventó era ácido muriático y esa información la conoció a través de los especialistas médicos ya que las autoridades procuradoras de justicia no analizaron su ropa o pertenencias para investigar la sustancia. 

Más de siete años en búsqueda de justicia

Desde que Leslie fue atacada acudió a la Procuraduría de Hidalgo a denunciar; desde entonces, ha señalado una serie de irregularidades por parte de las autoridades, entre estas el archivo de su carpeta.

Leslie Moreno | Foto: José Antonio Alcaraz

En agosto de 2015 comenzó la investigación y para el año 2016 la agente del Ministerio Publico Estela Marín Arteaga –que en ese momento llevaba el caso- decidió no ejercer acción penal y archivar la carpeta, sin previa notificación a Leslie.

La denuncia por el ataque con ácido no fue la única, la sobreviviente recordó que cuatro años después de la agresión y por una situación fortuita coincidió en un lugar con Katia, momento que aprovechó para amenazarla. 

Los hechos datan del año 2019 y por esto también comenzó una carpeta de investigación que sí fue judicializada; incluso, a Katia la vincularon a proceso por aquel delito de amenazas, pero consiguió librarse del procedimiento tras ganar un amparo que promovió ante el Poder Judicial de la Federación (PJF).

Leslie también empezó una denuncia contra Marín Arteaga por omisiones en su labor como agente del Ministerio Público; sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción resolvió que no existía ningún delito. 

Katia, la presunta agresora, quedó libre

A las 12:00 horas del 28 de marzo de 2023, el actual encargado de despacho de la PGJEH, Santiago Nieto Castillo le ofreció una disculpa pública a Leslie a nombre de la Procuraduría por el tiempo en que las autoridades demoraron en actuar respecto a su caso.

Leslie Moreno | Foto: Lorena Rosas

Después, anunció una iniciativa denominada “Ley Leslie” o “Reforma Leslie” en conjunto con la actual Legislatura para tipificar la violencia ácida en el Código Penal para el Estado de Hidalgo.

Katia N

Horas después, el juez David Adrián Martínez Santiago decretó la no vinculación a proceso de Katia porque una prueba consistente en el reconocimiento de una persona no se realizó de manera adecuada.

“El juez determinó que, sí hubo un delito de homicidio en grado de tentativa en mi contra, que, sí hubo lesiones, quemaduras con ácido que pusieron en peligro mi vida; sin embargo, determinó que por una cuestión formal en la obtención de una prueba no podrían vincularla a proceso”, explicó Leslie.

La investigación radicada en la causa penal 386/2023 continúa abierta para que se subsanen las omisiones del Ministerio Público y se vuelva a solicitar la orden de aprehensión; no obstante, existe la posibilidad de que Katia se sustraiga de la acción de la justicia porque actualmente no está sujeta a ninguna medida cautelar; mientras que Leslie sí cuenta con medidas de protección como víctima. 

“Yo lo único que busco es justicia, yo no le pido otra cosa al sistema, yo no estoy buscando lucrar con mi caso, ni un protagonismo, simplemente soy una voz que por siete años ha estado silenciada creyendo en un sistema de justicia que no me ha dado resultados”.

sjl