Pachuca.— Martina García Cruz, artesana hidalguense, por más de seis décadas ha sido una destacada exponente del arte popular, proyectando la cultura hidalguense a nivel internacional, su trabajo ha sido reconocido a todo los niveles. La artesana, originaria del municipio de Chilcuautla, fue galardonada con el “Kaluz, Patrimonio y Cultura”, reconocimiento otorgado el pasado 18 de octubre, por la Fundación Fomento Cultural de Banamex y la casa de moda de Christian Dior, a través del Museo Kaluz, con el cual se celebra la labor de mujeres mexicanas destacadas en el arte, difusión cultural y la preservación del patrimonio.
“No imaginé estar entre tantos personajes, pero me dio mucho gusto compartir ese momento con mi familia. Yo le doy gracias a Dios, porque él me va guiando”, expresó con alegría para La Silla Rota de Hidalgo, Martina García.
Trinidad González, hija de Martina, comparte que hace más de un mes recibieron la noticia de que Martina había sido propuesta para recibir el reconocimiento en voz de las presidentes del Museo Kaluz y de la Fundación Banamex.
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“El simple hecho de que hayan pensado en ella ya es un honor, y más al saber que fue la elegida es algo que nunca lo hubiéramos imaginado. Nunca hemos hecho este trabajo para ser reconocidas, ha sido nuestra forma de vivir y creo que el gusto por hacer las cosas nos ha llevado a esto”.
Este es el segundo año que se entrega el reconocimiento “Kaluz, Patrimonio y Cultura”, el cual, asegura Trinidad González, por su proyección e impacto social, abre puertas a más mujeres artesanas y al arte popular en general.
“Si bien lo recibe mi mamá, ayuda a visibilizar el trabajo de los artesanos del país. Lo importante es poder preservar lo que nos han heredado; es una fuente de trabajo que nos permite rescatar y compartir lo que por generaciones se nos ha enseñado”.
La también artesana y promotora cultural Trinidad González señaló que la empresa Dior ha colaborado con artesanos de varias partes del país, situación que evita la apropiación y plagio del trabajo artesanal.
“Desde varios puntos los artesanos hemos levantado la voz, no ha sido fácil, pero haciendo lo que nos corresponde desde los artesanos, adquieren nuestro trabajo, las autoridades y los medios nos ayudan a que se valore esta labor. Este reconocimiento es para todos quienes se sientan identificados con la cultura y nuestro trabajo”.
Martina expresó que no desea que se pierda esta cultura, por ello, junto con sus hijos y nietos, comparten su conocimiento en el telar de cintura y elaboración del ayate e ixtle a quienes lo desean aprender.
“Esto forma parte de nuestra cultura, y lo que les digo a jóvenes que vienen es que continúen con la tradición, aquí pueden venir a aprender quien quiera, las puertas siempre están abiertas”.
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