PACHUCA.- En México hay muchas historias sobre niños que son robados por bandas delictivas para traficarlos y venderlos a personas que por alguna razón no pueden procrear hijos y la de Carlos en Hidalgo es una de ellas, quien luego de más de 20 años comenzó una campaña de apoyo en las redes sociales para poder dar con el paradero de su respectiva madre biológica, de quien aseveró busca poder abrazarla una vez más y lamentó ella debe estar sufriendo, por lo que desde LSR Hidalgo te contamos todos los detalles que ya se hicieron virales entre internautas.
De acuerdo con la narrativa que ofreció el ahora joven de 28 años de edad, y que fue retomada por el portal Chiapas sin Censura, Carlos recuerda que vivía con tres hermanos: dos niños y una niña, pero ya olvidó sus nombres; sin embargo, añadió que, en un momento dado de su infancia, a los cuatro años fue raptado.
Con el uso de la fuerza, sus captores lo subieron a una camioneta blanca con la cual lo sacaron de su lugar de origen; luego, comerciaron con él y al parecer por una gran cantidad de dinero fue vendido a una pareja en el estado de Hidalgo: “Me llevaron y nunca más volví a ver a mi mamá”, asentó la historia.
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Padres adoptivos le dieron buena vida, asegura Carlos
Pese a no ser su hijo biológico, Carlos comentó que la pareja de Hidalgo que lo compró le dio una vida normal y por cuestiones que no asentó dijo que sus estudios solo los concluyó hasta la preparatoria; aunque en ese sentido, se preguntó cómo es que pudo haber sido registrado en el sistema educativo.
Pues al no haberlo concebido o llevado un proceso legal de adopción, sus nuevos padres debieron haber conseguido un acta de nacimiento apócrifa para el joven: “Nunca he entendido como estos padres que me criaron pudieron inscribirme en la escuela”, dijo Carlos, al añadir que esa razón lo llevó a confrontarse a sus padres.
No le quieren decir de dónde viene
Sin embargo, con las dudas sobre sus orígenes y preguntas como la asentada líneas arriba que le hicieron saber que no era un hijo biológico, Carlos encaró a la pareja supuestamente de Hidalgo para saber quién era verdaderamente, pero pese a la insistencia de él los adultos han mostrado negativas a responder.
Por lo que el joven decidió comenzar una campaña de apoyo en redes sociales y contar su historia a medios de comunicación, a los que asentó tener señas particulares de cicatrices como quemaduras en el abdomen y algunas otras en los brazos, con lo que espera su madre verdadera pueda reconocerlo y reencontrarse. Además de que compartió una serie de fotografías que le fueron tomadas por sus padres adoptivos, en los que ya se le ve aproximadamente seis a nueve años. Actualmente, debido a no saber sus orígenes, comentó tener entre 26 a 28 años de edad.
“Deseo de todo corazón encontrar a mi querida madre, pues sé que en algún lugar ella sigue sufriendo por no tenerme con ella… He sufrido tanto, quiero abrazarla y no soltarla nunca más… Siempre sueño con nuestro reencuentro. Mamita, te busco y le pido a Dios por todos aquellos niños arrancados sin piedad de sus familias por personas sin sentimientos.”
En cifras
De acuerdo con un recuento de cifras dadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) desde 2018, en el estado de Hidalgo han ocurrido cinco casos de tráfico de menores de edad, de los cuales tres fueron cometidos en noviembre de 2018, 2019 y 2020, respectivamente; mientras que para enero y abril de 2021 hubo un hecho cada mes; los otros años quedaron sin incidencias.
Así se castiga el tráfico infantil en Hidalgo
A propósito de lo anterior, el código penal del estado de Hidalgo asentó que el delito de tráfico de menores está sancionado en el artículo 237, que describió que será tanto al presunto responsable de entregar ilegítimamente a un menor de edad como al tercero que lo tuvo con custodia definitiva y que a cambio dio un beneficio económico; la pena será de 10 o hasta 20 años de prisión y una multa de 100 a 500 días de salario, tasada actualmente en 207 pesos.
Pero, además, el numeral 121 añadió que en dichos delitos cometidos en contra de una persona menor de 18 años de edad no podrán declararse en prescripción en perjuicio de niñas, niños y adolescentes por el transcurso del tiempo, es decir, no caducará su seguimiento y en caso de haber arrestos tras mucho tiempo se seguirán sancionando.