León.- Desde el 30 de mayo de 2017, en que de manera oficial las autoridades de Desarrollo Urbano dieron el permiso, empezaron las obras demolición del legendario Estadio La Martinica, el cual desapareció por completo y presenta actualmente un aspecto de lote baldío, rodeado de bardas de inmuebles y paredes antiguas, además de láminas colocadas como cerca.
La cerca de láminas está por el lado del Malecón del Río, por la calle Antonio Carbajal hay bardas y paredes de lo que había antes de la demolición, lo mismo que por la calle San Sebastián, en donde quedan las paredes cuarteadas y en peligro de derrumbe de lo que fueran las oficinas del Club Unión de Curtidores.
La Martinica fue, de 1946 a 1995, la casa de los equipos San Sebastián, Unión de Curtidores y por 20 años del León cuando no tenía sede (El Nou Camp empezó a construirse el 18 de agosto de 1965 y fue concluido en 1967).
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Lo único que queda de aquellos años es una fiel acompañante, la caseta de tortas “El Indio Triste”, que empezó a funcionar en 1950 instalada por el Malecón casi esquina con Prolongación Calzada, pasó otros años en la esquina del Malecón y Antonio Carbajal y sigue actualmente funcionado por la San Sebastián.
Las oficinas, los graderíos, la cancha de futbol y el pasto donde depositaron las cenizas del goleador de todos los tiempos del equipo León, Adalberto “El Dumbo” López, desaparecieron en sólo unos meses de demolición.
El 30 de junio de 2017, con tristeza y coraje, Antonio “La Tota” Carbajal (q.e.p.d.), observó lo trabajos de demolición del lugar donde vivió grandes momentos, de manera especial por los encuentros del, clásico local Unión Curtidores Vs León, ya que por 11 años dirigió al equipo de la franja.
Hasta la fecha, no se ha dado a conocer nada oficial sobre lo que será construido sobre “las cenizas” del Estadio La Martinica y permanecen desde hace más de un par de años los rumores de que está proyectado en el lugar un centro comercial.
Mientras tanto, en el sitio que fue en un tiempo un centro de reunión de miles de leoneses se encuentra completamente abandonado y las láminas y viejas bardas y paredes que rodean el lugar ofrecen un mal aspecto de la ciudad.