León.- En 1938, Don José Lozano, acompañado de su esposa Lorenza Hernández, llegó a León procedente de Arandas, Jalisco, en donde se dedicaba a la venta de paletas, para buscar una mejor calidad de vida y después de realizar algunas trabajos para subsistir, en 1940 encontró al fin un medio más seguro, con la venta de tortas.
De acuerdo con lo mencionado, en entrevista para La Silla Rota, por Reynaldo Hernández Naveda, ahijado de la pareja y heredero de la caseta de tortas que se encuentra actualmente por la calle San Sebastián, a un costado de lo que fuera la parte de la entrsda de las oficinas del Estadio La Martinica, Don José empezó a vender tortas en un triciclo que colocaba casi en el centro de la ciudad, por la calle Gante, que antes era conocida como la calle del Indio Triste, de donde nació el nombre del negocio.
“En 1950, mi padrino se cambió de lugar y unos trabajadores de Coca Cola que le surtían los refrescos, lo convencieron para colocar la caseta que hasta le fecha tenemos”, dijo Reynaldo.
Relató que desde 1950 hasta 1979 (29 años) la caseta de “El Indio Triste”, apodo por el cual conocían también a Don José, funcionó en el Malecón del Río, frente a la gasolinera, casi en la esquina con Prolongación Calzada, y por algunas obras en el puente tuvo que ser reubicada a unos cuantos metros del lugar, en el mismo Malecón, en la esquina del Estadio, donde se mantuvo hasta el 2015 (36 años) y desde el 7 de abril de 2015 (8 años) se encuentra en la calle San Sebastián, en los límites del área del mismo Estadio La Martinica, por la parte donde eran las oficinas.
Reynaldo Hernández, dio a conocer que tras la muerte de su padrino le dejaron como herencia la tradicional caseta, en la que él laboró por muchos años y en donde siguen preparando las tortas con la misma sazón que hace 73 años, además de que tiene clientes también muchos años, quienes han enseñado el camino al local a sus hijos y hasta a sus nietos.
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“Bendito sea Dios, nos va muy bien, somos 4 personas las que en algunos momentos del día nos damos abasto para atender a la clientela que nos ha seguido por tantos años”, agregó.
Las tortas de carnitas con aguacate que venden en esta caseta son de las mejores que se venden en León, aunque “también tenemos de jamón, queso de puerco y queso blanco”, aclaró Reynaldo.
Cabe señalar que, durante muchos años, esta caseta de tortas fue un lugar de referencia de los leoneses para orientar a los visitantes que pedían información sobre algún local o dirección que estuviera ubicado por las cercanías de “El Indio Triste”.
El Estadio de La Martinica despareció y la caseta de las famosas tortas sobrevive.
Si eres leonés y no has escuchado nunca sobre “Las tortas del Indio Triste”, te falta algo por aprender de la historia de tu ciudad.