León.- El 22 de marzo de 2017 comenzaron las obras de demolición del otrora escenario de grandes encuentros de futbol de la Primera División, el Estadio La Martinica, día en que los dueños del inmueble empezaron a sacar el mobiliario y los trofeos, al tiempo que arrancaban los trabajos de destrucción.
En la actualidad, sólo queda el terreno convertido en un enorme lote baldío, rodeado mayormente por una cerca de láminas y afianzada por algunos muros de concreto de la antigua construcción, esto por el lado del Malecón del Río y de la calle Antonio Carbajal, en tanto que por esta misma calle y a la vuelta por la San Sebastián quedan los muros de lo que fueran las oficinas, mismo que presentan cuarteaduras y en peligro de caerse.
De esta forma, nada queda del sitio en que se vivió el entusiasmo de muchos aficionados leoneses seguidores de los equipos San Sebastián, Unión de Curtidores y el León que aún no tenía sede porque todavía no se construía el Nou Camp (Cuya obra inició el 18 de agosto de 1965 y concluyó en 1967), además de equipos de Seguda y Tercera División, sin contar que fue también escenario de presentaciones de artistas.
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Fue ocupado finalmente por el equipo curtidor hasta el 2013 y posteriomente empezó a presentar fallas en su infraestrura con el que empezó a entrar en deshuso.
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La fecha oficial de demolición fue el 30 de mayo de 2017, porque la dirección de Desarrollo Urbano ordenó parar las primeras obras, ya que los dueños del estadio no contaban con el permiso correspondiente.
Después de varios meses de llenar de polvo a las viviendas de los alrededores, del estadio nada quedó, desaparecieron para siempre los graderíos, la cancha de futbol y el pasto donde un día fueron esparcidas las cenizas del legendario goleador Adalberto “Dumbo” López, fallecido en 1996.
Todo el interior del terreno está actualmente cubierto de hierba silvestre y algunos escombros, y el lugar permanece bajo el cuidado de un velador que sólo sabe de su trabajo y no está enterado de los posibles proyectos de los dueños sobre en qué utilizarán dicho espacio.
Los vecinos de lugar no saben en su mayoría el destino que le darán al terreno, algunos señalan que en un tiempo hubo rumores de que en el terreno se edificará una plaza, un centro comercial o un edificio de departamentos, aunque son sólo versiones.
Javier Amador, quien trabaja desde hace 6 años por la calle Antonio Carbajal como “viene viene” y lavando vehículos, dio su versión: “Escuché decir que aquí van a construir un Walmart”.
Por su parte, Reynaldo Hernández, dueño actual de la caseta de tortas “El Indio Triste”, negocio que acompañó durante todo el tiempo de existencia al Estadio La Martinica, mencionó:
“He escuchado que proyectan hacer una plaza, con hotel y locales comerciales, aunque desde que destruyeron el estadio hasta le fecha no se hemos visto que se trabaje en el lugar”.
Cabe señalar que de 1946 a 1995 los equipos Curtidores y León ocuparon este estadio, y la caseta del Indio Triste se instaló en 1950 en el Malecón del Río, casi esquina con Prolongación Calzada, después se cambió a la esquina de Malecón y Antonio Carbajal, y actualmente se ubica por la calle San Sebastián, y, el heredero de Don José Lozano, Reynaldo Hernández todavía recuerda el polvo con el que tuvieron que lidiar por varios días, cuando a principios de junio de 2017 derribaron el Estadio de la Martinica.