León-. Le decían Tunal El Grande a una vasta zona poblada de nopaleras y matorrales que se extendía desde los municipios guanajuatenses de San Felipe y Ocampo hasta San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas y el estado de Jalisco, en el área de los Altos, un territorio que, antiguamente, era gobernado por las tribus guachichiles.
La zona arqueológica de El Cóporo se encuentra cuesta arriba sobre un paraje rocoso y sobre las grandes planicies de Ocampo también parte de Tunal El Grande: “Resalta por ser el centro rector de las aldeas asentadas en el Valle de Ocampo”. De acuerdo información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) El Cóporo: la tradición del Tunal El Grande en Guanajuato
El territorio poblado de nopaleras de distintas variedades de nopal que dominaban sobre las planicies ya no existen, ni los bosques de huizaches, ni los pastizales desérticos de extensiones fascinantes hasta el horizonte, hasta las serranías, de todo eso, solo queda el registro en los libros de historia y paso a formar parte de la memoria natural del México antiguo, pues a la llegada de los españoles esta zona se fue modificando a través de los siglos.
Te podría interesar
Después de la caída de la Gran Tenochtitlan los españoles se abrieron camino hacia el norte, pero el avance tierra adentro no fue fácil, se encontraron otro enemigo implacable: las fiera tribus que habitaban el norte de lo que hoy es México, y que no fueron sometidas, después de la muerte de Hernán Cortés a este periodo se le llamó la Guerra Chichimeca.
Pedro de Ahumada, un explorador español, escribió sobre este territorio poblado de nopaleras al que no se podía entrar con caballos. Philip Wayne Powell en su libro La Guerra Chichimeca (1550-1600) relata que en aquel entonces en la zona había bosques de huizaches y las que solo las tribus (guachichiles, zacatecos, cazcanes y guamares) se sabían los caminos para ingresar a las aldeas, la antigua vegetación fungía como barrera natural contra el invasor.