León.- El Cerro Culiacán, es una gran montaña localizada en el estado de Guanajuato, entre los municipios de Cortazar, Jaral del Progreso y Salvatierra, y tradicionalmente se le ha considerado como una montaña sagrada, al contar con vestigios arqueológicos que sugieren que en ese lugar tuvieron origen varias culturas indigenistas.
De acuerdo con varios historiadores, en 1923, al entonces Arzobispo de Morelia, monseñor Leopoldo Ruiz Flores, acudió a la consagración de las iglesias de El Sabino y Cañada de Caracheo, en Cortazar, cercanas al Cerro Culiacán, y quedó maravillado por la impresionante forma cónica de la montana y del misticismo que la rodea, por lo que expresó que si la hubiera conocido antes la hubiera propuesto ante el Episcopado Mexicano para Montaña Nacional de Cristo Rey, en lugar del Cerro del Cubilete, cuando éste ya se encontraba en proceso de construcción.
Cabe señalar que monseñor Ruiz y Flores fue uno de los obispos mexicanos delegados para firmar los acuerdos con que se puso fin al conflicto armado de la Cristiada en México entre 1926 y 1929. Antes, en 1911 había sido nombrado Arzobispo de Morelia. En 1914 fue orillado al exilio por los conflictos religiosos del país y vivió algún tiempo en Chicago dentro de la Unión Americana. Años después regresó a México, en 1929 fue nombrado Delegado Apostólico y firmó los arreglos con el Estado Mexicano liderado por Plutarco Elías Calles para poner fin a la Guerra Cristera.
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Posteriormente fue nuevamente condenado al exilio, aunque en 1938 se le vio en su Arquidiócesis en Morelia festejando los 50 años de su sacerdocio. Murió en 1941.
Cuando Leopoldo Ruz Flores llegó a pensar, en 1923, que le hubiera gustado que la Montaña de Cristo Rey estuviera en la cumbre del Cerro Culiacán, era considerado en ese tiempo uno de los más altos jerarcas de la Iglesia Católica en México, aunque ni siquiera hizo la propuesta ante el Episcopado Mexicano, ya que se encontraba avanzado el proceso de edificación en el Cerro del Cubilete, en Silao.
Para saber
Cabe recordar que el Obispo de León Emeterio Valverde y Téllez asistió el 12 de marzo de 1920 para colocar la primera piedra del Monumento Votivo a Cristo Rey en el Cerro del Cubilete, aunque los trabajos iniciaron el 11 de enero de 1923. En esa ocasión, la colocación de la primera piedra la hizo el Nuncio Apostólico, monseñor Ernesto E. Filippi, lo cual le valió la expulsión del país. Los trabajos fueron suspendidos, ya que la obra fue considerado como anticonstitucional y un desafío al gobierno que encabezaba Plutarco Elías Calles. El primer monumento que había sido bajado a donde se encuentra actualmente la Ermita Expiatoria y fue dinamitado el 30 de enero de 1928.
Y el actual monumento dedicado a Cristo Rey empezó a construirse el 11 de diciembre de 1944, día en que el sexto Obispo de León José Guadalupe Albino Emeterio Valverde Téllez, ya en edad muy avanzada, bendijo y puso la primera piedra.
Valverde y Téllez murió el 26 de diciembre de 1948 cuando la construcción estaba muy avanzada. Finalmente, el 11 de diciembre de 1950, la obra fue inaugurada y bendecida por el Obispo de León Manuel Martín del Campo Padilla.
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