León-. Se ha roto el Niño Dios, se le quebró un brazo, no tiene una pierna, se le despostilló el rostro. Los dueños guardaron cada fragmento porque la figura es una reliquia familiar, lo llevarán con Soledad Rojas que restaura representaciones de Cristo de Nazaret en el pesebre.
Las figuras más antiguas de niñitos dioses están hechas con madera de patol (o colorín), un árbol que habita en la región del Bajío, y solo en algunos municipios de Guanajuato. En el estado es unas de las especies que, desafortunadamente, se encuentra amenazada de peligro de extinción.
Con las manos manchadas de una pasta color blanco Soledad es cuidadosa en cada figura, dijo que aprendió en el Mercado Aldama con la señora Susana García desde hace 6 años: “Hace un año comencé nuevamente con esto ya que me había quedado sin trabajo, prácticamente, este año con la reparación”.
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A un costado del río, en la placita de los miércoles en la comunidad de Duarte, Soledad Rojas montó un pequeño taller, con una cartulina fluorescente que dice: “Se reparan niños dioses”.
“Yo pienso que para que compras otro teniendo muchas veces, hay figuras e imágenes que tienen un significado para las personas, se le rompe o cualquier cosita, a la mejor lo siguen conservando porque no lo quieren entregar, más que nada es por un valor sentimental” dijo Soledad quien este 2023 emprendió la reparación de la figura central de los nacimientos de Navidad
Soledad explicó que quienes acuden a contratar sus servicios no desean deshacerse de su Niños Dios, no lo quieren tirar porque las figuras en las familias se heredan o se regalan como un objeto apreciado por algún familiar.
“Es algo que me gusta porque me gusta hacerlo bien, no me desespero, los trato de dejarlo lo mejor que yo pueda” dijo Soledad a La Silla Rota
“Te dicen no importa lo que me cobres, restáuramelo, hay piezas que se le tienen que hacer una pieza y eso puede costar 350 pesos. Tienen un valor sentimental. Es algo que me regaló mi hermana prefiero restaurarlo que tirarlo” expresó Soledad quien tiene su taller en la Calle Alfredo Acosta número 132, en la colonia Villas de San Juan.
Niñitos dioses hechos de madera de Colorín
Las figuras más antiguas se hacían de madera de patol, un árbol que en Guanajuato también se le conoce como colorín, patol, equimitl, colorín negro, tzompancuahuitl. Y es una especie nativa del estado.
De acuerdo a información del documento técnico de especies vegetales del estado de Guanajuato de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (SMAOT) el colorín habita en: Acámbaro, Apaseo el Alto, Celaya, Cuerámaro, Irapuato, Guanajuato, Jerécuaro, Moroleón, León, Salamanca, San Miguel de Allende y Valle de Santiago.
El costo de la restauración varía según el daño y pueden llegar a costar de lo Los 80 a los 150 pesos. “Le doy vida a la imagen que tú ya tienes desde hace tiempo, una imagen viejita, le vuelvo a dar vida y no solamente a la imagen sino también te regalo una sonrisa, nuevamente tengo mi figura, mi imagen” dijo Soledad
El restaurar niñitos dioses para Soledad es una labor que no muere, además de que ayuda económicamente: “Es una de las tradiciones que no se terminan, es raro, algo que yo veo es que las imágenes tienen mucho valor, más que nada es pro la gente que te lo regala, sino yo creo que habría tantos de estos tirados en la basura y ya me compro otro”.