León.- El padre Vicente Echarri Gil, fundador y superior general de la Congregación de Misioneros de la Natividad de María (MNM) , quien falleció el 25 de julio de 2015 cuando estaba por cumplir 102 años de edad, conoció los detalles de las 3 exhumaciones que intentaron hacerle en un lapso de 20 años al cuerpo incorrupto del seminarista José de Jesús Jaime García, ya que llevaba una buena relación de amistad con la familia Jaime García, aunque desde los primeros días de la muerte de “Jaimito”, ocurrida el 17 de octubre de 1971, lo consideró como un joven “puro, virgen y santo”.
Todo lo importante que ocurría dentro de la congregación de religiosos, así como recomendaciones y consejos, el padre Echarri tenía por costumbre redactarlo, cartas que enviaba a todos los sacerdotes Misioneros de la Natividad de María esparcidos en diversas regiones del país, por lo que el suceso del fallecimiento de “Jaimito” fue el tema de una de esas misivas.
En el libro “Rumores de Santidad”, escrito por Carlos Xavier González López, se publicó la siguiente carta:
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Primicias del Divino Jardinero
Carta del Padre Vicente Echarri, fundador de la congregación Misionera de la Natividad de María.
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León, Gto., 20-Octubre-1971
Hijitos todos muy amados:
Parece que hoy está de luto mi amadísima Congregación por la muerte de mi hijo tan amado, José de Jesús Jaime. En este momento dan las cinco de la tarde, y rezo el Ave María, ella perfumará mi carta con aromas de cielo. Muerte acaecida el domingo 17 a las cero horas y media.
Sin embargo, aunque he derramado abundantes lágrimas, pues he sentido como si me arrancaran un pedazo de mi corazón, es día de gloria y alegría, pues la muerte de mi religioso de segunda profesión, puro, virgen, santo como él fue, nos servirá como abono para fecundizar nuestra naciente Congregación.
¡Qué mejor abono que un joven de 18 años en flor y celestial aroma de castidad arrancado de nuestro jardín para que en alas de ángeles ser llevado al cielo y puesto en las manecitas de María recién nacida y cante el himno de las almas vírgenes al Cordero Inmaculado!
Los buenos agricultores llevan a los Padrecitos a sus iglesias los primeros y más exuberantes frutos, así nosotros, agricultores en el huerto florido de Nuestra Reinita, Madre y Señora Nuestra, la Divina Infantita, teníamos que darle por sus manecitas al Divino Jardinero como primicias, una de las mejores flores. Bendito sea Dios que se ha llevado a esta flor de almendro que apenas se comenzaba a abrir.
Estaba haciendo su magisterio en Monterrey, en el grupo más difícil de los jóvenes delincuentes, con toda clase de vicios y difíciles de educar, sin embargo, llegó a sus corazones como llegaba a los corazones de todos los que lo trataban y los iba conquistando para Dios. Estos jóvenes, apenas murió, lo declararon su abogado en el cielo. Cuando yo llegué a Monterrey para traerme su cadáver, estaban tristes y consternados, yo aproveché para hablarles y dejar un mensaje divino a sus almas y todos me escucharon con devoción verdaderamente encantadora y edificante. Comenzó a dar fruto su muerte.
El lunes 18, llegué con su cadáver a León a las 6:00 a.m., y el día 19 a las 10 de la mañana en una Concelebración con 15 sacerdotes fue su Misa exequial. No os imagináis qué hermoso el tiempo de las 28 horas que lo tuvimos en nuestra capilla, se rezaba, se celebran misas, y se cantaba a la Virgen María y a Dios. Innumerable gentío pasó por delante de su cadáver para ver su rostro que no era el de un cadáver, era el rostro de un ángel. Las filas de comuniones, enromes e interminables. Más que sepelio ¡Fue un día de triunfo! ¡Qué preciosa es la muerte de los santos ante la presencia del Señor! Vita mutatur, non Tollitur.
Hijitos míos, qué bien entendió el amor, encontró el verdadero tesoro. Es que todas las noches leía a Santa Teresita, la Santita del amor; todos los días hacía meditación, hasta en vacaciones, se encerraba en la sala de su casa para rezar Laudes y oración por una hora, y nunca dejaba su rosario.
¡Qué ejemplo para los sacerdotes y seminaristas que no rezan Laudes por la mañana temprano y no le dan importancia a la oración matinal!
Sus condiscípulos pusieron estos letreros en las coronas de flores: humidad, obediencia, estudio y castidad; es lo que vieron en su vida. En fin, hijitos de mi alma, sigamos su ejemplo y seamos santos como él. Él desde el cielo nos ayudará. No hay más realidad que, por María configurarse en Cristo y vivir cada día más de Él y con Él y por Él y para Él. “Mihi vivere Christus”. Nuestra única realidad es Cristo.
Después del Novenario de misas, se le celebrará dos tandas de Gregorianas, y vosotros ofrecerle oraciones y comuniones, y los Sacerdotes misas.
Para terminar mis letras, que no tengo ganas de terminarlas, os suplico que pidáis por vuestro pobre y pecador Padre, que bendice en el momento que está preparando sus maletas para ir a la Ciudad Eterna de Roma.
Vicente
M.N.M.
P.D. Al terminar la carta, daba el reloj las 6.00, así que la termino con el Ave-María.
Cabe señalar que este fue el primer testimonio de vida que recibió Jaimito, de un sacerdote que vino de España y la mayor parte de su vida la dedicó a la formación de sacerdotes, quien estuvo muy cerano a la familia Jaime García, hasta su fallecimiento en 2015..
En esta misma información compartimos todo lo que se ha escrito hasta la fecha en La Silla Rota Guanajuato sobre el tema del cuerpo de Jaimito que por 20 años permaneció intacto y que se encuentra desde 1991 en el área de Catacumbas del Templo Expiatorio de León.