León-. En la casa con el número 203 de la calle Alonso Espino, en la colonia Los Fresnos, asustan. El espectro de una niña se asoma por la ventana, y, aquellos que suelen pasar sin el menor atisbo, se llevan un susto que los deja boquiabiertos llevándose la mano al pecho, aunque en realidad… Es una proyección hecha por computadora que forma parte de la decoración de cada Halloween.
La casa de dos pisos y con un amplio patio frontal llama la atención de cualquiera que pase por ahí: se trata de una mansión de terror que cada 1 de noviembre recibe a miles de niños que vienen de todas partes de la ciudad para recibir su “calaverita” o su “Halloween”.
Cada año Ivón Valadez, propietaria de la casa, planea las atracciones con las que espantará a los vecinos y los ladrones, sobre todo piensa en ideas de nuevas decoraciones con las que impresionará a los niños.
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Esta vez en ambas ventanas, los sobrinos de Ivón le ayudaron a realizar una proyección fantasmagórica: varios espectros se pasean por estas entradas de luz, emiten suspiros, quejidos. Una niña se queda quieta y mira hacia afuera.
“Ya tenemos más de 15 años que como familia nos juntamos todos mis hermanos, ya se ha hecho una tradición para nosotros y para la colonia, ya mucha gente nos conoce y año con año tratamos de adornar un poquito mejor para los niños” dijo Ivón en entrevista con la Silla Rota
La mayoría de los adornos están hechos a mano por lo que pocas cosas son compradas “casi todo lo hacemos manualmente, sí nos lleva bastante tiempo, todas las brujas están hechas por nosotros, el caso, toda la estructura del barco, todo”.